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Hoy Escriben - Mario Ruiz Redondo

En Redondo

¡Hasta siempre Laco!

En Tapachula, la tarde y noche lluviosas de este miércoles 23 de septiembre, seguramente hubiesen motivado la fuente inagotable de inspiración de Eraclio Zepeda Ramos, para recrear literariamente a su muy peculiar estilo, las historias que identifican a la Región Soconusco, en su vecindad centroamericana.

Una posibilidad que ha dejado de existir, apenas la madrugada del pasado jueves 17, al iniciar nuestro amigo su viaje sin retorno, allá al infinito, donde seguramente sigue escribiendo una nueva novela, en la que relatará sus andanzas en la vida después de la vida.

Ha partido el gran Eraclio, pero su obra queda como testimonio de lo que quiso ser como hombre de letras, pero también en la actuación como actor que apenas cumplidos los 50 años de edad, dio vida cinematográfica Centauro del Norte, Francisco Villa, en las películas Reed, México Insurgentes y Campanas Rojas

Platicaría brevemente con la poeta orgullo de Villaflores, Elva Macías, su viuda. Me comentaría que Laco preparaba un nuevo libro de sus andanzas por el mundo, en el que la referencia especial será su patria chica, Chiapas, a la que siempre llevó en el corazón. La edición está avanzada y pronto publicada, para enaltecer todavía más la vida del sobresaliente hombre de letras nuestro.

Manuel Velasco Coello, el gobernador, al ser enterado del fallecimiento del maestro Zepeda Ramos, expresaría que las letras mexicanas están de luto por el sensible fallecimiento del poeta y escritor chiapaneco. Perdurará en nuestra memoria por el don de la amistad y su inigualable obra literaria.

Rendición de un homenaje póstumo de cuerpo presente, organizado por el Congreso del Estado, en su sede de Tuxtla Gutiérrez, en la que el mandatario acompañó en una guardia de honor a la eterna compañera de Laco, Doña Elva, a su hija Masha y su nieta Milena, además de los hermanos de quien fuera igualmente destacado político de izquierda, María, Rafael y Manuel, de la que formaron parte también el presidente del Tribunal Superior de Justicia Rutilio Escandón Cadena y el senador Zoé Robledo Aburto.

Ahí, recordaría que en algún momento quien fuera secretario General de Gobierno de la entidad, diría que la única forma de ser universal, es ser profundamente local. Y por ello, añadiría Velasco Coello, Don Eraclio Zepeda, con sus fuertes raíces, muy profundas en su tierra, se convirtió, como sólo los grandes hombres lo pueden hacer, en un ciudadano del mundo.

Fin de una vida prolífica de 78 años de Laco, como le gustaba que le dijeran donde quiera que se paraba dentro y fuera del país, en los foros diversos en que los amantes de la literatura se daban cita para escuchar de viva voz sus extraordinarias dotes de escritor, poeta, dramaturgo, promotor de la cultura, académico universitario, defensor de los derechos de los indígenas y político, que le valieron la aprobación del Pleno del Senado de la República, para recibir la Medalla Belisario Domínguez 2014, el 15 de diciembre pasado.

Méritos que fueron resaltados en la tribuna de la Cámara Alta, por tres de los senadores integrantes de la Comisión de la presea.

Roberto Gil Zuarth, del Partido Acción Nacional, argumentaría: “De pluma y voz entrañable, un cuentista irremediable, un crítico irredento con el poder de esos que tanta falta le hacen al México de hoy. La capacidad de Eraclio Zepeda de combinar actividades e identidades se replica en su prosa, una escritura suelta que en unos relatos parece la vocera misma de la melancolía y en otros la estampa clara de la ironía”.

Es un mexicano de creaciones literarias universales. Su dominio de la lengua castellana le ha permitido como a pocos, a usar los aportes idiomáticos de los pueblos indios y mestizos vivientes en el estado de Chiapas. Es un hombre de ideas y de pensamiento, con una excelente capacidad para convertirlos en una narrativa vigente, prometedora y activa, expondría Zoé Robledo Aburto, del Partido de la Revolución Democrática.

Por su parte, el representante del Partido Revolucionario Institucional, Roberto Albores Gleason, lo definiría como un narrador sin parangón, literato excepcional, político y diplomático comprometido con la justicia y la dignidad, profesor de varias generaciones en México y en otras partes del mundo, Eraclio Zepeda encarna al ser humano en sus más altos valores.

Se convertiría así este gran chiapaneco universal, en uno de los mexicanos más notables, al ser galardonado con tan importante presea instaurada a partir de 1954, para honrar la memoria del también paisano, senador Belisario Domínguez, defensor y mártir de la libertad de expresión, asesinado en 1913, al oponerse al régimen golpista de Victoriano Huerta, en tiempos de la Revolución Mexicana.

Homenaje en vida a Laco, a la mitad de diciembre último, con la asistencia del Presidente Enrique Peña Nieto, en la vieja casona de Xicotencatl, en pleno centro histórico, precisamente en el mismo lugar desde donde el prócer de “Libres por la palabra libres”, leyera su valiente e incendiario discurso en contra el usurpador de la democracia de México, quien en el extremo de su mente enferma, ordenó que antes de ser ejecutado, le cercenaran la lengua, para que sirviera de escarmiento a sus críticos y enemigos.

