Frontera abierta
El comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM) Sergio Salomón Céspedes Peregrina, realizó en esta semana una gira de trabajo por la frontera sur del país y se pudo percatar personalmente de la imposibilidad de frenar el ingreso de personas por el río Suchiate, por donde también cruzan toneladas de diversos productos todos los días.
No se requiere llegar hasta las márgenes del afluente que sirve de línea divisoria entre México y Guatemala, solo con subir a los puentes internacionales de Ciudad Hidalgo o Talismán se puede apreciar el ir y venir de balsas con productos de todo tipo y de personas. Eso lo saben las autoridades de todos los niveles, pero nunca le ponen una atención real y consecuencia de ello, se presentan muchos problemas.
Por esta frontera han llegado enfermedades y plagas, una de las cuales la estamos padeciendo en la actualidad, el gusano barrenador del ganado que ya no solamente afecta a los animales de sangre caliente, sino también a las personas y ya se presentaron dos casos de miasis en Acacoyagua y Tuzantán, lo que ha subido de tono las alertas y hasta los propios productores han exigido a las autoridades intensificar pero en realidad las acciones de vigilancia zoosanitaria y búsqueda intencionada de casos para brindarles atención.
Así que el titular del INM que apenas le permitieron tomar posesión el pasado 1 de mayo, ya tuvo el primer acercamiento con la realidad de la migración en la frontera sur del país, siendo Tapachula la que concentra el mayor número de extranjeros varados por muchos meses que incluso buscan regresar a sus naciones de origen.
En los mensajes enviados a través de sus redes sociales después de su recorrido ha insistido en que “el INM trabaja para garantizar una movilidad humana segura y ordenada”, lo mismo que han dicho sus antecesores, pero al menos desde el 2019 hasta que tomó posesión Donald Trump en su segundo mandato como presidente de Estados Unidos, permitieron que miles y miles de personas sin ningún control ingresaran al país y por la falta de atención, se fueran en caravanas.
Las quejas de presuntos actos de corrupción al interior del INM en Chiapas, en colusión con altos funcionarios del nivel central formaron lo que denominaron el “cártel migratorio”, con el que se hicieron millonarios con la presunta venta de permisos de regularización de estancia y el otorgamiento de Visas Humanitarias, por el cual existen al menos cuatro carpetas de investigación abiertas ante la Fiscalía General de la República (FGR), le fue hecho llegar al nuevo comisionado.
Muchas son las especulaciones en el sentido de que próximamente habrá cambios en distintas delegaciones del INM, entre ellas Chiapas, pero nada se dice sobre el presunto enriquecimiento “muy explicable” de funcionarios que en pocos meses de no tener nada, ahora cuentan con casas, departamentos, ranchos con ganado, vehículos de lujo y en Tapachula, hasta se dieron el lujo de comprar un hospital en pleno centro de la ciudad.
Céspedes Peregrina tiene en sus manos una “papa caliente”, no solamente por la complejidad del fenómeno de la movilidad humana, sino por la imperiosa necesidad de limpiar al INM de toda la podredumbre, aunque sin dejar pasar también que existen “activistas” y grupos de abogados que han hecho grandes negocios con los migrantes, lo que también merece una investigación.
En su visita, el titular del INM se reunió con el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar y abordaron todos los temas relacionados con la movilidad humana y se comprometieron a fortalecer la coordinación interinstitucional para la atención de este fenómeno que no parará, aunque ya es menos intenso que meses anteriores y no precisamente por lo que hace México en su frontera sur, sino por las políticas antiinmigrantes de Donald Trump.
De tal manera que al nuevo comisionado del INM le espera mucho trabajo en la frontera sur, que permanece abierta al cruce de personas y mercancías, sin que exista un control efectivo de las autoridades, problemática que ahora conoce en forma directa al verlo con sus propios ojos; solamente falta saber qué hará para que la migración no vuelva a convertirse en un problema social y en crisis humanitaria como ocurrió en meses anteriores.
Posdata
De los más de 38 mil mexicanos que han sido deportados por Estados Unidos de enero a la fecha, unos cinco mil han llegado en vuelos directos a Tapachula, aunque solamente un diez por ciento de ellos son chiapanecos y el resto de otros estados del país... En tanto, en los últimos días se han dado varios casos de extranjeros rescatados de manos de bandas de extorsionadores que los tenían secuestrados en Tuxtla Chico, Tapachula y Huehuetán, lo que muestra que la problemática es seria… Por cierto, ¿será competencia entre la Fiscalía General del Estado y la Secretaría de Seguridad del Pueblo dar a conocer las acciones cuando realizan la detención de alguna persona por cualquier delito, tanto que ni cuidan que coincidan los datos?... Comentarios al correo vrrafael@hotmail.com.