Fervor patrio

Da gusto ver cómo a 209 años del inicio de la independencia de México, se mantiene el fervor patrio que se desbordó la noche del 15 y durante el día del 16 con el desfile cívico militar en la capital y en todos los municipios del país, salvo en algunos lugares de Michoacán, Puebla, Guerrero, Yucatán y otros en los que se suspendió el grito por hechos de violencia.

Miles de familias salieron a las plazas para escuchar el esperado grito de independencia que pronuncia la autoridad correspondiente: el presidente, los gobernadores y los presidentes municipales, y luego al desfile matutino.

Lo más importante es que a pesar de que en algunas regiones del país prevalece la violencia, en general las festividades transcurrieron en tranquilidad, salvo incidentes menores.

Por naturaleza, el mexicano es fiestero y como tal celebró estas fiestas patrias para reafirmar su alegría por la independencia, aunque la situación económica no sea del todo buena para muchos sectores golpeados por la crisis, y a que la violencia no ha dejado de cobrar vidas en algunas zonas de México.

Muchos de quienes no pudieron o no quisieron asistir a las plazas a escuchar le grito y ver la quema de los juegos pirotécnicos, los hicieron a través de la televisión que se encadenó para transmitir la ceremonia.

Como es natural, la concentración más numerosa se dio en la capital del país, donde decenas de miles de personas asistieron desde la tarde del domingo 15 al Zócalo para participar en las actividades musicales y artísticas programadas por las autoridades federales.

20 “vivas” lanzó el presidente Andrés Manuel López Obrador, entre las que no incluyó algunas que según sus adversarios diría para “satisfacer su ego”, relacionadas con la llamada Cuarta Transformación, por ejemplo.

Nada dijo que no fuera acorde con el reconocimiento a quienes dieron la vida por la independencia de México, empezando por el cura Miguel Hidalgo y Costilla.

Además de dedicar “vivas” a los héroes ya conocidos, mencionó a las comunidades indígenas, la libertad, la justicia y la democracia.

Dio la impresión de que con la ceremonia del 15 por la noche en el palacio nacional, el mandatario recuperó la solemnidad, la sobriedad y seriedad del grito de independencia, que en los últimos sexenios se había perdido.

Y así como en la Ciudad de México, en las capitales de los estados y casi todas las ciudades del país, miles y miles de personas participaron en la ceremonia del grito de independencia, con lo que refrendaron el fervor patrio y el deseo por celebrar la gesta heroica de quienes iniciaron y de los que después se sumaron.

Este año particularmente, como que hubo más expectativas y entusiasmo provocado tal vez por la llegada de López Obrador a la presidencia de la República, con el apoyo de más de 30 millones de mexicanos, deseosos de ver un cambio profundo, al parecer todavía en ciernes, después de 9 meses y medio. En muchos lugares se percibía ese entusiasmo y las ganas de celebrar el 209 aniversario de la independencia.

Lo que habría que preguntarse es si en realidad México es independiente como lo soñaron los iniciadores de la gesta en Dolores, Hidalgo o si sólo se quitó el yugo de los conquistadores españoles que saquearon las riquezas del país.

Podría decirse que con el arribo de López Obrador existe la esperanza de que el país recupere algo de la dignidad perdida a lo largo de las últimas tres décadas de gobiernos neoliberales, aunque ya se vio que el presidente de Estados Unidos logró imponer una política migratoria de contención mucho más feroz en los gobiernos pasados.

A lp mejor la Nación es un poco independiente de gobierno de otros países menos poderosos, pero no lo es –o no del todo- de las grandes empresas transnacionales que son las que ahora dictan en el mundo la política económica para su beneficio propio. Es el gran capital el que de alguna forma gobierna. El reto consiste en cómo evitar que su influencia sea total y cómo impedir que perjudiquen a los países que no ceden a sus políticas.

Picotazos

Qué buena iniciativa la de un grupo de locutores de San Cristóbal de Las Casas de organizar un convivio entre los integrantes del gremio para reconocer el trabajo de algunos de los más antiguos al frente del micrófono. Lo mejor es el reconocimiento de los mismos compañeros, sin la intervención de autoridad alguna. Felicidades a los organizadores por esa ceremonia que resultó muy amena y sirvió para que los locutores y colaboradores en la parte informativa convivieran un rato… Por fin, el Congreso local ratificó el Concejo Municipal de Chalchihuitán, nombrado el 21 de julio pasado en un plebiscito, por medio del sistema de usos y costumbres. Como no se había oficializado su nombramiento, el municipio estaba formalmente sin autoridades, aunque no se ha sabido de conflictos. Ojalá que el reconocimiento oficial le dé más estabilidad a ese pueblo tzotzil y que los recursos comiencen a llegar para beneficio de sus habitantes. Por cierto, trascendió que la expresidenta municipal, Margarita Díaz García fue liberada -algunos dicen que está en arraigo domiciliario porque tiene un bebé- y que sólo el exsíndico, Hermelindo García Núñez permanece preso en el penal de El Amate… En donde continúan los problemas es en Chamula, ya que el pequeño grupo encabezado por Juan Shilón de la Cruz -ya se sabe quiénes están detrás de él- insiste en mantener tomada la alcaldía, aunque no cuenta con el respaldo popular. Ojalá que no sea necesario que haya muertos para que las cosas vuelvan a la tranquilidad relativa de hace algunos meses, porque el alcalde Ponciano Gómez Gómez y su gente insisten en recuperar el edificio por la fuerza… Vaya desde este espacio un abrazo fraterno para Sami David David, por el fallecimiento de su hermano Manuel, ocurrido el pasado fin de semana. Descanse en paz. Fin.