En un raro llamado de atención, Trump escribió en su red social que no estaba contento con los últimos ataques rusos sobre Kiev, los más devastadores en meses. “No son necesarios y el momento es muy inadecuado”, “¡Vladimir, PARA!”, escribió. Este post permite ubicar de mejor manera el contexto del plan de siete puntos presentado por EE. UU. para detener la guerra en Ucrania.
1. Estos son los siete puntos: (a) cese al fuego inmediato; (b) negociaciones directas entre Rusia y Ucrania; (c) la renuncia de Ucrania a formar parte de la OTAN; (d) reconocimiento oficial de la soberanía rusa sobre Crimea por parte de EE. UU; (e) reconocimiento de facto de la ocupación rusa sobre las regiones anexadas; (f) un acuerdo de recursos minerales entre Kiev y Washington, y (g) eliminación de sanciones sobre Rusia, y cooperación energética entre EE. UU. y Moscú.
2. Bajo ese acuerdo Ucrania obtendría lo siguiente: (a) garantías de seguridad a ser brindadas por parte de algún grupo de países (sin mencionar a cuáles); (b) el retiro de tropas rusas de ciertas partes Kharkiv; (c) navegación libre sobre el río Dnipro en la zona del frente sur; (e) la planta nuclear de Zaporiyia sería desocupada por Rusia y quedaría bajo administración de EE. UU.
3. El más complicado de esos puntos es el reconocimiento oficial de la soberanía rusa sobre Crimea. Prácticamente todos los otros puntos eran ya conocidos, y se sabía que Kiev iba a tener que ceder en su mayor parte.
4. No obstante, en Ucrania existe una amplísima mayoría de la población que hasta hace poco se oponía a cualquier clase de concesión territorial a Rusia. Esto implica, en el fondo, que Zelensky podría ser visto internamente como traidor por la mayoría de la sociedad ucraniana (según encuestas) si acepta ese tipo de términos.
5. Aun así, y mirando el panorama completo, es probable que, bajo las condiciones actuales en el territorio de la guerra, bajo la estimación de que la prolongación de las hostilidades por varios años más terminará por favorecer a Rusia, y bajo las circunstancias políticas que rodean a la administración Trump, este plan representa el máximo alcanzable por ese presidente, al menos por ahora.
6. En la lista expuesta por Washington, por lo que alcanzamos a leer, Moscú tendría primero, que aceptar renunciar a demandar la cabeza de Zelensky y su gobierno (lo que en términos de Putin implicaba “desnazificar” a Ucrania). Segundo, Putin tendría que renunciar a “desmilitarizar” a Ucrania o reducir el tamaño de su ejército. Y tercero, Rusia tendría, al menos por ahora, que renunciar a otro tipo de demandas efectuadas a la OTAN durante años, como compromisos de no expansión y repliegues. Ninguno de esos aspectos aparece en lo dado a conocer hace unos días.
7. Así que, desde la perspectiva de Trump, el estar consiguiendo retirar ese tipo de demandas, es ya un logro mayor que debería ser inmediatamente aceptado por Kiev.
8. Pero Trump se está topando con la pared de una realidad que no se puede “resolver en 24 horas”. Esta realidad incluye a un Putin que se autopercibe empoderado, con el tiempo a su favor, y con la capacidad no solo de negarse a un cese al fuego temporal, sino de efectuar demandas mayores y emplear la presión militar mientras las obtiene; y del otro lado, un Zelensky que puede aceptar casi todo, pero no el 100 % de lo que se le impone.
9. Esta pared parece tener a Trump altamente frustrado, pero no solo con Zelensky, sino también con Putin. De ahí, los límites de tiempo que está buscando comunicar, y el mensaje de que, si las partes no aceptan el plan que la Casa Blanca está proponiendo, EE. UU. podría simplemente “seguir adelante” y dejar que las partes continúen peleando su guerra.