Oportunidad para el ejercicio absoluto de la libertad de expresión para el homenajeado, quien al hacer uso de la palabra reiteró su convicción y militancia comunista, recordando que los seguidores de esta tendencia ideológica han actuado en la política nacional desde 1919, sufriendo a partir de entonces épocas de persecución, cárceles y asesinatos.

Fue durante el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río, cuando la participación de esta ideología creció, para continuar con una tendencia cada vez más disminuida hasta llegar al sexenio represivo de Gustavo Díaz Ordaz. Con sentido autocrítico, Laco afirmaría que 60 años de historia, nos enseñaron que el socialismo debía ser democrático, porque un socialismo no democrático se parece demasiado al fascismo, por lo que desechamos la toma del poder por la vía de las armas y tampoco ser dueños absolutos de la verdad.

Mensaje del galardonado, en el que hizo referencia a su paso por China y la Unión Soviética, lo mismo que en Cuba, en días de la Revolución liderada por los hermanos Fidel y Raúl Castro Ruz, así como Ernesto “Ché” Guevara, que le llevaron a tomar las armas para defender la lucha popular y la causa comunista, ante el intento de la injerencia militar estadounidense.

El distinguido hombre de letras, aquél del famoso grupo de “La Espiga Amotinada”, recordó que tal experiencia le sirvió para saber que deseaba para ayudar a construir del país y que no era conveniente, lo cual se aunó al aprendizaje de la cultura política, en base a la intuición del líder del Partido Comunista Mexicano, Arnoldo Martínez Verdugo.

Narración del ilustre literato y personaje de ideas comunistas, en la que incluyó el surgimiento de una naciente izquierda, en la que él estaba incluido, que dio margen a la fundación del Partido Socialista Unificado de México (PSUM), que en principio tuvieron una participación brillante en la Cámara de Diputados, donde ya estaba el Partido Mexicano de los Trabajadores, encabezado por Heberto Castillo Martínez.

Para entonces, el ganador de la Medalla Belisario Domínguez 2014, se había constituido en un político prominente en las filas del PSUM. Ante las elecciones Presidenciales, ambos institutos políticos deciden hacer un frente común y se unifican para crear el Partido Mexicano Socialista (PMS), que de inmediato decidió la designación de su candidato en la contienda. Eraclio Zepeda Ramos y Heberto Castillo Martínez, figuraron como los precandidatos. El segundo sería elegido para representar a la izquierda mexicana, en el proceso electoral de 1988, que sería ganado por Carlos Salinas de Gortari, abanderando al Partido Revolucionario Institucional.

Ante el resultado adverso, surgiría el Partido de la Revolución Democrática (PRD), al que el PMS brindó su registro, que subsiste en la actualidad, en condiciones complejas para su futuro.

Quien llegara a ser diputado federal, como militante comunista, hablaría de la Reforma Educativa del Presidente Enrique Peña Nieto. Afirmaría que las agrupaciones gremiales de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas, la han rechazado porque tratan de marcar la ley a su conveniencia y servicio, respondiendo con gran violencia, con crímenes y arbitrariedades impropia del espíritu universal del Magisterio.

Reiteración de su posición crítica, al señalar que la falta de solidez y legalidad en la actuación de los gobernadores de algunos gobernadores de los estados, ha desembocado en la corrupción de las policías locales y su cooptación por parte de la delincuencia organizada, que ha provocado una estela de crímenes y asesinatos.

Memorable análisis de la realidad del país ante los tres Poderes de la Nación, en el que el ganador de la máxima presea que otorga anualmente el Senado dela República, denunciaría que los delincuentes se han repartido el país y que cuando entrar en contradicción, la guerra y la crueldad se acrecientan y laceran las comunidades.

Mensaje, que a cinco meses y ocho días de distancia, sigue vigente y congruente con nuestra realidad, al advertir que las Secretarías de la Defensa y de Marina, han ocupado y se mantienen en los puestos de combate que debían de ejercer las Policías Federal y Estatales.

Se ha desatado, acusaría, una crisis social que la sociedad rechaza y padece, al crecer con violencia las manifestaciones de protesta, mientras resulta dolorosa la desaparición de jóvenes normalistas, mientras reconocía desde la tribuna senatorial, que hay que reconocer que el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, ha desplegado una enorme fuerza de búsqueda y de investigación sin límite de esfuerzo de todo tipo.

Expresaría al país, que por

grande que sea el dolor, el crimen no se combate con más crimen. La arbitrariedad, la violencia, la destrucción de instituciones y propiedades particulares, además del acoso de los trabajadores y la ley, al grado deponer en peligro su propia integridad, es inaceptable.

Se preguntaría y respondería: Qué nos queda en este momento: Fortalecer la lucha contra la corrupción, contra el crimen y contra la violencia.

Laco, el ser humano siempre fiel a sus ideas, aceptaría que desde hace varios años se ha mantenido a distancia de la vida partidista, sin dejar de reconocer que “en la izquierda están mis convicciones y mis viejos y nuevos compañeros de afanes”.

El Presidente Enrique Peña Nieto, recibiría la exigencia de transparentar sus decisiones y mantener oídos atentos a la opinión pública, para proteger la convivencia nacional, el combate a la ilegalidad y corrupción en todos los niveles y fortalecer el respeto a los derechos humanos.

Así sea.

Descanse en paz, Don Eraclio Zepeda Ramos.

*Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013