Al inicio de esta semana se cuestionaba en Palacio Nacional la permanencia del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), lo cual generó un importante debate.

Es necesario en toda democracia tener la lupa en el actuar gubernamental, pero también es importante que quien tenga la función de la transparencia lo sea consigo mismo, ya que en este caso un órgano garante no puede salir al exterior a divulgar que se promueve la transparencia y se protegen los derechos ARCO de los ciudadanos, cuando en su interior se actúa en contra de éstos y mantiene relaciones perversas con el coloso tecnológico Google.

Podrá sorprender qué tiene que ver Google en este juego perverso. La respuesta es que mucho porque cada segundo en el motor de búsqueda, se explota económicamente la gran cantidad de datos indexados en su buscador. Además, Google es una de las empresas de mayor influencia mediática en el mundo del internet.

En la era tecnológica, el dato tiene una importancia fundamental ya que es considerado el nuevo petróleo. Los datos personales son entre otros el nombre, domicilio, fotografía, etc.

Tus datos personales están protegidos en el artículo 6° Constitucional y en la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares y en la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados, normatividad de la cual se desprende la creación de un organismo autónomo actualmente llamado Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), el cual tiene entre otras funciones, la protección de los datos personales.

El tratamiento de los datos o tus datos personales está protegido por lo que se conoce como habeas data. Así se establece los derechos ARCO; establecidos en artículo 16 constitucional siendo estos acceso, rectificación, cancelación y oposición.

Ante ello, tu podrás pedir al Inai que se puedan rectificar tus datos que aparecen en alguna plataforma digital en el internet.

Ahora bien, soy muy escéptico respecto a que dicho organismo autónomo cumpla con esa función. En el debate público del lunes se solicitaban pruebas para sostener el cuestionamiento a dicho organismo autónomo, aquí expongo varias:

a) Tres ejemplos de casos de ciudadanos que han pedido la intervención del Inai y éste debió privilegiar los derechos fundamentales de los ciudadanos que solicitan o presentan quejas de particulares para el ejercicio de los derechos ARCO: Expediente: PPD.0048/15, promovido por Horacio Brunt Acosta, en el que ejerció derecho de cancelación y de oposición al tratamiento de sus datos personales en el buscador de Google.

Expediente: PPPD.0057/15, promovido por Leopoldo de Jesús Espinosa Abdala, en el que ejerció derecho de cancelación y de oposición al tratamiento de sus datos personales en el buscador de Google.

Expediente: PPD.0065/15, promovido por Jack Rafael Gorodezky Mirsky, en el que ejerció derecho de solicitud de protección a sus datos personales en el buscador de Google.

Google Inc., en su carácter de tercero interesado en los procedimientos de protección de derechos citados, compareció y, por ende, solicitó al Inai que se declarara incompetente, además exhibió una declaración jurada del propio secretario del Consejo de Administración de Google Inc., Matthew S. Sucherman, que indica temerariamente que Google no tiene sucursales u oficinas en México, siendo contradictorio con la realidad ya que existe un majestuoso edificio de Google en la calle Montes Urales 445, Alcaldía de Miguel Hidalgo, Lomas de Chapultepec, 11000, Ciudad de México.

b) El Inai resolvió a favor de Google y olvidó la existencia de la oficina de Google y más grave, dos meses después de dictarse la misma, esto es, el 21 de diciembre de 2015, el Inai otorgó vía adjudicación directa a otra empresa vinculada con el coloso tecnológico llamado Google Operaciones de México, S. de R.L. de C.V., un monto de 2 millones 126 mil 280 pesos por “servicio de difusión en medios complementarios y digitales para la campaña institucional 2015”. Licitación ilegal ya que no es exclusivo dicho servicio a Google, pues existen otras prestadoras de ese servicio.

c) Resulta que la hoy directora de relaciones gubernamentales en México de Google, la jurista Lina Ornelas, curiosamente trabajó 12 años como Directora General de Clasificación y Datos Personales del entonces IFAI, hoy Inai.

De los tres incisos mencionados, resulta que el Inai ha favorecido al coloso tecnológico Google no sólo en resoluciones que dejan en desventaja los derechos fundamentales de varios ciudadanos que acudieron a dicho órgano autónomo para hacer valer sus derechos ARCO, sino que además le otorgó indebidamente una adjudicación directa por un monto considerable a Google Operaciones de México, S. de R.L. de C.V., empresa de Google Inc.

Esta relación perversa debe de ser investigada desde varios ámbitos pues es un abanico de irregularidades que podrían originar sanciones administrativas, penales, de regulación Compliance Officer y de la ley americana de práctica corrupta en el extranjero, llamada Foreign Corrupt Practice Act (FCPA).

El problema no es quién asumirá estas funciones, sino que quien lo haga no entable estas relaciones perversas.

Twitter: @UlrichRichterM