Sí funciona el diálogo

El diálogo constante, aunque un poco lento, que han sostenido los gobiernos federal y estatal con el magisterio aglutinado en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha dado resultados hasta ahora, pues se ha logrado detener la amenaza de paro laboral que dejaría sin clases a muchos niños en la entidad.

Aunque todavía no se ha llegado a un acuerdo, las negociaciones continúan, lo que significa que cuando menos en los próximos días y semanas no habrá suspensión de labores.

Se entiende que por eso, porque sigue el diálogo, el magisterio sólo ha amagado con el paro como un arma de presión y no le ha puesto fecha, aunque desde hace un mes ha asegurado que es ya un acuerdo de la asamblea estatal.

Las negociaciones han sido llevadas al máximo nivel, pues ha estado presente el presidente Andrés Manuel López Obrador, que apapacha y convence a los dirigentes de la CNTE y ha hecho ciertas concesiones u ofrecimientos, ninguno que tenga que ver directamente con la reforma educativa aprobada en este gobierno.

En los días recientes hubo dos reuniones: Una, el martes 10, de manera general con dirigentes de la CNTE de varios estados, y la otra, particular, el miércoles 11, con los líderes de Chiapas y Michoacán, donde las negociaciones están un poco más rezagadas.

En el encuentro del pasado miércoles en la Ciudad de México estuvo presente el gobernador del estado, Rutilio Escandón Cadenas e inclusive la titular de la Secretaría de Educación de Chiapas, Rosa Aidé Domínguez Ochoa, a quien la dirigencia de la Sección 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)-CNTE, ha “desconocido”.

Es necesario destacar que la presencia del presidente ha ayudado a que las negociaciones no se empantanen, aunque tal vez no fluyan con tanta rapidez en cuanto a los resultados, pero se mantienen vigentes, que es lo más importante, y mientras ello suceda las actividades escolares continúan su curso normal.

El hecho de que López Obrador encabece los encuentros -había anunciado que en el del miércoles sólo asistiría a la introducción, pero al final se quedó todo el tiempo- ha ocasionado que el diálogo se mantenga en buenos términos, además de que en el caso de Chiapas su presencia es un respaldo al gobernador.

Los más contentos con la permanencia del diálogo, aparte del gobierno, claro, son los padres de familia que por ahora están confiados en que no habrá suspensión de clases y sus hijos podrán seguir en las aulas como debe de ser, pues para eso pagan impuestos, para que el gobierno les dé educación, y para eso cobran los maestros un salario que deben de desquitar.

La suspensión histórica de 124 días en 2016 traumó a muchos padres que sacaron a sus hijos de las escuelas públicas y los llevaron a las privadas, con lo que el magisterio contribuyó, aunque no fuera su intención, a privatizar la educación. Sumados a muchos días más que los alumnos perdieron desde que empezó la lucha en contra de la reforma educativa, en el anterior sexenio, en Chiapas se perdieron clases tal vez el equivalente a todo un ciclo escolar.

En lo que va de este ciclo sólo se ha perdido el 6 de este mes, cuando muchos profesores –no tantos como algunos esperaban- participaron en una marcha en Tuxtla Gutiérrez, en medio del jaloneo de los procesos jurídicos en contra de dirigentes magisteriales por la cadena de cambios unilateral.

Así que la fórmula del presidente de “diálogo, diálogo y más diálogo” está dando resultados, y se espera que en los días y semanas próximos se vayan construyendo los acuerdos necesarios para solucionar el conflicto. Claro, la eventual cancelación de las órdenes de aprehensión tiene que ser correspondida de alguna forma por la dirigencia magisterial. Eso se entiende.

Ojalá que se mantengan las negociaciones entre los gobiernos federal y estatal con los dirigentes magisteriales para que lleguen a acuerdos firmes y duraderos con el fin de que de una vez por todas los profesores se pongan a dar clases y los niños a aprender para que algún día Chiapas deje de ser el estado más atrasado en educación del país.

Picotazos

En la entrega anterior de esta Rotonda Pública se dio cuenta del caso de la actuaria del poder judicial, María Esperanza Trejo Domínguez, quien fue retenida por habitantes de la comunidad de Yashtinín, municipio de San Cristóbal, durante cinco días para exigir la liberación de Francisco Ofelio Vázquez Moshán, preso desde el 19 de febrero pasado, acusado de los delitos de tentativa de violación y de homicidio, en agravio de Victoria Moshán Martínez. Efectivamente, el acusado fue liberado y los pobladores de la comunidad citada soltaron a la actuaria. Inicialmente había trascendido que además de su excarcelación las autoridades habían pagado 100 mil pesos. Una fuente oficial afirmó a esta columna que la ofendida otorgó el perdón al agresor, luego de que le pagó 45 mil pesos por concepto de reparación del daño. Aseguró que ello fue posible gracias al nuevo sistema de justicia penal acusatorio, que entre otras cosas busca que haya menos personas en la cárcel, mediante la forma anticipada del proceso o procedimiento abreviado. De hecho, la ofendida y el agresor ya estaban en el proceso de acuerdo cuando sucedió la retención de la actuaria. Al final, el asunto quedó en que Francisco Ofelio fue condenado a tres años y 7 meses de prisión, conmutados por trabajo en la comunidad de Yashtinín. Las fuentes consultadas dijeron que después de valorar y analizar detenidamente el caso, los mandos policiacos llegaron a la conclusión de que no era posible liberar a la actuaria mediante una operación con policías, pues se corría el riesgo de que hubiera derramamiento de sangre y que la empleada del poder judicial no fuera liberada sana y salva. Fin