Póker de Ladrones

El Incansable AMLO

Con su póker de ladrones y miserables en la mano, AMLO cree que puede ganar el juego por recuperar su maltrecha imagen; sólo que necesita exhibir las cartas para poder acreditar y satisfacer a sus adoradores; pero bien sabe que a la mayor parte de los mexicanos, cuando menos seis de cada diez, no le será sencillo engañarla con su hábil manejo de los dedos debajo de la mesa.

Cambia las barajas pero no los hechos. Se ufana, a últimas fechas, de haber logrado las capturas de Rosario Robles Berlanga –a quien quiso atraer después de quedar viudo de Rocío Beltrán y ésta lo dejó despechado-, por una “estafa maestra” que teniendo una pirámide altísima se quedó en el escalón intermedio: luego la de Juan Collado cuando se dejó libre a su interlocutor, Carlos Romero Deschamps, con quien comía, por diversos delitos de lavado de dinero; y se siguió acusando a Emilio Lozoya Austin, el tonto útil, quien despachó sobornos por doquier provenientes de Odebrecht en donde aparece como ejecutiva principal, nada menos, Elisa Margarita Gutiérrez Saldívar, esposa del recién decapitado Javier Jiménez Espriú.

Por supuesto no se nos olvida Genaro García Luna quien permanece en una prisión de Nueva York luego de que el 3 de enero de este año, cuando la maldita pandemia comenzaba a extenderse en China y tocaba a Europa, en una audiencia de quince minutos se declaró inocente. Poco debemos agregar salvo que durante la pomposa visita de Andrés Manuel a Washington no se movió una sola hoja del árbol de la justicia; y los propósitos falsos de extradición están tan congelados como los mayores picos de Greonlandia.

El mes que termina puede denominarse como el de los juegos penales –no de cartas-, en pleno verano. Sin rudezas ni aplicaciones salvo las ligeras citas del “primer mandatario” en funciones y un esquivo fiscal general, Alejandro Gertz Manero, más cuidadoso de su apariencia que de sus actuaciones en un medio plagado de criminales. Por ahora sólo podemos hablar del pasado en esta cuestión porque en el presente, igual que ayer, el presidente preserva a sus pollitos como gallina inquieta sobre el destino cruel que les espera; pero no por ahora mientras detente el poder absoluto alegando que existen otros cauces para defender o acusar a los predadores humanos.

No se me olvida, claro, César Duarte Jáquez, el perseguido ex gobernador de Chihuahua, tras tres años de “búsqueda” fue aprehendido en Miami Florida donde permanecía muy segundo de su invulnerabilidad, como otros sobre los que pesa la Espada de Damocles. Y allí está hasta ahora sin precisarse si será o no extraditado y cuándo de ser afirmativa la decisión de ponerlo bajo proceso en México. Ya sabemos que para ello se depende de los tribunales... estadounidenses. Pura soberanía la nuestra.

Fue un mes terrible que AMLO pretendió paliar mejorando pensiones, suprimiendo la ayuda a los centroamericanos y poniendo en funcionamiento un anexo a la T2 del aeropuerto de la Ciudad de México. Esto es cómo si se tratara de un pulso para ganar la cuestión de si sirve o no como mandatario. El desafío sería organizar la consulta sobre la revocación de mandato ahora y no cuando esté próximo a marcharse.

La anécdota

Bajo el periodo de Alemán sus corifeos insistían en que el mandatario era “un roble”, incapaz de enfermarse y cuando faltaba uno o dos días a Palacio por una gripe natural justificaban su ausencia a la necesaria revisión de agendas y a la preparación consiguientes de giras de trabajo en el célebre “tren olivo”. Y hasta un chascarrillo se popularizó:

“Pita y pita el tren Olivo

Y va diciendo a su paso:

¡Ah, qué pelao tan activo;

nadie me ha molido tanto!”

Hoy, el héroe e inquebrantable hombre sin tapabocas va a inaugurar una obra, como la de la T2, y sus relatores a sueldo enseguida montan una crónica afín que subraya: el presidente es incansable... y mejor contaminador dado que reconoció que algunos de sus familiares sufren COVID y dos de ellos murieron. Pero él es “un roble”... como Alemán.

loretdemola.rafael@yahoo.com