Este 2020 las elecciones presidenciales en Estados Unidos enfrentan tres circunstancias críticas que se desarrollan simultáneamente y que en mucho incidirán o definirán el voto electoral: el mal manejo del coronavirus con un retraso inicial y sus dramáticos resultados con el número más elevado de defunciones en el mundo seguida por una segunda ola de contagios resultado de la apertura prematura de actividades. Otras dos crisis simultáneas son la caída de la economía y en particular del empleo que se traduce en la mayor crisis económica desde la Gran Recesión. La tercera crisis son las vigorosas protestas contra el racismo que encendió el asesinato del afroamericano George Floyd por un policía blanco. Trump pretende oscurecer la realidad. Dice un proverbio griego: “los dioses ciegan a quienes quieren perder”. Esas tres crisis simultáneas tienen consecuencias políticas con un peso negativo para la Presidencia de Trump que busca un segundo periodo, y está decidido a lograrlo cueste lo que cueste a la democracia en EU.

Hace tres días el candidato del Partido Demócrata, Joe Biden, dio a conocer a quien es ya la candidata a la Vicepresidencia: Kamala Harris, destacada Senadora de California, mujer afroamericana y afroasiática que apoya a los grupos en defensa de los migrantes. Kamala Harris es una política con capacidad oratoria y aplomo y que enfrentará a Trump quien ya reaccionó en su contra, ¿le teme? De ganar la elección, como Vicepresidenta tendrá un poder importante como cabeza del Senado. Trump la ve como un enemigo fuerte, pero afirma que él no sabe perder y no perderá. Las elecciones presidenciales del 3 de noviembre en Estados Unidos serán históricamente las más controvertidas y posiblemente las mas riesgosas para la democracia, y nunca se había visto un candidato a segundo mandato presidencial que pretendiera imponerse así sobre la democracia.