Frustrado intento reeleccionista

Fue una semana políticamente tormentosa. La liebre saltó en las cámaras legislativas, en el senado y en la de diputados, en la Ciudad de México.

En total oposición a los postulados de la pretendida Cuarta Transformación que está emprendiendo el presidente Andrés Manuel López Obrador, el senador morenista Martí Batres quería prolongar sus funciones como presidente de la mesa directiva, uno de los principales órganos de gobierno del Senado, pero un miembro de su propio partido más vivo que él, Ricardo Monreal, operó políticamente para que no lograra su cometido.

No había razones justificadas para que Martí se perpetuara en el cargo más allá de doce meses, el periodo establecido en las normas internas de la cámara alta, pero se dejó ganar por su ambición.

Por debajo del agua, de manera sutil y hábil, Monreal operó para que la mayoría de su grupo parlamentario votara a favor de Mónica Fernández Balboa.

Martí se inconformó ante la Comisión de Honor y Honestidad de su partido y, a pesar que la encargada de Morena, Yeidckol Polevski, le dio entrada a la queja, rápidamente la increparon y le recordaron que Morena nada tenía que hacer dentro del Senado.

Sus contrarios se vieron en la necesidad de reponer el procedimiento y, después de haber sido exhibido como antidemocrático y reeleccionista –una palabra que causa escozor entre los políticos mexicanos por obvias razones históricas, Batres tuvo que desistir de participar de nuevo en la elección en cuyo proceso Mónica ganó por segunda vez las votaciones.

En ese juego de pequeñas vencidas, Martí se mostró muy novato y perdió frente a un colmilludo Ricardo Monreal. ¡tan, tan!

¿Quién es esa dama?

Mónica Fernández Balboa nació en Tabasco, cuenta con 53 años de edad y es arquitecta por la Universidad Autónoma de Guadalajara, con estudios, además en Lengua y Civilización Francesa e Historia del Arte en la Sorbonne de Paris.

También ha hecho diplomados en Administración Publica, Ética Política, Alta Dirección Administrativa, Desarrollo Humano y Valores, así como en Imagen Urbana. Así que por preparación académica no paramos con la nueva presidenta de la mesa directiva del Senado de la República.

Es esposa de otro político de altos vuelos, este sí de corazón priista: Carlos Rojas Gutiérrez, quien fungió como secretario de Desarrollo Social en los sexenios los priistas Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León.

Tiene 27 años de experiencia en diversos cargos de la administración pública.

Fue miembro del Partido de la Revolución Democrática (PRD) hasta el 2017, cuando se integró como coordinadora de organización federal de Morena en Tabasco.

Un año después, en 2018, fue postulada por la coalición Juntos Haremos Historia, como senadora por el estado de Tabasco, cargo en el que resultó electa.

Durante el año 2018 también fue secretaria y vicepresidenta de la mesa directiva del Senado.

Fernández Balboa es la segunda mujer en presidir el Senado de la República, la primera fue María de los Ángeles Moreno Uriegas, quien falleció el pasado 27 de abril.

El resbalón de don Porfirio

En la Cámara de Diputados no podemos decir que hubo novatadas y tampoco que hayan chamaqueado a don Porfirio Muñoz Ledo quien, muy leal a las debilidades del ser humano, también quería reelegirse por un periodo más y sin justificación que valiera, ,”sólo por sus pantalones”.

Ahí la norma es muy clara. Correspondía al Partido Acción Nacional (PAN), como segunda fuerza política en esa Cámara, presidirla en este segundo año legislativo que inició apenas el reciente 1 de septiembre. No había de otra. Pero muy a pesar de la claridad de la norma, Muñoz Ledo ya se había autoproclamado presidente por un año más y, haciéndole segunda, otros diputados morenistas, entre ellos Mario Delgado, el coordinador de sus compañeros de partido, ya andaba presentando una reforma al reglamento interno de la Cámara para que violando a la no retroactividad de la ley establecido en la Constitución, mandaran al carajo al PAN y Morena también, al igual que como querían en el Senado, prolongarse otros seis meses en el cargo.

Y tuvo que salir a declarar el presidente López Obrador diciéndoles que era vergonzoso lo que estaban haciendo y que debían respetar la ley. Así, tuvieron que recular y el jueves 5 de septiembre, justo en la fecha que vencía el término legal, tuvieron que ponerse de acuerdo y nombrar a la panista Laura Rojas como presidenta de la mesa directiva de la cámara baja. ¡Ándale!

En esa parte bien vale un reconocimiento a la congruencia de López Obrador quien recordó a sus correligionarios de partido en disputa en las dos cámaras que hoy las cosas ya cambiaron y que no debe repetirse lo que otros hacían en el pasado.

En los dos casos y gracias a la intervención mediática y quizá también directa del presidente, los legisladores de Morena tuvieron que respetar la ley.

En ese sentido se ha sentado un gran precedente.

De boca en boca

Pedro Gómez Bámaca midió el agua a los camotes y ya no quiso meterse a las patadas con Sansón. Para no hacer el ridículo entre los pocos seguidores que le quedan, realizó una marcha magisterial este viernes, desde el extremo oriente y hasta el centro de Tuxtla Gutiérrez. Pero ya no se instaló en plantón indefinido, como había advertido desde hace varios días. Los dirigentes de la CNTE deben entender que éstos son otros tiempos y que ya no valen sus chantajes. Además, ya se les cumplió con muchas peticiones, se han ido solucionando poco a poco muchos pendientes económicos heredados por la anterior administración y han tenido las puertas abiertas del presidente, Andrés Manuel López Obrador, y del gobernador Rutilio Escandón. Ya no tienen ningún pretexto para dejar a los niños sin clases. La decisión estaba tomada: quien se ausentase de las aulas en forma injustificada iba a ser sancionado. Punto.

alexmoguels@hotmail.com