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Hoy Escriben - Rafael Loret de Mola

Desafío

Temor a la crisis

Algunos temen llamar por su nombre a la actual situación de nuestro país ante el crecimiento soberbio del señor Trump, decidido a modificar la economía global para convertir a buena parte de los países del mundo en sucursales de Estados Unidos. No es solo México sino también Canadá, China y Sudamérica, por mencionar a algunas regiones, aunque también podríamos incluir a Europa en plena debacle de su sociedad con la Unión Americana.

Temo que algunos navegantes, eso sí, no sepan cómo llegar a nuestro país si siguen las indicaciones de Google en su edición estadounidense porque no sabrían si identificar al inexistente Golfo de América y caerían, de precipitarse, en el Triángulo de las Bermudas entre la niebla y las marejadas para desaparecer, en un instante, como sucedió con la Isla Bermeja a la que suprimieron de las cartografías para lograr con ello que nuestro deplorable vecino del norte ampliara su mar territorial; y ahora, claro, la connotación tendría que ver con el tratado Zedillo-Clinton, firmado en 2000, con el propósito de no extraer petróleo del Hoyo de la Dona hasta por veinticinco años... esto es, a punto de llegar a su fin.

Los intereses, solo eso, son los que mueven al señor Trump que no está loco sino que quiere, sencillamente, convertirse en el rey del universo, con doradas señas, por los siglos de los siglos y con la bandera de las barras y las estrellas izada más allá del río Bravo.

Lo mismo en la cuestión de los aranceles que colocan a la economía mexicana en proceso de catástrofe aunque los supuestos expertos pretendan reducir el golpe con análisis superficiales y sin el menor sentido de la prospectiva. Al aplicarse esta medida absurda, nuestro país puede quedar más encadenado y sin opciones. ¿Por qué, nos preguntamos muchos, la señora presidenta(e) no está ahora mismo viajando en Europa para conseguir vías de escape, con nuevos socios, ante el embate de Trump? No entiende, al parecer, cuáles son sus prioridades y se centra en mantener unas mañaneras turbias y tibias, sin casi aportaciones, mientras la crisis aumenta de manera inmisericorde.

Desde luego, la situación es uno de los mayores desafíos, quizá el mayor, que ha enfrentado nuestro país en su triste historia con los Estados Unidos; por fortuna el gran Pancho Villa es, hasta hoy, el único mexicano que se ha atrevido a enfrentarse al gigante dentro de su territorio dando después a la Expedición Pershing que, al final, fue un estruendoso fracaso con todo y el general Patton -no tenía este rango entonces-, en sus filas. Villa se burló de todos ellos si bien, después, los norteamericanos se la cobraron en Parral con sicarios vulgares.

Hablemos de lo que más temen los empresarios y exportadores: los aranceles. Es cierto que, en algunos casos, los productos mexicanos causarán alguna merma a los estadounidenses porque serán más caros en el mercado. Pero no dicen los agoreros de Claudia, sobre todo su ahora entenado Marcelo Ebrard -quien en el fondo la aborrece y soporta-, que tal situación se resuelve sencillamente adquiriendo las ofertas de otras marcas, provenientes de cualquier parte y deseosas de ganar el mercado norteamericano, y alejándose de las líneas de México.

Es decir, nuestros productos se quedarán fuera del mercado del norte y es muy difícil que Canadá salga a dar la cara cuando está en condiciones similares, si bien allí están preparándose para la guerra comercial y devolver la moneda de la inquina a la Casa Blanca-Dorada bajo el cielo de los Trump, la pareja nada más, porque Barron, el hijo menor y el más consentido prefiere alojarse en Nueva York para no ser ahogado por el autoritarismo, o dictadura, de sus padres. Es el joven más solitario del planeta.

Trump, demagogo como todos los pretendidos monarcas sin coronas, pidió orar por él; desde luego es una incongruencia viniendo de un personaje con apariencia satánica. En lo personal, ya lo dijimos, esperamos orar por todo lo contrario a lo que postule este falso redentor anaranjado. Como, por ejemplo, que todas las naciones de la tierra, en unión solidaria, pongan aranceles a las mercancías provenientes de USA antes de que, por separado y una por una, el siniestro presidente de este país las devore.

El tema de los aranceles es terrible. Además, al agregar el petróleo y el acero al listado oscuro nos coloca en franca desventaja en el mercado internacional. Quizá por ello el señor Trump, sin el menor pudor histórico, envió a un representante personal a reverenciar al deplorable e infame señor Maduro a pesar de que reconoció al opositor Edmundo González Urrutia como el legítimo presidente de la atenaceada Venezuela. Claro: primero los intereses; y como quiere golpear al petróleo mexicano va a buscar el venezolano, así tenga que acordar con el demonio... si no lo ha hecho ya.

Estamos a la deriva, México y el mundo entero. La incertidumbre avanza con claros avisos de que la pobreza habrá de aumentar en el mundo bajo el flagelo de las ocurrencias –“órdenes ejecutivas” les llaman en Washington-, del señor Trump. Pese a ello no se reduce, hacia dentro de USA, la popularidad del mandatario... lo mismo que en nuestra patria respecto a los morenistas traidores. Vamos mandando a la residencia oficial de Trump a personajes tan preclaros en materia de intrigas, traiciones y demás, como Yunes, Adán Augusto, Bartlett -quien deberá ser exonerado de los cargos en su contra-, y por supuesto a las nuevas adelitas de hoy en día jefaturadas por Luisa María Alcalde Luján y la “ministra del Pueblo”, la petulante e ignorante, Lenia Batres Guadarrama. Serían de mayor utilidad que los camiones del bienestar enviados a Los Ángeles y no a Acapulco en donde, después de Otis, llegaron tarde y en escasa cantidad.

No se puede engañar, tanto, a todo un pueblo. Digamos todos que, cuando menos, debemos de abstenernos de votar por lo que nadie entiende: la obsesiva reforma judicial y la votación al respecto, planeada para junio, salida de las tómbolas en la kermesse del Senado de una República infamada por vividores, traidores y genocidas del pensamiento.

loretdemola.rafael@yahoo.com