Obsesivos

Un amigo me invita a desayunar y me precisa que será entre las 9 y las 10:30 horas porque él es un obsesivo con sus tiempos. Lleva una agenda impecable y trata de no salirse de ella, a menos que su jefe opine lo contrario.

Platicamos del acontecer nacional y estatal. Se expresa preocupado por lo que está sucediendo en el contexto nacional en materia de inseguridad.

Le cuento que acabo de comprar un libro en el que (según yo) debo encontrar algunas respuestas del porqué hemos llegado a estos niveles de violencia y no solo es por la corrupción y la impunidad. Ósea, sí pero no.

También todos, de algún modo, hemos puesto nuestro granito de arena por dejarnos seducir por el neoliberalismo que nos permite acceder a cosas que antes ni pensábamos.

Exagero al decir todos. Quizá una mayoría queremos acceder a lo mejor de la tecnología y la moda y tantas otras cosas, pero eso cuesta dinero y de dónde viene el dinero. De algún lado. Y no hay dinero que alcance.

Lejos del tema inseguridad opina de la política aldeana. La pelea está entre dos en el caso de Chiapas, considera: Eduardo Ramírez Aguilar y Zoé Robledo Aburto. Quizá dos caras opuestas de la moneda.

Pero todo dependerá de un dedito y de quién sea el candidato presidencial. Si es Claudia Sheinbaum la abanderada de Morena, entonces el director general del IMSS tiene mayores posibilidades de encumbrarse. Si la “corcholata” resulta ser Adán Augusto López Hernández, entonces la movida favorece al comiteco ERA, quien no para de caminar.

Hay otros que se obsesionan, como él, con sus horarios. Tal es el caso del súper delegado de programas federales, Antonio Aguilar Castillejos, quien “se juega su cabeza” porque no tiene ninguna posibilidad.

El súper, quien hasta ha seguido una rigurosa dieta y se ha puesto a hacer ejercicio, para estar acorde a los cánones de belleza moderna, tiene además la ventaja de que todo lo que presume no es obra suya sino de un señor que vive en Palacio Nacional y se llaman programas sociales.

Son las 10 de la mañana y el amigo se tiene que ir. Pide la cuenta y no me deja pagar. Es obsesivo hasta con eso. Mira su reloj y se marcha. Yo tomo mi último sorbo de mi primera taza de café del día…

En otro café

Ya en otra cafetería, un hombre se sienta detrás de la mesa donde me encuentro. Trae puesto un cubrebocas KN95 y una mascarilla de plástico medio enmohecida.

Lleva en sus manos una botellita de gel antibacterial que se pone a cada rato y únicamente se quita el cubrebocas para tomar un café expreso que ha pedido esta mañana.

Mientras leo la columna de Raymundo Riva Palacio, quien señala que Adán Augusto López Hernández debe aclarar si es de él un periódico de ocho páginas que anda circulando en Ciudad de México, miro en el reflejo de la pantalla de mi computadora al hombre, quien se ha vuelto a poner el cubrebocas y la mascarilla, antes de pedir la cuenta y marcharse.

En los medios nacionales comienza a tomar fuerza el rumor de que el titular de Gobernación, quien apenas estuvo en la Chontalpa tabasqueña el sábado pasado ha empezado a caminar con más fuerza.

El periodista Guillermo Vázquez Handall afirmaba hace unos días que, durante una reunión en la capital del país, Adán Augusto dijo a 32 coordinadores de campaña que ahora sí, llegó el momento de ir con todo.

Algo sabe el titular de Gobernación, cuya popularidad ha venido creciendo como la espuma, con la ventaja de que él puede andar por todo el país sin que nadie le diga nada. Total, es el encargado de la política interior del país.

El hombre obsesivo de la mascarilla se ha ido caminando por la banqueta. Ni ahí, al aire libre se quita los artefactos que, en su momento, nos dijeron, de algo servían para hacer frente a la pandemia del covid-19.

Este tecleador casi termina su segunda taza de café del día, mientras en la radio suena una canción del grupo Elefante, cuando la voz principal era el chiapaneco Reyli Barba.

Dice Riva Palacio que la buena para la sucesión es Claudia Sheinbaum. Agrega, con malicia y jiribillla: si Adán cree que será él es porque “no está resignado”…

Aderezos

-El alcalde de Comitán fue noticia nacional y no por algo bueno, sino porque tuvo la osadía de salir a desfilar con un caballo que, dicen, vale más de un millón de pesos, mientras la inseguridad en su municipio está de dar miedo…

-Se viene la reelección en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) y dicen que Juan José Zepeda Bermúdez quiere su segunda reelección, cuando, todos saben que ha hecho un trabajo, por llamarle de alguna manera: tibio…

-El Tata Martino, exentrenador de la Selección Mexicana de Futbol reaparece solo para aventar lodo a los dueños del balón en nuestro país. Tiene razón en lo que comenta, pero se ve que aprendió el mismo modo de ser de nuestros compatriotas cuando los echan a la calle…

cirocastillo@hotmail.com