Llamada o Ultimátum
La señora Sheinbaum -con demagógico fin- asegura que defenderá la soberanía a cualquier costo; pese a ello es una realidad que nuestro territorio -cielos y mares- están siendo hollados por el gigante del norte y su líder Donald Trump, el más antimexicano de los presidentes de USA. Por ello es de dudarse que la célebre llamada telefónica entre los mandantes-mandatarios de nuestro país y USA pudiera haberse llevado dentro de los límites de la amabilidad y cortesía y, por ende, la cacareada victoria de la 4T, Morena y rapaces que la acompañan, fue solo una prórroga hasta principios de marzo, esto es dentro de unos cuantos días.
Lo más complicado para la presidenta (e), sin duda, es cumplir lo acordado en términos de entregar a las principales cabezas del narcotráfico y políticos podridos hasta la médula por sus colusiones amorales con los primeros. Y de allí se desprende el tufo de la protección grotesca a quienes son señalados con evidencias de su letal corrupción en la senda de los abrazos que extendió el dominio de los cárteles por todo el territorio nacional, incluso en aquellas entidades que presumían mantener la paz y el control en materia de seguridad, tales como Tlaxcala y Yucatán, excelentes refugios por sus condiciones geográficas.
Hasta hace un lustro me hubiera sido imaginarme observar retenes al amparo del narcotráfico cerrando o bloqueando autopistas y circuitos como ocurrió recientemente, muy cerca de nuestra casa, entre la ciudad de Tlaxcala y Apizaco. Hoy, son varias las rutas contaminadas en una crecida exponencial de las amenazas del crimen organizado con la extendida “La Barredora”, originada en Tabasco, y ahora con mayores espacios hacia Veracruz y Puebla o hasta el sureste de México, digamos Mérida y, sobre todo, Cancún, en un lamentable retroceso en el renglón.
¿Y la lista de Trump cuya vigencia termina en marzo para dar lugar a “otras acciones”? Esta es la cuestión; por algo se ha confirmado, como expresamos en su momento, que el predecesor AMLO está en Cuba desde el 15 de enero pasado y, por ello, no pudo asistir a la boda de su hijo favorito, Gonzalo alias Bobby, el de los negocios de altos vuelos junto al temerario Andy, quien asciende, pese a las denuncias concretas sobre las actividades del “clan” -administradas por Amílcar Olán, el intocable-, y está colocado como secretario de organización de la prieta de Obrador acaso con la condición de una abierta provocación hacia las agencias de inteligencia de USA... y también las de México por ahora silenciadas por la señora de Tarriba.
No se explica de otra manera -salvo por las complicidades de un amplio sector de la prensa llamada nacional-, que no se persiga judicialmente, pese a las evidencias en su contra, a los gobernadores Rubén Rocha Moya, de Sinaloa; Alfonso Durazo Montaño, de Sonora y a Cuauhtémoc Blanco Bravo, escudado en una falsa popularidad por su célebre “cuauhtemiña” -una burla futbolera con el balón entre sus piernas-, quienes deberían, cuando menos, estar sujetos a sendos juicios de procedencia y no a los halagos insípidos de la mandante protectora de sus borreguitos. Buena pastora, pésima gobernante.
A los tres anteriores podrían agregarse a Américo Villarreal Anaya, “gobernador” de Tamaulipas, a quien la DEA le tiene abierto un grueso expediente que trata él de ocultar bajo las faldas-pantalones de la primera mujer que alcanza la titularidad del Ejecutivo federal pero maniatada en sus funciones por el grupo político de su antecesor y los miembros del grupo más íntimo de este, desde Adán Augusto López Hernández, líder de la bancada morenista entre los Senadores y exgobernador de Tabasco, hasta el singular y delicado Mario Delgado Carrillo, quien denigra el escritorio que fue de José Vasconcelos Calderón, llamado el maestro de América y uno de los mejores educadores, políticos y escritores que ha dado nuestra patria. Imagínense la degradación de la Secretaría de Educación bajo la 4T: primero fue Delfina Gómez, ahora gobernadora del Estado de México; luego, Leticia Ramírez, la que no sabía cómo funcionaban las primarias; y por el momento se coloca a Delgado como continuador de la peor época que ha vivido la cultura y la educación en la historia de México. Vamos, ni los viejos bandidos habrían hecho tanto daño.
Da vergüenza que emerjan como representantes de México ante el mundo, elementos como Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación, quien visitó la Casa Blanca como turista harapienta, o Gerardo Fernández Noroña, el infecto presidente de la Mesa Directiva del Senado -lo será hasta septiembre-, quien no puede disimular su nascencia como pandillero, provocador y mercenario. ¡Y hasta quieren ser presidente (a)!
¿Por qué no se actúa, de una vez por todas, contra Francisco Garduño Yáñez, responsable del Instituto Nacional de Migración hasta diciembre pasado, siempre bien protegido, y responsable de la tragedia en el centro de migrantes de Ciudad Juárez el pasado 27 de marzo de 2023, con saldo de más de cuarenta muertos bajo las llamas y el terror, dejando al descubierto las pésimas condiciones en las que se hacinan a quienes van camino de USA en busca de trabajo y no se les deja pasar. Hoy, el sucesor de Garduño es el exgobernador de Puebla, Salomón Céspedes Peregrina, uno de los seis mandatarios de la entidad durante el periodo de la 4T que va comenzando su séptima anualidad.
La lista de los impunes crece, no baja. ¿Se atreverá Claudia a entregar al exsecretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, otro de los enlistados, y a los funcionarios federales y gobernadores vinculados con los cárteles? Si no lo hace, al término del tiempo de gracia -un mes que ya va a la mitad-, habrá medidas más severas que pueden incluir lo que ya percibe la presidenta (e): una injerencia directa de USA para arrollar a los cárteles amenazados como también el llamado Tren de Aragua, proveniente de Venezuela, aparte de los cárteles ya mencionados. ¿Pretenderá lavarse las manos con argumentos pueriles mientras esconde a su predecesor?
El misterio va convirtiéndose en la penosa realidad de un narcogobierno.
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