En medio del abandono a las víctimas que exigen justicia y de escándalos administrativos, este jueves acudió al Senado de la República, para tener una reunión de trabajo, la titular de la CNDH.

El desorden en este organismo constitucionalmente autónomo, se puede leer todos los días en los medios de comunicación, pero lo más preocupante es el incumplimiento a la alta responsabilidad que esta institución tiene como garante de los derechos fundamentales en nuestro país.

Fue una reunión respetuosa pero dura, fuerte, en la que se evidenciaron diversos puntos de vista sobre el actuar de la ombudsperson. Por un lado, quienes reclamamos una necesidad de autonomía, no subordinación y sobre todo, que esta institución no sea cómplice del gobierno. Y por otro lado, los senadores del partido oficial, quienes prefieren avalar las decisiones de esa instancia, en lugar de exigir su reconducción.

Para una situación excepcional como la que se está viviendo en nuestro país, espera resultados excepcionales, sin embargo, es difícil abrir un diálogo claro y sobre todo que dé resultados en una reunión en la que la Presidenta de la CNDH llega y solamente lee un discurso y para responder las preguntas hechas por los senadores, sólo lee otro discurso previamente elaborado. Hubiera sido importante no sólo ver a la ombudsperson de este país leer documentos realizados con anterioridad, sino escucharla reflexionar, analizar y sobre todo, decir el cómo se van a corregir las irregularidades en dicha Comisión.

Ocupó aproximadamente 40% de su segunda intervención para justificar los lujosos cortes de carne que se encontraron en la CNDH. Recordemos cómo las víctimas reclamaban “con lo que cuesta su carne, come mi hija un mes”.

Sin duda, destacan frases muy desafortunadas de su discurso como: “Hemos implementado métodos más decorosos de reclutamiento de personal”. Falso. Se nombraron tres Visitadores Generales que no cumplían con los requisitos de ley y para cubrir esta falta, los designó Directores Generales.

Tres senadoras del PAN acudimos a la reunión, Gina Cruz Blackledge, Xóchitl Gálvez Ruiz y una servidora. La posición fue muy clara. Aquí los cinco puntos solicitados:

1. Los nombramientos de los Visitadores Generales, deben cumplir con los requisitos estipulados en la ley.

2. Se informe por escrito al Senado, en qué etapa procedimental se encuentran las demandas de justicia de las mujeres víctimas y cuándo se dictarán las resoluciones que garanticen sus derechos.

3. Se solicite a la Cámara de Diputados, que el presupuesto 2021 de la CNDH no tenga ningún recorte, con el propósito de que las víctimas reciban justicia.

4. Se emitan las recomendaciones que están pendientes y se resuelva con carácter de urgente, la queja interpuesta por Josefina Vázquez Mota y los senadores del PAN para que se protejan los derechos humanos en la atención y manejo de la pandemia Covid-19.

5. Se estudien, analicen y emitan recomendaciones por violaciones graves a los derechos humanos de las mujeres en nuestro país. Ya que la violencia sigue en aumento.

Hoy, la ombudsperson tiene la gran responsabilidad de valorar su estancia al frente de esta institución. México necesita una CNDH fuerte, autónoma, independiente, objetiva; no tener estas características afecta no sólo a la propia Comisión, sino a las miles de víctimas. Esta historia empezó con el robo de dos votos en el Senado, dicen que lo que mal empieza, mal acaba. Esperemos que este dicho popular no predestine el futuro de este organismo.

Senadora de la República