Conservador de Clóset

Tratamiento Clase VIP

Es costumbre, bien arraigada ya, la pretendida infamación de los contrarios a AMLO llamándoles “conservadores” para situarlos como herederos de los traidores que le ofrecieron un trono fáctico al enajenado barbado de Miramar. Olvida el soberbio mandatario que un importante número de mexicanos prefiere mantener el estado de cosas por temor a los virajes históricos tan dañinos a través de la historia; en lo particular prefiero situarme entre los liberales que insisten en abanderar las causas de la modernización, sobre todo la del pensamiento, antes de atarse a ritos caducos ya superados en el espectro universal.

Hace algunos meses, Andrés, mi antiguo conocido –prefiero desconocerlo como amigo-, sin que viniese al caso y blindado por sus habituales corifeos –Lord Molécula y El Pirata ahora aspirante a diputado tras dejar los ropajes del periodismo mercenario-, dirigió los dardos venenosos contra mí tildándome, precisamente, de ser un conservador. Francamente no pudo evitar una carcajada que extendí a varios amigos cercanos, entre ellos un colega republicano español, de los de verdad. También se río y, con sorna, me preguntó:

--¿Y te lo dice el amigo, el hombre “maravilloso” de Trump, el ultraderechista más dañino de lo que va de este siglo?

Cuando todavía se debate el destino del expresidente de USA por su evidente participación, como líder, de la toma tumultuaria del emblemático Capitolio el pasado 6 de enero, la cercanía y las lisonjas de AMLO hacia él plantean una línea hondamente conservadora, muy cobarde diríamos, por parte del mesiánico tabasqueño.

Bastaría con ello y, sin embargo, la traición a todo espíritu liberal, como el de Juárez, Morelos o Cárdenas –entre otros más-, se ha hecho patente en cada una de sus acciones de gobierno como la entrega de la administración del aeropuerto de Santa Lucía a los militares quienes ya hicieron concesiones a los mismos que las tenían en el fallido campo de Texcoco con los agravantes conocidos por la pésima situación del mismo, cerro de por medio.

Y ha sido terriblemente conservador al proteger a su clan familiar de sus evidentes corruptelas, desde Pío a sus primas Felipa y Luisa, lo mismo que Luis Garrido Obrador quien adquirió, sin subasta alguna, dos millones de dosis de la vacuna AstroZéneca, elaborada en la Universidad de Oxford con intervención de Carlos Slim Helú, para venderlas a los hospitales privados antes de que se distribuyan las gratuitas con sabor proselitista. Desde luego, hay quienes pretenden desanimar a los adultos mayores preguntándoles si, de verdad, querían vacunarse. ¡Así, expresaron, se evitan los autoritarismos! Solo López de Santa Anna se hubiera atrevido a tanto... sin cubre-bocas desde luego.

Si alguna vez AMLO se dijo liberal tal significaría, nada menos, que es un traidor; porque va en camino del genocidio bajo el peso de los varios cientos de miles de muertos que pudieron haberse salvado de existir menos negligencia patológica en otros López, el propio Obrador y Gatell. Hasta sus propias tumbas, llegado el momento, arrastrarán su devastador paso por la historia de la histeria humana.

La Anécdota

Un médico amigo, muy cercano a los entresijos del poder y solicitándome por ende guardar su confidencialidad, me escribió una líneas que no debieran dejar duda alguna:

“Nada más para que sepan al presidente lo atendieron con Tocilizumab y Redemsivir los medicamentos más caros para el COVID; el primero con costo de diez mil pesos por ampolleta y el segundo con valor de cuatro mil dólares cada tratamiento.”

Parece muy liberal y socialmente gratificante. ¡Es el presidente demócrata que vive en un palacio y desdeñó los “lujos” de la residencia oficial de Los Pinos bastante menos ostentosos!

loetdemola.rafael@yahoo.com