Aprovechar la renuncia
Ha pasado una semana de la renuncia de Eduardo Medina Mora como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y todavía se sigue hablando del caso, pues aunque no se trata de algo no inédito, sí es poco común.
La dimisión del también exprocurador General de la República ha dado para todo tipo de especulaciones, desde arreglos con las altas esferas del poder federal para evitar ir a prisión por algunos delitos con los que se le ha vinculado.
A nivel popular, queda la sensación de que fue investigado y que cuando se le encontraron motivos suficientes para abrirle un proceso jurídico se le comunicó y orilló a renunciar para no verse envuelto en un litigio y hasta en la cárcel.
Claro a cambio, el jefe del ejecutivo ganaría porque puede operar para colocar a una persona afín en su lugar para tener más votos en la SCJN, en caso de que se necesiten para una resolución importante.
Llama la atención que Medina Mora no haya revelado los motivos de su renuncia, y queda claro que por razones de salud no fue, sino que detrás hay algo de fondo muy grave.
Una posibilidad es que efectivamente se le haya orillado a renunciar luego de conocerse que está involucrado en presuntos delitos, con lo que se estaría mandando el mensaje también de que en realidad se va a combatir la corrupción.
Si el fondo de este caso es en efecto la idea de sanear el máximo tribunal de justicia del país -y al resto de instituciones- y se está empezando de ese modo, aunque sin meter a la cárcel a nadie, podría aceptarse y hasta aplaudirse, porque llevar a prisión a un personaje de ese nivel generaría una desestabilización política que traería graves consecuencias para el país.
No hay que olvidar que Medina Mora ocupó cargos de alto nivel en las administraciones de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto -con este último fue embajador de México en Estados Unidos-, lo que significa que tiene fuertes vínculos con panistas y priístas.
Claro, el dilema aquí es si la renuncia del ahora exministro servirá para que otros altos funcionarios pongan sus barbas a remojar y si ello servirá para frenar la corrupción. Es decir, si aun no metiéndolo a prisión a pesar de tener algún delito, se da el ejemplo y se entiende el mensaje desde lo más alto del poder de que se acabó la corrupción. Si este caso no tiene esa finalidad y si a la postre no se logra ese objetivo, no tendría mucho sentido todo este borlote.
Otra cosa: Si con todo esto se logra una total independencia del poder judicial, bienvenidas estas acciones, pero si por el contrario servirán para mantenerse en el pasado, de nada servirán.
Las expectativas ahora son por saber si en los días o meses próximos habrá más renuncias, como resultado de posibles investigaciones en cierne.
Nada menos ayer llegó otro mensaje desde adentro de la SCJN, pues su presidente Arturo Zaldívar informó de la suspensión de un magistrado de un tribunal del Primer Circuito, correspondiente a la Ciudad de México, debido a que se encontraron movimientos irregulares en sus cuentas bancarias.
Por cierto, Zaldívar se negó a comentar acerca de las razones de Medina Mora para renunciar a la SCJN y se concretó a repetir que fue una decisión personal del exministro.
Si en los días o semanas próximos continúan este tipo de acciones, se darán señales claras de que el combate a la corrupción va en serio y que la llamada cuarta transformación camina. Mientras no se vea un cambio verdadero pocos creerán en el anunciado cambio. Sea como sea, es necesario aprovechar la dimisión para comenzar a poner orden en la Corte.
Picotazos
Con la novedad de que en la auditoría que realizaron autoridades federales a la administración del exalcalde Marco Antonio Cancino González, correspondiente a 2018, se encontraron por lo menos 25 observaciones administrativas y de solventación. Algunas pueden ser subsanadas, pero otras no, lo que significa que tendría que regresar entre dos y tres millones de pesos por la compra de equipo para la Policía Municipal, facturado a un precio tres o cuatro veces más del costo real. Habrá que ver qué hace el expresidente, si solventa las observaciones o si finalmente es obligado a reintegrar el dinero. Tiene la opción maquiavélica de buscar desestabilizar el municipio -ya lo ha hecho antes- para presionar, con la finalidad de negociar algo. Habrá que esperar… Son incuestionables los méritos de Rosario Ibarra de Piedra para hacerse acreedora de la medalla Belisario Domínguez que año con año entrega el Senado a personajes mexicanos destacados. Gran parte de su vida la pasó luchando y exigiendo al gobierno que la presentación de decenas de hombres y mujeres desaparecidos en el país por su participación en movimiento rebeldes, empezando por su hijo Jesús Piedra Ibarra. Por cierto, a diferencia de sus antecesores, en esta ocasión los legisladores de la Cámara Alta decidieron en tiempo y forma a quién entregarla… Si quieren evitar que hechos similares sucedan más adelante, las autoridades correspondientes deben de aplicar todo el peso de la ley a los responsables de los hechos ocurridos el martes en Las Margaritas, donde un grupo de indígenas ató a una camioneta al alcalde Jorge Luis Escandón Hernández y lo arrastró varios metros en una de las calles. Es inaceptable que grupos violentos actúen de tal forma, sin ninguna sensibilidad, con un salvajismo propio de hace siglos. No puede aceptarse que sus demandas, justas o no, sean atendidas bajo presiones de este tipo, sólo por intereses personales de algunos líderes. Si no se castiga de manera ejemplar a los responsables, el mal ejemplo podría cundir en otros municipios, lo que a nadie conviene. Fin.