La vida de los mujeres michoacanas está a punto de cambiar con la llegada, en una nao china, de un grupo de seres fantásticos que tienen la facultad de transformarse en seres humanos.

Es la historia de Zorros chinos, de la compositora Lorena Orozco, con libreto de Emilio Carballido, que estrenará la Compañía Nacional de Ópera. Yuriria y Uarhari viven sumergidas en la pobreza, la ignorancia y el machismo, pero de pronto se ven envueltas, por la intervención de esos seres mágicos con características vulpinas, en una realidad paralela, llena de placeres sensuales y hedonismo, que la saca de su precariedad y trastoca radicalmente su destino.

Zorros chinos ofrecerá cuatro funciones: 3, 5, 7 y 10 de julio en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, de acuerdo con la Secretaría de Cultura. El origen de esta ópera se remonta a 1957, cuando Carballido, en un viaje a China, se encontró con el libro Strange Tales from a Chinese Studio, de Pu Sung-Ling (1640-1715). Y el cuento contenido en esta colección de historias fue descrito por el dramaturgo como “bello de invención, romántico y apasionado”, donde los zorros son “seres magníficos, inmensamente seductores, muy humanos, y sus poderes pueden usarlos para todo lo que se les ocurra”.

Fue así que la narración causó una gran atracción a Carballido, al punto de convertirlo en una obra teatral y, luego, proponerla a Lorena Orozco como una “obra que funcionaría maravillosamente en ópera”. El reparto está encabezado por las sopranos Enivia Muré, como Yuriria, y Jacinta Barbachano, en el papel de Uarhari.

Participarán los tenores Rodrigo Garciarroyo, Gerardo Reynoso, Ángel Ruz y Gilberto Amaro; las sopranos Diana Rojas, Mariana Ruvalcaba y Lucía Salas; los barítonos Édgar Gil y Amed Liévanos; los bajos-barítonos Rodrigo Urrutia y Enrique Ángeles; las mezzosopranos Belem Rodríguez, Guadalupe López y Lourdes Beltrán, y la contralto Ana Caridad Acosta, con la Orquesta y el Coro del Teatro de Bellas Artes, bajo la dirección concertadora de Luis Manuel Sánchez.

La concepción escénica es de Luis Martín Solís y Érika Torres. El diseño de escenografía, de Jesús Hernández; el de vestuario, de Jerildy Bosch; iluminación, de Rafael Mendoza, y de maquillaje, de Cinthia Muñoz.