Desplantes de AMLO

Los Peores de Todos

La 4T se convirtió en un circo de palabrerías sin descanso posible. Los dos López, Obrador el presidente y Gatell el entenado, no dejan líneas de pensamiento en el imaginario de las conjuras y de los muertos que suman y suman en medio del más absoluto caos y en sentido contrario a la lógica elemental. Por ejemplo, el mandatario insistió, hace un año, en la necesidad de que “saliéramos poco a poco” hacia la “nueva normalidad” en donde él permanecerá como faro invulnerable y luego, en calidad de dietista, nos dictó lo que deberíamos comer y cuánto debíamos desechar: los refrescos con azúcar, por ejemplo, a cambio de privilegiar a la cerveza un negocio que hace grandes, económicamente, a sus vástagos.

Y Gatell sigue anotando los nuevos picos, como si fueran los Picos de Europa, la cordillera sobresaliente que comienza en Asturias y termina en Cantabria, de una pandemia cuyo equilibrio podría alcanzarse en los próximos meses si logra mitigarse con ausencia de insumos y estadísticas tan falsas que dan lugar a risa. Les cuento dos:

1.- Los números sobre las camas “disponibles” nunca correspondieron a los datos sobre los contagiados diariamente. Mantuvieron los porcentajes en un nivel similar cuando, en los meses terribles de 2020, ingresaban entre tres mil quinientos y cuatro mil infectados a los hospitales. ¿Cómo le hicieron para que la disponibilidad hospitalaria se quedara igual? ¿Retiraron a los enfermos terminales y a los pacientes seleccionados para sostener la incongruencia de que había lechos libres? Porque no tiene sentido que se marque una cifra de enfermos al día y no aumenten las camas ocupadas. Tontería máxima que se convirtió en criminal... ahora que, de hecho, rondamos ya ¡el millón de muertos por COVID!

2.- López-Gatell, no puede negarse, tiene una imaginación tan pródiga que la convierte en habilidad para salir de cualquier atolladero. Por ello cuando la letalidad rebasó a los mil muertos en veinticuatro horas se inventó que no eran de un día... sino acumulados de dos semanas que no habían sido registrados porque eran antes sospechosos al no poder confirmar las condiciones y síntomas de cada fallecido. Una antología, sin duda, que no se le ocurrió ni a Putin ni al mandatario con mayor credibilidad del planeta si es que hay alguno.

Mientras, la Organización Mundial de Salud cayó en el vaivén entre el elogio a los López y su insistencia en las cifras poco creíbles que presentaron. Una de las contradicciones mayores en el periodo interminable de esta terrible pandemia que, de haberse dado en otros tiempos, pudo causar mayores estragos entre la población mundial; de hecho apenas comienza a sentirse la intensidad de los contagios en África y parte de Asia mientras en Europa disminuyen al fin. Lo de los Estados Unidos, no lo duden, tuvo tintes electorales el año pasado. (Es una broma de humor negro).

Pero el doble lenguaje permanece en México y con tales peroratas es evidente que la población hace cuanto quiere siguiendo su intuición... o el optimismo infundado del icono de la izquierda quien no duda en calumniar, basándose en anónimos no comprobados, a sus críticos. Igual lo hubiera hecho Stalin... o Franco. De izquierda a derecha.

La Anécdota

--Veamos, Andrés, ¿quiénes son los peores entre los más perversos?

1999. El entonces presidente nacional del PRD, López Obrador, sentado a mi mesa, sonrió:

--Dame nombres, a ver...

--Madrazo, Bartlett, Cervera.

Y esbozó una sonrisa mayor:

--Primero Bartlett, después Cervera.

--Pero Madrazo es tu enemigo directo.

--Sí, es muy malo; pero son peores los otros.

loretdemola.rafael@yahoo.com