Militares mexicanos bajo sospecha, con Cienfuegos

Su nombre y seudónimos estaban de manera sobresaliente desde el sexenio pasado en la lista de “los peces gordos” del narcotráfico internacional, de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA), que al ser alertada por la Casa Blanca, de su visita a la Unión Americana, aplicaría la orden de arresto otorgada desde el 14 de agosto de 2019, por la Corte del Distrito de Nueva York.

Y vaya que se trataba de un personaje muy importante, pues la acción jurídica estaba dirigida contra el general de División, Salvador Cienfuegos Zepeda, a quien identificaban plenamente con los alías de “El Padrino” o “Zepeda”, por lo que se armaría toda estrategia de índole altamente confidencial, para hacerla efectiva a partir del momento en que arribara a la terminal aeroportuaria de Los Angeles, este jueves 15 de octubre, acompañado de su familia.

Ignorante del plan fraguado por la DEA y aprobado por La Casa Blanca, el veterano militar mexicano del más alto rango, nunca se imaginaría que a su llegada le aguardaría todo un sofisticado equipo armado de agentes antidrogas, que obedeciendo la orden tajante de aprehensión emitida 14 meses antes, le privaría inmediatamente de su libertad.

Uno de los elementos que hablaba el idioma español, le mostraría y leería al responsable de la SEDENA en el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018), el documento de aseguramiento, emitido por la juez Vera M. Scanlon, de Brooklyn, Nueva York, con registro CR19-366, así como los cargos por los que lo acusa la Fiscalía General estadounidense, por manufactura, distribución e importación de heroína, cocaína, metanfetaminas y mariguana, así como de lavado de dinero, que en caso de comprobárselos, podría ser sentenciado a una condena muy larga de prisión, en una cárcel de alta seguridad.

De acuerdo con la versión de la autoridad judicial, los presuntos ilícitos fueron cometidos por Cienfuegos Zepeda, en el período de diciembre de 2015 y febrero de 2017. Sabiendo que en México el general sería intocable hasta terminar su responsabilidad el 30 de noviembre de 2018, la Administración Trump se abstendría de emprender acción legal alguna, y cuando se pensaba que sería archivado su expediente, vendría una reactivación inesperada, al tener conocimiento de que el militar visitaba con alguna frecuencia la Unión Americana.        

Fue así como se instrumentó todo lo necesario para detenerlo en la ciudad de Los Angeles, California. Tuvieron que pasar un año y dos meses para arrestarlo, curiosamente a tres semanas de los comicios Presidenciales del martes 3 de noviembre, en el que estará en juego la repetición de un segundo período de cuatro años, para Donald Trump, que llega a la recta final por debajo de las preferencias que favorecen a su contrincante del Partido Demócrata, Joe Biden.

En la aprehensión del ex secretario mexicano de la Defensa Nacional, fue clave Christopher Landau, el embajador estadounidense en México, desde agosto de 2019, quien sería enterado de la intención del ex miembro del gabinete Federal, de viajar a Los Angeles, acompañado de su esposa e hijos.

Pendiente de manera permanente de los movimientos del importante militar, el representante diplomático se comunicaría con el jefe de la Casa Blanca, para informarle de la visita a realizarse el jueves 15 de octubre, por lo que ordenaría al abogado William Pelham Barr, fiscal General desde 2019, que desempolvara la orden de arresto y la hiciera efectiva.

Cienfuegos Zepeda pernoctaría en el Centro Metropolitano de Detención de los Angeles, de donde sería trasladado al mediodía tiempo de México (dos horas de diferencia), a la Corte Federal del Distrito Central de California, dentro de la misma ciudad, para estar presente en una audiencia que duraría escasos cinco minutos, en los que le sería ratificada la acusación en su contra, además de notificarle una segunda reunión el martes 20 de octubre, en las que el tema central será la opción del pago de una fianza.

El secretario de la Defensa Nacional mexicano, ha contratado como su representante jurídico personal, a Duane R. Lyons, quien ha sido abogado defensor de Corporaciones como Twentieth Century Fox, Home Depot y Mattel. Alcanzaría fama después de su éxito legal al enjuiciar a los policías blancos que en 1992, agredieron con excesos al taxista afroamericano Rodney King, que provocara masivas manifestaciones de protesta en la ciudad de Los Angeles.

De acuerdo con los procedimientos del marco constitucional de la Unión Americana, el general deberá defenderse de las acusaciones en su contra, interpuestas en la Corte de Brooklyn, Nueva York, por lo que  le espera un período largo e indefinido. Precisamente en el mismo lugar donde fue enjuiciado y condenado a cadena perpetua el narcotraficante del cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, conocido también como el Chapo.

Ahí mismo, igualmente por delitos relacionados con el tráfico de drogas y lavado de dinero, es juzgado actualmente el ex secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, hombre de todas las confianzas del ex Primer mandatario Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.

Y aunque desde Washington han surgido opiniones de que la detención y encarcelamiento de Cienfuegos Zepeda, no impactarán favorablemente para la causa reeleccionista de Donald Trump, éstas no son creíbles, al reforzar uno de las banderas proselitistas del mandatario, en cuanto a que su lucha contra el narcotráfico proveniente de México y sus protectores continúa a favor de los intereses del pueblo estadounidense.

