Chamula y San Juan

En algunos lugares como Chamula, las tradiciones y los intereses políticos están por encima de cualquier situación de riesgo y de emergencia como la pandemia de Covid-19 que azota a la humanidad.

Al autonombrado concejal presidente Juan Shilón de la Cruz y a muchos pobladores no les importó que los contagios se pudieran expandir en esa zona y como se hace cada año, celebraron las fiestas al santo patrono San Juan durante tres días seguidos.

Las festividades comenzaron desde el lunes y concluyeron anoche con grandes concentraciones en la cabecera municipal, sin que se haya tomado alguna medida preventiva como la sana distancia o el uso de cubrebocas.

Las actividades religiosas propiamente, fueron realizadas y coordinadas por las autoridades tradicionales que están del lado del cabildo que siempre las organizan, pero las concentraciones en la plaza fueron convocadas por Shilón de la Cruz o simplemente en ellas participaron pobladores que por su propia cuenta llegaron como lo hacen cada año por tradición, pues se trata de la fiesta principal en su municipio.

El caso es que durante tres días, miles de indígenas chamulas se concentraron en la cabecera sin tomar ninguna medida, porque la mayoría de ellos no cree en la existencia del coronavirus.

El día de la mayor concentraron ocurrió el martes, cuando se celebraron los maitines, con la presencia de cientos o tal vez miles de personas que se quedaron hasta entrada la madrugada del miércoles.

Si el ayuntamiento se deslindó de la contratación de un grupo musical que amenizó casi toda la noche, quiere decir que el responsable es Shilón de la Cruz o alguno de sus partidarios.

Tanto el alcalde como el secretario municipal, Manuel Cuauhtémoc Hernández Gómez, aseguraron que el cabildo suspendió las actividades y que fue el grupo antagónico que lidera Juan Shilón el que convocó a la población en general a acudir a la cabecera.

Algunos habitantes que residen en la cabecera de Chamula, aseguraron que el martes y el miércoles muchos pobladores ingirieron bebidas alcohólicas, pese a lo cual no se reportaron incidentes.

Afirmaron que la noche del martes había muchos indígenas borrachos que estuvieron bailando en la plaza central hasta las 3 o 4 de la mañana, sin que les importa si hay o no coronavirus.

Podría decirse que dadas las circunstancias, Shilón de la Cruz, aprovechó la coyuntura para hacerse notar y tratar de ganar presencia ante sus paisanos, ya que el alcalde constitucional, Ponciano Gómez Gómez, prefirió acatar las recomendaciones de las autoridades de salud y hacerse a un lado de las celebraciones, pues sabe que si aparecieran contagios de la enfermedad, hasta podría fincársele responsabilidad jurídica.

El autoproclamado presidente concejal, que desde luego no lo es porque el Congreso local no lo ha reconocido, vio la oportunidad de placearse como se dice, ante cientos o miles de pobladores, ante la ausencia de las autoridades constitucionales por lo que ya se dijo.

A este dirigente no le importó que la presencia masiva de habitantes sin tomar las medidas sanitarias correspondientes, pudiera provocar contagios de Covid-19 en ese municipio indígena de los Altos de Chiapas y en otros aledaños, toda vez que sus vecinos también acostumbran a asistir a la festividad.

Lo que le importa a él es ganar presencia ante sus paisanos, aunque sabe que difícilmente la legislatura local lo reconocerá, pues, además, no cuenta con el apoyo mayoritario en el municipio o de lo contrario ya habría provocado la caída del ayuntamiento, que bien que mal ya va para dos años de estar funcionando, parte en el palacio municipal y parte en casas particulares.

Podría decirse que las autoridades estatales correspondientes tienen ahora los argumentos para fincarle alguna responsabilidad, por violar la cuarentena, ya que Chiapas está en semáforo rojo.

La vez pasada que ya estaba en la cárcel se les escapó gracias a un acuerdo que no cumplió y reincidió al posesionarse nuevamente del palacio municipal, con lo que bastaría para que se le iniciara una carpeta de investigación.

Habrá que ver en los días y semanas próximos si no aparecen personas contagiadas con la enfermedad en Chamula y en su caso, las repercusiones que pudieran tener.

Ya pasó en Venustiano Carranza, donde los pobladores han pagado un precio muy caro por no respetar las disposiciones de las autoridades de salud.

En ese lugar no respetaron la cuarentena con motivo de la celebración de la Semana Santa, lo que provocó que los contagios y las muertes se incrementaran considerablemente con las dolorosas consecuencias que ello acarrea.

Las consecuencias de posibles contagios en Chamula no son sólo para los habitantes de ese lugar, sino para los de otros municipios, principalmente San Cristóbal, porque la mayoría de ellos acude a la cuidad coleta a realizar diferentes trámites, a cobrar en los bancos, a comprar o vender productos o simplemente porque muchos de ellos tienen doble residencia.

Ello significa que si hubiera un brote de Covid-19 en Chamula, se correría el riesgo de que pronto se expandiera a San Cristóbal por la movilidad existente de uno a otro lugar.

Seguramente esto preocupa a las autoridades no sólo de salud sino en su conjunto, pues provocaría una demanda alta de atención de los servicios de salud. Ojalá que algunos chamulas como Shilón de la Cruz tuvieran razón en que a ellos no les da el coronavirus, sino sólo a los mestizos, para que no se disparen los contagios, pero ya se sabe que desgraciadamente ello no es cierto, pues el virus no respeta condición social. Que San Juan nos ampare. Fin.