Sufrir por una ficha

Diputados en la frontera

De verdad que resulta desesperante ver cómo cientos de padres de familia que pretenden que sus hijos ingresen a escuelas secundarias, primarias y hasta de preescolar, tienen que ir a dormir frente a las instalaciones de los centros educativos para obtener una ficha que les dé el derecho de presentar el examen correspondiente, para que puedan cursar el primer grado del ciclo que corresponda.

¿En qué momento fue rebasada la capacidad de las escuelas que ahora tienen que controlar la entrega de fichas para la presentación de exámenes?

Hasta hace no muchos lustros no era necesario hacer esas largas y fastidiosas filas ni ir a dormir a la intemperie frente a los edificios para ganar un lugar, con el fin de que un hijo entrara a la secundaria, y menos a la primaria o al jardín de niños.

Cuando menos en San Cristóbal, hasta en los centros de preescolar y en varias primarias es necesario llegar una noche antes para conseguir una ficha, pues son muchas las personas que buscan un lugar para sus hijos.

La obtención de la famosa ficha es sólo el inicio del calvario, pues el último paso es la aplicación del examen. Sólo quienes obtengan las mejores calificaciones -una cuarta parte de los aspirantes, más o menos- podrán ingresar.

Las dos secundarias con mayor demanda son la del Estado número 1 y la Técnica Lázaro Cárdenas. En ambas el examen lo elabora y califica el Instituto Nacional de Evaluación (Ineval), que proporciona a los directivos la relación de los niños y niñas aceptados, lo que de alguna manera da más confianza de que se respetan los resultados y que los alumnos aceptados son los que aprobaron con la calificación más alta y no ingresarán por “palancas”.  

Se nota la angustia y el sufrimiento de muchos padres por obtener una ficha, porque además los espacios disponibles no son muchos y las opciones que les quedan son llevar a sus hijos a otras secundarias de menor prestigio o de plano a colegios particulares, lo que implica un gasto de muchos miles de pesos al año, y no todos tienen el dinero suficiente para pagarlo.

Algunas de las escuelas primarias más demandadas son la Flavio A. Paniagua, la Josefa Ortiz de Domínguez, la Diego de Mazariegos, la Lázaro Cárdenas y la Vicente Guerrero, entre otras, por el prestigio que han logrado a lo largo de muchos años.

En el caso de las primarias es más complicado porque si por ejemplo, un niño ya estudia en X escuela, el hermano menor tiene preferencia para ser aceptado.

El problema de la falta de espacios creció por la demanda de estudiantes de estos niveles, a causa del incremento de la población y porque la infraestructura material y humana se rezagó considerablemente por diversas razones.

Lo lógico es que el gobierno tuviera las escuelas y los maestros suficientes para atender a todos los niños y las niñas que requieren ingresar a cualquier nivel de educación, desde preescolar hasta la universidad.

De hecho, el presidente Andrés Manuel López Obrador planteó desde su campaña la necesidad de que ningún alumno se quede fuera de las universidades, empezando por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la más prestigiada del país.

Si eso aplica para la universidad, con mayor razón tiene que serlo para los niveles interiores, pero cuando menos en San Cristóbal de Las Casas, las cosas no son así, ya que hasta los espacios para secundaria y primaria son peleados por insuficientes.

Lo que los afligidos padres de familia quisieran es que haya escuelas y maestros suficientes para que sus hijos no se queden fuera de los centros educativos a las que desean enviarlos.

El gobierno tiene la obligación de construir los espacios suficientes y contratar a los docentes necesarios para garantizar el derecho a la educación como lo marca la Constitución, pero así como están las cosas con las finanzas del país, parece que habrá que esperar muchos años, en caso de que ese sueño se haga realidad.

Diputados en la frontera

Es posible que la presencia de una amplia comisión de diputados federales en la frontera sur ayude a crear las condiciones para que el asunto de los miles de migrantes que ingresan -o intentan- a México deje de ser un problema para el país.

Encabezados por la presidenta de la Cámara y los coordinadores parlamentarios de todos los partidos, los legisladores estuvieron ayer en Tapachula, donde recogieron la opinión de representantes de diferentes sectores y recorrieron las instalaciones de la Estación Migratoria Siglo 21 y de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).

Cuando menos tres puntos sobresalen de la visita: La necesidad de realizar reformas legislativas sobre el tema; aumentar el presupuesto a la Comar y a los municipios fronterizos más afectados como Suchiate y Tapachula, y que se respeten los derechos humanos de los indocumentados que pretenden entrar a México.

Como corresponde a una comisión plural, en el primer día de visita a la zona fronteriza hubo voces de todo tipo, desde las que afirman que el gobierno mexicano ha respetado las garantías de los migrantes hasta las que opinan todo lo contrario.

Lo que sí es importante es que seguramente de este recorrido que ayer comenzaron por Tapachula los diputados federales, algo bueno tendrá que salir en beneficio de los migrantes de diferentes países que llegan a esa zona tratando de cruzar para buscar el llamado sueño americano, así como para los pobladores de los municipios fronterizos que se ven afectados por la presencia constante de migrantes que demandan servicios de todo tipo. Fin.