Para dar Gracias

De los Arrebatos

Dicen que el pueblo estadounidense suele celebrar el célebre “Thanksgiving Day”, el día de acción de gracias, con mayor solemnidad y unión familiar que incluso durante las fiestas navideñas. Alegan que tal no es solo una tradición sino una especie de expiación para quienes se sienten atrapados en el torbellino de lo mundano, allá en el país que es el reino del consumismo –no comunismo, señores correctores-, y la belicosidad por sentirse, como nación, los más poderosos del mundo; y algo, por tanto, hay que retribuirle al Señor.

En México solo en algunos muy contados restaurantes además de una célebre cafetería-almacén con los búhos como símbolos de identidad, se le da importancia a la efeméride confeccionando menús con el célebre pavo a la cabeza con su relleno característico; en lo particular, cuando he podido, me he atrevido a hincarle el diente a uno de esos manjares uno de los pocos de la cocina de USA que valen la pena por encima de la llamada “fast food”.

Es hora de que en México celebremos y demos gracias al creador, en este caso de la TTTT, mesías de Macuspana y epítome de las mañaneras sin sombras con aguerridos periodistas tan calificados como Lord Molécula, famoso por su caricaturesca figura y espejo del informador a la medida del régimen. El problema grave es que los agradecimientos... son por nada.

Sostengo batallas verbales y escritas con algunos de los partidarios de Andrés, cada vez menos porque no quiere dar la razón a nadie que ose cuestionarlo –razón por la cual ninguno de sus originales y antiguos partisanos está con él ahora... salvo el redomado comunista Pablo Gómez, ascendido a la titularidad de la Unidad de Inteligencia Financiera-, y ninguno de ellos es capaz de hilvanar argumentos sólidos para defender al mandante-mandatario ni a su causa... perdida ya ara la historia.

Balbucean argumentos baladíes como el de los repartos de los bonos a los adultos mayores y a los “ninis” que convierten una especie de justicia social en túmulo de la democracia, es decir en su ataúd por cuanto entraña una arrogante compra de voluntades políticas en el numen de la demagogia; y así, lo mismo, con las vacunas contra el coronavirus sin que se detengan a pensar la pésima administración de la pandemia cuyos saldos en México son abominables: más de un millón cien mil muertos muy por encima de las erráticas cifras oficiales, entre 300 mil y 900 mil si sumamos los 600 mil que aceptó el titular de la Secretaría de Salud, Jorge Carlos Alcocer Varela –mucho menos exhibido que el famoso “doctor muerte”-, se han registrado por encima de la contabilidad de López-Gatell Ramírez –por si se les había olvidado que tiene madre aunque no lo parezca-.

¿Agradecer por las narco-carreteras allá por la sierra de Sinaloa? ¿O por los más de cien mil ejecutados por el crimen organizado, en menos de tres años, que rebasan las cifras ya de los sexenios anteriores deplorables? ¿Acaso la economía repunta como dijo AMLO sucedería a través de este 2021? ¡Ni con un milagro del rollizo Santa Claus podría alcanzarse la meta planeada en un mes y seis días que le restan al actual período anual!

Francamente solo los tuertos, los mercenarios y los ignorantes, además de los beneficiarios directos de la TTTT –los dueños de insecticidas por ejemplo-, se han quedado sin argumentos.

La Anécdota

--Andrés –le comenté al enfurecido candidato presidencial del PRD luego de las elecciones de 2006-, en los centros urbanos no creen la versión del fraude generalizado.

--¡Ah! ¿Tú tampoco crees que lo hubo?

--Creo que lo hubo pero no como lo cuentas. Bastaron cuatro laboratorios –Guanajuato, Jalisco, Veracruz y Puebla- para restarte medio millón de votos y subir otro tanto a favor de Calderón. El problema es que estaban muy a la par. Pero mucha gente actuó con civilidad, sobre todo en las ciudades más pobladas, y están molestos porque no observaron ninguna irregularidad. Hay que exhibir a esos laboratorios alquimistas y no generalizar.

--Lo vamos a hacer –respondió enfático-.

Así fue como retiró un capítulo completo de su libro “La Mafia nos Robó la Presidencia” en el que daba cuenta concreta del fraude... pero “alguien” le convenció para que NO lo hiciera y dejara la tesis que no podía sostenerse. ¿Fue Pablo Gómez?

loretdemola.rafael@yahoo.com