El Informe Fofo

Vuela el Dinero

El discurso fue repetitivo; ya lo conocíamos: es casi idéntico al formato para sucumbir ante la apoteosis de la victoria el pasado julio de 2018, el día en que México se paralizó para exaltar a un solo nombre. Casi igual a las muestras de apoyo entusiastas al paso de Hitler en la Alemania nazi, o de Mussolini en el fascismo italiano o de Franco a la hora del triunfo de los llamados nacionalistas que pretendieron aniquilar a “la mitad de los españoles” para izar la bandera de la paz siguiendo las palabras de su dictador.

Pero también, en esa noche de julio, pudimos asomarnos a los libros de texto para encontrar las crónicas sobre la entrada de Madero a la capital y, más atrás, el regreso del Benemérito, derrotados los invasores franceses y el espurio imperio del barbudo enajenado de Miramar sello de los conservadores de todos los tiempos; y no nos olvidemos de la cabalgata del Ejército Trigarante para con ello consumar la Independencia pasando por debajo del balcón de la celebérrima “Güera” Rodríguez, quien fue amante también de Simón Bolívar aunque la historia del libertador de seis naciones sudamericanas no lo recojan.

Ustedes, cada uno por su parte, puede escoger la partitura que más les guste y estarán felices hoy si les da ánimo para comentar un informe tan blindado como los de peña y calderón en plena identificación con el pasado y sin símbolos de por medio; casi al desnudo. ¿Por qué no se dio el paso relevante a favor de una mayor democracia y con la presencia del presidente en el Congreso, no para reverenciarlo sino para cuestionarlo con mayores elementos de cuantos, muchos de ellos mercenarios, aduladores y oficialistas, asisten a esas “mañaneras” cuya denominación ya no le gusta al protagonistas quien prefiere llamarlas “matutinas” para que crezca el vocablo y con ello la 4T? Sólo Andrés Manuel lo sabe.

La percepción, sin embargo, es que nada cambió en comparación a la vieja usanza. Y si lo hizo no fue para bien de ninguna manera. Una cosa es pretender ser humilde y otra, muy distinta, la de usar los juegos de la demagogia para manipular la conciencia nacional por ahora adormecida. En este punto debiera comenzar la discusión sobre si vamos o no mejor, el deber primigenio de un mandatario quien, ahíto de popularidad, debe enfrentar la realidad de una economía en recesión y atada a los sacudimientos globales y a las guerras comerciales, la de China con Estados Unidos y la de la Unión Europea con el Brexit británico. México no es una ínsula inexpugnable sino tierra todavía de malsana conquista en pro de intereses multinacionales.

Por eso se privilegia todavía a los explotadores extranjeros con inversiones en bancos, mineras, petróleo y telecomunicaciones, otrora áreas estratégicas, y se reparten limosnas a los pueblos provenientes de subastas anómalas y en ocasiones ridículas. De esto, claro, no se dijo nada ayer... mientras los narcos celebraban su nueva condición de ser tratados como partes del pueblo y seres humanos.

La Anécdota

El gobierno está en una permanente colecta. Dicen que lo adquirido por las incautaciones –dinero, joyas, inmuebles y vehículos-, son destinados a los municipios más depauperado del país. ¿Y después qué? En dos o tres meses, la mesada extraordinaria se agota y vuelve la miseria sin que se ponga remedio al verdadero mal: la improductividad.

Como en el sexenio de echeverría –a quien llamaban también compañero presidente-, expropiar latifundios no sirvió para abatir la pobreza. Cuando entraron los campesinos al rancho “El Gargaloete”, del cacique Gonzalo N. Santos, arrasaron con todo; se comieron a los animales y destruyeron cuanto se pudo impulsados por la patética ansiedad del hambre.

Nunca son buenas las comparaciones, pero sirven cuando los acontecimientos se repiten.

loretdemola.rafael@yahoo.com