Por supuesto que el impacto mediático se ha proyectado a todo el mundo desde Los Angeles, para poner en evidencia la corrupción del sistema político mexicano, en este caso representado por el militar de mayor rango en el Ejército, que en una situación inédita se registraba en la Unión Americana.

Una noticia dada a conocer por la noche del jueves por todos los medios de comunicación, que atrajo la atención de la población de todo el país, por la importancia y trascendencia del general asegurado por la DEA bajo cargos normalmente atribuidos a capos de la delincuencia organizada.

Conferencia mañanera viernes 16 de octubre en Palacio Nacional, en la que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, no daría prioridad en sus comentarios a lo ocurrido a quien todavía a finales de 2018 calificaba de “general ejemplar” como titular de la Defensa Nacional.

Sin que mediara ninguna pregunta, el Jefe del Ejecutivo Federal expresaría: “Bueno, quiero dar a conocer mi opinión sobre los hechos de ayer, la detención del general Cienfuegos, que se desempeñó en el gobierno del presidente Peña Nieto, se desempeñó como secretario de la Defensa.

“Es un hecho muy lamentable el que un ex secretario de la Defensa sea detenido, acusado por vínculos con el narcotráfico. Desde luego, todo esto debe probarse, no podemos adelantar vísperas, no podemos hacer juicios sumarios, son procesos legales en donde las personas acusadas tienen derecho a la defensa. Estamos ante una situación inédita, porque está detenido por la misma acusación el que fue secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón y ahora detienen al secretario de la Defensa durante el gobierno de Enrique Peña Nieto”.

Sin embargo, López Obrador adelantaría vísperas: “Esto es una muestra inequívoca de la descomposición del régimen, de cómo se fue degradando la función pública, la función gubernamental en el país durante el periodo neoliberal. Yo siempre dije que no era sólo una crisis, que era una decadencia lo que se padecía, un proceso de degradación progresivo y estamos ahora constatando la profundidad de esta descomposición que se fue gestando de tiempo atrás.

“Tenemos que seguir insistiendo, y ojalá también sirva para comprender que el principal problema de México es la corrupción, que eso fue lo que dio al traste con todo, que la corrupción es la causa principal de la desigualdad económica, de la pobreza, de la inseguridad, de la violencia y durante mucho tiempo se omitió, no se volteó a ver este mal, esta peste que causó tanto daño al país”.

Aprovecharía la tribuna de Palacio Nacional, para reiterar la celebración de su arribo al poder: “Por eso fue milagroso el que el pueblo de México haya decidido por un cambio verdadero, por una transformación, porque no había otra manera de enfrentar esta decadencia si no llevábamos a cabo una renovación tajante de la vida pública, no había otra opción, otra salida.

“El que se combatiera la corrupción y que no se permitiera la impunidad, que se castigue a todos los que cometen delitos, tanto de la delincuencia organizada como de la delincuencia de cuello blanco; cero corrupción, cero impunidad, sólo así vamos a limpiar, a purificar la vida pública”.

Y sin que todavía la justicia de la Unión Americana declare culpable al ex secretario de Seguridad Pública, y que el ex titular de la SEDENA ni siquiera inicie el proceso correspondiente, el Presidente de la República advierte:

“Quiero decir que, como en el caso de García Luna, todos los que resulten involucrados en este otro asunto del general Cienfuegos que estén actuando en el gobierno, en la Secretaría de la Defensa, van a ser suspendidos, retirados y, si es el caso, puestos a disposición de las autoridades competentes. No vamos nosotros a encubrir a nadie, ya pasó ese tiempo.

“También quiero decir que estoy absolutamente convencido de que las Fuerzas Armadas de México son instituciones, en este caso la Secretaría de la Defensa y la Secretaría de Marina, fundamentales para el desarrollo de nuestro país, son pilares del Estado mexicano. Son tan fuertes que ni estos asuntos tan lamentables, como es el involucramiento de un secretario de la Defensa en casos de narcotráfico, las debilitan. No deja de ser lamentable que esto suceda”.

Concluiría sin ninguna interrupción: “Quiero también decir que le tengo

toda la confianza al actual secretario de Marina y al general secretario Sandoval. Me tocó elegir a los dos, hice un análisis detallado para tomar la decisión de nombrarlos, investigué sobre sus antecedentes, sobre la honorabilidad, y los dos se caracterizan por ser incorruptibles”.

Un acontecimiento, el del aseguramiento del general responsable de la Defensa Nacional en el sexenio anterior, demasiado sospechoso por la forma en que ha ocurrido, al ser cazado en un territorio donde siempre fue bien recibido y hasta condecorado por el gobierno estadounidense por sus logros profesionales.

Washington ha asestado un severo golpe no solamente a la imagen como corruptos de los ex Presidentes, el panista Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, y del priísta Enrique Peña Nieto, sino a todo el sistema político mexicano, incluyendo al actual mandatario Andrés Manuel López Obrador, por sustentar cada vez el ejercicio de su Administración en mandos del Ejército y Armada, en posiciones que tradicionalmente han ocupado civiles.

El daño es a México, no a los deshonestos ex mandatarios, se mantienen en el limbo de los intocables infinitos. Está claro que la corrupción no se acabará por decreto como hasta ahora se plantea, por lo que habrá que dejar de adjudicarse las medallitas de acciones estadounidenses en contra de ex funcionarios federales, que hasta ahora aquí, ni siquiera se han obtenido en ninguno caso de los tan cacareados.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y Comunicadores por la Unidad A.