Aristos: El gigante que resurge
El Conjunto Aristos, ubicado en la esquina de la avenida Insurgentes Sur 421 y la continuación de la calle Aguascalientes, en la colonia Condesa, es de las pocas obras arquitectónicas que logra conjuntar arte habitable y áreas de recreación que, a la fecha, siguen siendo vanguardistas.
Catalogado como patrimonio de la Ciudad de México de la segunda mitad del siglo XX y obra maestra de la arquitectura mexicana de la capital, hoy se encuentra en remodelación luego de los daños que sufrió por el sismo de septiembre de 2017; se está rehabilitando para ser sede de una gran cadena hotelera de talla internacional.
El colapso de parte de los ondulantes techos de la torre del conjunto que da a la calle Aguascalientes, así como la presencia de grietas en las columnas de la planta baja donde se ubican el patio y el acceso al edificio, fueron alerta suficiente para la intervención de Protección Civil de la CDMX luego del sismo. La dependencia ordenó un peritaje detallado de los daños internos y no visibles al inmueble, así como pruebas en la cimentación para determinar si estaba o no condenado a la demolición; para tal efecto, el edificio se tuvo que desalojar por tiempo indeterminado.
Visión
José Luis Benlliure, de origen español, combinó sus grandes dotes de arquitecto con las de escultor y pintor, logrando que el Conjunto Aristos sea una verdadera obra de arte habitable. La trayectoria del arquitecto incluye más de 300 obras a lo largo de 50 años de labor, entre las que destaca el Seminario Menor de la Ciudad de México, con la que se graduó en 1954, proyecto en el que integró diseños propios en los vitrales.
Los murales de mosaicos fueron personalmente tallados y esculpidos por él, donde destaca la imagen de San Pedro.
El Conjunto Aristos fue construido entre 1959 y 1961 a petición de un particular para ser un conjunto de edificios de usos mixtos que funcionaran como oficinas, locales comerciales y departamentos.
Fue hasta fines del año 1961 que se culminó lo que es la obra cumbre de Benlliure, según la Escuela de Arquitectura Mexicana. El arquitecto resolvió el pedido diseñando tres edificios predispuestos alrededor de un patio interior y al límite del área por su parte exterior sobre Insurgentes y Aguascalientes.
Esta obra está considerada dentro del estilo internacionalista, aunque más bien es una fusión de las corrientes funcionalista-internacionalista. Destaca en esta obra la influencia del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer y su representación de la frescura ondulante del malecón de Río de Janeiro, según las cartas proporcionadas por la Fundación Mariano Benlliure, con sede en España. Los tres edificios son distintos. Rodean al patio central y a las jardineras con espejos de agua y lozas monocromáticas que ondulan al paso, coronando la obra plástica de Benlliure en un mural de mosaicos con temática naviera.
Al inicio este patio fue pensado como parte de un pasaje peatonal público que funcionó con locales comerciales, pero con el tiempo esta zona fue cerrada. En el edificio principal de 18 niveles da acceso al conjunto por avenida Insurgentes, descansa un gran fresco escultórico con temática nacionalista pos-revolucionaria con integración de la historia de México, presente en cada detalle de estas edificaciones.
Respecto a las otras dos torres, una es de nueve pisos que da hacia la calle de Aguascalientes. El visitante es recibido con un espléndido mosaico de líneas geométricas de la procesión de las Panateneas, representación griega de un ciclo de fiestas religiosas, artísticas y deportivas, obra creada con el estilo propio de Benlliure que armoniza con otras temáticas de la historia de México.
El último edificio colindante al sur es una estructura horizontal de cuatro pisos, más modesta que los otros dos y con un marcado toque internacionalista. El uso de la azotea se anticipó a su época y los edificios fueron dotados de amplios y funcionales roof garden para el uso, esparcimiento y goce de sus residentes, que en el caso del Aristos, eran los de los lujosos penthouse, usualmente ocupados por los dueños.
Destacan los techos de láminas de concreto de formas libres que se entrelazan en los espacios interiores y las terrazas, con lo que Benlliure buscó dar visibilidad a los volcanes que en los años 60 podían verse con claridad. La construcción de todo el conjunto demoró tres años y la inauguración oficial se retrasó hasta finales de 1961 por dificultades en la obra.
A inicios de 1970 el Conjunto Aristos ya era enteramente de uso comercial. Todos los espacios estaban rentados, incluso la costilla de mosaicos, característica de la esquina de avenida Insurgentes y la calle Aguascalientes, que se aprovechó para montar un gran anuncio con la imagen, de cuerpo entero, del famoso actor Mauricio Garcés modelando camisas.
José Luis Benlliure llegó a México a los 11 años, junto con su familia, siendo exiliados de la República Española. A los 16 años, en 1944, ingresó a la Escuela Nacional de Arquitectura de la UNAM siendo destacado alumno de los grandes de la época como José Villagrán, quien le enseñó a integrar sus dibujos a su obra arquitectónica, recuerdan sus familiares.
Muy joven, sobresalió por su talento que le mereció trabajar desde que estaba en formación académica con los arquitectos Mario Pani y Enrique del Moral.
Como profesional trabajó en Madrid, España, y otros países. En México sobresalen sus obras arquitectónicas como coautor de la nueva Basílica de Guadalupe junto con Pedro Ramírez Vázquez y Gabriel Chávez de la Mora.
Rescate
Al Conjunto Aristos se le realizó la curación de las obras plásticas, todo supervisado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que en 2009 rentaría este conjunto. Sin embargo, los atrasos en los pagos provocaron problemáticas legales con los dueños. En esta situación estaban arrendador y arrendatario cuando aconteció el terremoto de magnitud 7.1 del pasado 19 de septiembre de 2017, y en el que el conjunto resultó afectado y por el cual se determinó su desalojo.
Un mes después del sismo, el INAH desocupó oficialmente el conjunto arquitectónico y sus casi 800 trabajadores dejaron el inmueble. Finalmente, ambas partes decidieron finiquitar la relación contractual, por lo que el Aristos permaneció vacío, a oscuras y sin ruido por más de un año. A principio de 2019 los edificios fueron cubiertos con malla metálica, lo que despertó rumores sobre su demolición.
El misterio fue develado con la sorpresa de que este patrimonio arquitectónico, símbolo de la colonia Condesa, no desaparecerá, sino que se reinventa para ser parte los más elegantes y grandes hoteles de una de las más importantes franquicias hoteleras a nivel mundial con más de 9 mil inmuebles y el Aristos será su primera sede en la CDMX. Tendrá más de 400 habitaciones repartidas en los tres edificios, respetará la fisonomía, el diseño original del arquitecto Benlliure, así como toda su obra plástica.
La apertura de este hotel será en el año 2020. Hoy se trabaja en el reforzamiento de la estructura, recimentación y curaduría del lugar. Así el Conjunto Aristos tendrá un renacimiento y promete conservarse imponente y majestuoso.