Priístas huérfanos

Los priístas de San Cristóbal de Las Casas se aprestan a renovar el Comité Directivo Municipal, en medio de la orfandad ocasionada por la muerte de algunos de sus principales figuras en los últimos tres años.

A estas alturas pareciera que no hay en San Cristóbal figuras importantes capaces de aglutinar y hacer crecer a los priístas que después de la elección presidencial del año pasado quedaron bastante debilitados por el tercer lugar a nivel nacional.

Al golpe electoral hay que sumar la muerte de algunos de sus más connotados exponentes que desempeñaron cargos importantes en la administración pública en las dos décadas recientes.

Uno de ellos fue Jorge Mario Lescieur Talavera, quien, entre otras cosas, fue alcalde, diputado, secretario de gobierno, rector de la Universidad Autónoma de Chiapas y miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PRI.

Otro de los priístas fallecidos es Gustavo Moscoso Zenteno, quien también fue presidente municipal y luego ocupó diferentes cargos en la administración estatal con varios gobernadores. El último, antes de morir hace un año, fue de subsecretario de gobierno.

Y más recientemente, Sergio Lobato García, quien también fue alcalde, diputado local y federal, y antes de fallecer delegado de la Secretaria de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu).

Son ellos tres que ya no están aquí físicamente, los que, entre otros, permanecieron en puestos públicos importantes en las dos o tres décadas pasadas

Lobato García era una de las últimas cabezas visibles de un nutrido grupo de priíistas coletos que a su muerte ha quedado huérfano porque entre sus cercanos no se ve a alguien que pueda sucederlo como líder, aunque desde ahora algunos no descartan tratar de posicionar a su esposa Marisol Sandoval para que compita como candidata a la alcaldía para las elecciones de 2021.

El grupo de Sergio Lobato rivalizó siempre con el que por su lado encabezó el también exalcalde y exdiputado local, Mariano Díaz Ochoa, quien ahora milita quién sabe en qué partido porque ha pasado por varios después del PRI, donde hizo su carrera.

Mariano sigue activo en la política, en un partido de registro estatal, pero no se le dificulta acomodarse en el que lo manden quienes están arriba, por lo que es impredecible saber dónde estará en el 2021, cuando se lleven a cabo las elecciones. En una de esas regresa inclusive la PRI si la coyuntura se lo impone.

Sin llegar a ser propiamente cabeza de un grupo importante, el expresidente municipal y empresario Francisco Martínez Pedrero mueve ya sus piezas para tratar de impulsar a alguno de sus allegados con el fin de que ocupe la dirigencia municipal del tricolor.

Uno de sus cercanos es el actual encargado del PRI municipal, Gustavo Martínez Ancheita, quien está por presentar su solicitud de licencia para competir como candidato a la presidencia del Comité Municipal, como lo establece la convocatoria correspondiente, emitida el pasado 27 de septiembre.

Para sucederlo como delegado encargado de la dirigencia municipal se menciona a Fermín Gómez Rodríguez y a Eduardo Ulises Espinoza Rangel. Claro, en los próximos días podrían sumarse los nombres de otros priístas interesados en el cargo.

Algunos militantes han informado que si para mediados de este mes sólo se ha registrado una planilla, automáticamente será declarada ganadora para un período de tres años, pero si se inscribe una o dos más se realizará una consulta a la base en diciembre, con la posibilidad de que los aspirantes hagan campaña.

Pero hay otros priístas que comienzan a despuntar tratando de posicionarse para conformar un grupo que más adelante los impulse para ocupar algún cargo. Entre ellos está el exregidor, Fernando Pérez Jonapá, que promueve reuniones con personas y grupos.          

Uno de los problemas del tricolor o errores de los dirigentes ya fallecidos o vivos, es que no se preocuparon por preparar cuadros de jóvenes que en un momento dado como ahora pudieran sustituir a los que se han ido o simplemente están de salida.       

Quedan todavía figuras importantes que hicieron historia en el PRI, como Arturo Morales Urioste, pero con los vaivenes de la política se han ido desvinculando, dejando de participar en el partido o de plano se han salido para buscar otros horizontes o simplemente se han alejado de la vida política para dedicarse a sus asuntos personales.

El caso es que el tricolor coleto se ha ido quedando sin figuras de renombre, verdaderos líderes que lo puedan hacer resurgir en sus intentos por tratar de recuperar la presidencia municipal. De la gubernatura ya ni hablamos porque el último gobernador surgido de sus filas (Roberto Albores Guillén) pasó hace ya 20 años y eso porque fue designado desde el centro del país, no electo en las urnas.

Si de la elección del Comité Municipal los priístas salen muy divididos, difícilmente podrán pensar en llegar unidos cuando tengan que elegir a la o al candidato a la alcaldía dentro de año y medio. Si quieren aspirar a competir con posibilidades en las próximas elecciones, deben de buscar la unidad. Se habla aquí del PRI porque el PRD y el PAN, por ejemplo, están prácticamente desaparecidos en el municipio.

De todos modos, queda en la ciudad una buena cantidad de personas, sobre todo mayores, que simpatizan con el otrora invencible PRI y si se ponen a trabajar sus dirigentes, algo podrán rescatar más adelante. Ya se verá.

Picotazos

Vaya desde este espacio, un abrazo fraterno para el colega Hugo Isaac Robles Guillén por el fallecimiento de su hermana, Graciela Bautista Guillén, ocurrido en la ciudad de Villaflores. Descanse en paz.