El día del Fascismo
La Fiesta del Pobre
Sin duda y conscientes de la gravedad del tema, la marcha que fue convocada por López Obrador el domingo 27 de noviembre de 2022 significó el ingreso definitivo de nuestro país al fascismo más rudimentario, el mismo que fue bandera de Mussolini en Italia o de Franco en España -éste jamás castigado por quienes infamó- y que fue ampliado al nazismo execrable de Hitler.
No se trata solo del acarreo vulgar, señalado desde varios días antes por la entonces alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, del PRD y valerosa lo que no puede decirse de otros elementos de la oposición, sino de las formas que hicieron de las veladas amenazas a los contrarios un modelo a seguir por el mal entendido presidencialismo autoritario elevado a las alturas. Por eso le llamo fascismo. Por desgracia todavía no se puede evitar la propaganda manipuladora sino, al contrario, se proyecta a cada una de las acciones del actual gobierno bajo el peso del poder central y los consiguientes chantajes a una población dispuesta a considerar que los bonos oficiales salen del bolsillo de AMLO y la bolsa de Claudia y no del erario público que se conforma con las aportaciones de toda la ciudadanía.
Así, las asechanzas de quienes laboran a favor del régimen no tienen obstáculo alguno entre el colectivo confundido que no aprecia los abismos deslumbrados por el artificio de los fuegos festivos y las palabrerías huecas. La marcha del predecesor en aquellos días de 2022, aunque sea renqueando, fue un espejo del mismo, tan enfermo, física y mentalmente, que ya no puede medir, ni quiere, hasta dónde puede llegar el abuso de un gobierno, tramposo y profundamente herido porque un amplio sector de la población le repele de modo categórico como se observó quince días antes, el domingo 13 de noviembre, cuando el manejo tuerto del número de asistentes cayó como plomo ante los ojos del “todo México”. Y todo esto para escudar a la marioneta.
En unas cuantas horas los números finales sobre los asistentes a la manifestación que no dejó dormir a AMLO desde que comenzó a aglutinar a diversos colectivos civiles, sin necesidad de propaganda salvo la de las redes sociales que hicieron virales, como si se tratara de una llamada de auxilio, los pronunciamientos y razones para caminar, con los participantes indignados pero sin perder la cordura ni pintar un solo grafiti, hacia un Monumento a la Revolución abarrotado. Lo mismo esperamos para el domingo primero de diciembre de este 2024.
Lo que la 4T no puede evadir es el hecho contundente que marchas similares, con importantes estadísticas de asistencia, se dieron en otras 56 ciudades del país, no solo en las más politizadas sino, de verdad, incluso en aquellas de lento despertar cívico, demostrando con ello su cansancio, su furia más bien, aunque contenida en los gritos ahogados, ante el alud verdadero de ofensas del predecesor mandante hacia el pueblo rebelde al que descalifica e infama a cada rato. Incluso ya empezaron los retos, cara a cara, de ciudadanos hastiados no únicamente por la corrupción ingente sino, en mayor crecida, por la hipocresía intolerante y los insultos de aquel presiente tuerto. ¿Le entras Andrés Manuel?, peguntaban sin cesar a sabiendas de que, cada día, buscaba refugios más sólidos. Y ahora, desde algún sitio del país -o quizá en otras coordenadas-, sigue mandando mensajes autoritarios a través de Andy, el corrupto, de Toy Story.
Los baños de pueblo, ahora, son como un disparo en el pie de la nueva huésped del Palacio Nacional aunque no lo habite aún. Sus propias reacciones la están hundiendo, como a su predecesor, sin remedio.
Desde luego la agenda del predecesor sigue funcionando con la señora Sheinbaum que ha retornado a los vuelos comerciales incluso hasta para irse a Brasil a hacer el ridículo; dicen que así se rompe la estática del inútil expresidente quien no se atrevió a presentarse en estas “cumbres” como la del G-20.
No es broma sino una visión nada ajena a la realidad bajo el peso del rencor, la egolatría y... el fascismo indisimulado.
La Anécdota
Mientras, los abusos prosiguen por todo el país. En Tlaxcala descubrimos que la gobernadora morenista, Lorena Cuéllar Cisneros -nieta de dos ex gobernadores priistas y candidata del mismo partido al gobierno de la entidad hace diez años-, alista sus fuerzas para proponerse hacia mayores alturas y para el caso, adquirió veinte camionetas Suburban 2025 para repartirlas... entre sus familiares.
Con motivo de la feria de su ciudad capital hace un año, la señora en cuestión organizó un “festival de paellas” cobrando, nada menos hasta tres mil pesos por persona. Un escándalo hasta para los riquillos de la zona.
El pretexto para tan alta tarifa fue la presentación, ya por la noche -extendiéndose el tiempo para el consumo de bebidas no incluidas en el precio original de cada boleto-, del veterano cantante Emmanuel, ya con menos voz
y pobre carisma. Y para redondear la escenografía se obligó a los trabajadores del Estado a sufragar, cuando menos, una entrada lo que significó, para muchos de los convocados, entregar más de la mitad de sus salarios para “la causa”.
Unos hablaron de que fue la fiesta de la sociedad tlaxcalteca; los más hablaron del festín del gobierno que hipócritamente se hace llamar de “los pobres”.
loretdemola.rafael@yahoo.com