Yesy Ponce de León estudió para azafata pero nunca sirvió un trago en un avión, porque su notable anatomía la convirtió en modelo de tiempo completo. Sus hobbies son boxear y correr.
La aventura más alocada de esta argentina fue hacer el amor con un exnovio en un bosque nevado y tenebroso, del que tuvieron que salir corriendo para irse de vuelta al carro y calentarse mejor.