Una Mascarada de AMLO

Amigos en Washington

Debieran ser mejor en plural: las mascaradas. Y es que el presidente-monarca López IV siempre se disfraza en sentido contrario a lo que es con excepción, claro, a ningún referente con el célebre baile de “los 41” –eran 42- del porfiriato que sirvió, eso sí, no solo para poner bajo vigilancia a su yerno pecador, Ignacio de la Torre y Mier, sino igualmente para imponer a hierro y fuego su voluntad política y lograr que liberarán al atrapado sujeto de los homosexuales detenidos por “atentar contra la moral”.

A Andrés, desde luego, esta crónica debe incomodarlo porque sus nueras podrían saltar en defensa del honor de sus maridos –ninguno de ellos ha dado muestras de algo parecido-, si bien lo que está en juego es, desde luego, su predilección por ese fantasma atorado que llamamos corrupción introducido por todas las venas de la TTTT fallida y descabezada por el insolente “gatopardo” de Andrés –les remito a mi obra al respecto y del mismo nombre, publicada por la Fundación Loret de Mola a falta de editores Mexicanos y respetuosos de la libre expresión-.

Pues bien, también el señor López IV tiene quien lo vigile cuando viaja al exterior; de cinco salidas fuera de México, cuatro han sido a los Estados Unidos, concretamente tres a Washington y una a Nueva York, para mostrar en donde están, de verdad, los intereses de su gobierno. Si luego alega que se identifica con Cuba, Nicaragua o Venezuela miente en algún grado y genera desconfianza entre los miembros del célebre Foro de Sao Paulo, invento de Lula da Silva y Dilma Rousseff, en su retorno al poder en Brasil.

¿Cuál es la cancha del gobierno mexicano? ¿La del norte o la del sur? No olvido a una estudiante venezolana en Madrid quien, de plano, me dijo que México pagaría caro el haber vuelto la cara hacia Estados Unidos –con el antiguo TLC hoy T-Mec-, y no hacia el sur en donde pudieron hermanarse para conformar un bloque latinoamericano contra la fuerza del norte del continente. Y quizá tenía razón y la tiene en la actualidad.

En el centro de las turbulencias se ha situado López IV, es decir en medio de la nada, sin definiciones y contrariando, a cada rato, sus demagógicos discursos impregnados de fábulas y chascarrillos, además de epítetos contra los periodistas y todos los sectores de la sociedad que no estén incondicionalmente a su disposición, con los hechos incontrovertibles. Lo mismo fue sumiso con Trump, quien dijo que nadie como AMLO se le había doblado tan rápido- que más que prudente, más bien arrastrado, con Biden. Y esto tendrá que recogerlo la historia ya perdida para él.

Lo malo es que México está en medio de las locuras y extremismos de su mandante-mandatario quien sigue construyendo un escenario dictatorial que pudiera darnos una tremenda sorpresa, un susto de infarto, en el 2024, cuando sus corcholatas parezcan quemadas o aplastadas y pretenda demostrar con ello que la salvación, no el peligro, es su continuidad mediante una prórroga para no ensuciar el pendón de la “no reelección” varias veces hollados en algunas entidades, como Yucatán en donde el cacique Cervera se mantuvo en el poder diez años. Una vergüenza que cargamos todos luego de la muerte del personaje a quien, siquiera, los yucatecos le voltearon la espalda cuando pretendió competir por la alcaldía de Mérida... y acabó muriéndose un mes después de los comicios de 2004 en los que absurdamente participó.

Pues de él toma el modelo AMLO: fue Cervera quien inició el estilo de la prórroga para permanecer en el poder luego de ser designado interino a la caída del entonces gobernador Graciliano Alpuche Pinzón, general sin arraigo, en 1984. Simplemente el Congreso lo avaló para que continuara en la gubernatura al vencerse el período por el cual fue designado. ¡Y todavía compitió para la gubernatura y la ganó en 1995... hasta que el PAN arrasó seis años después!

Tal es el penoso antecedente que, por supuesto, no ignora Andrés. Se lo advertí un año después de la ruptura constitucional en Yucatán y situó a Cervera a la altura de Bartlett como los más perversos políticos de México, incluso en nivel más alto que Roberto Madrazo, su enemigo histórico. De los peores aprendió más que de los mejores a quienes desplazó cuando le hicieron sombra.

El gran fascista de México ahora abanica con el bate beisbolero al poder norteamericano.

La Anécdota

“Bienvenida, presidenta Kabala”. Tal fue el primer encuentro entre AMLO y su “amiga” Kamala Harris, vicepresidenta cada vez menos popular de USA.

De esta frase se desprenden los “momentos gratos” que dijo ella pasó en México con todo y cubrebocas el 9 de junio de 2021, once meses después del encuentro fútil entre Andrés y Trump, su gran amigo, a quien siempre, doblado, está presto a servir y más si se reelige contra las denuncias y el burdo asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.

López IV parece perinola.

loretdemola.rafael@yahoo.com