La mala: Se fue Toledo. La buena: llegó María Luisa
Es una lástima que Víctor Manuel Toledo Manzur haya renunciado a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) porque no sólo se trata de uno de los ambientalistas comprometidos con la defensa de la naturaleza, sino por su capacidad.
Aunque oficialmente se dice que renunció por motivos de salud, muchas personas no lo creen, ya que desde que se filtró una grabación en la que habló de las “contradicciones” de la cuarta transformación y de los intereses del jefe de la oficina de la presidencia, Alfonso Romo, se daba casi por hecho que el siguiente paso era la dimisión.
Si en realidad existen motivos de salud para que renunciara, pocos lo pueden creer ahora, a pesar de que algunos de sus amigos y colaboradores cercanos han asegurado a esta Rotonda Pública que Toledo ya le había pedido al presidente su relevo, desde que tuvo un par de infartos y al menos una operación de corazón, y que aceptó la invitación a participar en el gabinete por autorización médica, pero que probablemente el manejo de las presiones no es nada fácil y finalmente comenzó a hacer mella en su salud.
De todos modos, viene a la mente ese argumento –“motivos de salud”- tan usado en el pasado, cuando desde arriba se tomaban las decisiones. Los motivos de salud no impedirán, por fortuna, que regrese a la investigación científica en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), como ha anunciado.
Es posible también que después de tantas contradicciones internas en el gobierno y lo poco que se puede avanzar en ciertos temas, haya estado sometido a mucho estrés y prefiriera la tranquilidad de la investigación.
Existe la posibilidad de que en ese caso no se le haya pedido explícitamente renunciar, pero después de la divulgación de la grabación el mes pasado, era casi insostenible su permanencia al frente de la Semarnat, por las presiones que se intensificaron.
El mismo exsecretario dio sus razones ayer al despedirse en el palacio nacional, donde aseguró que fue una decisión suya y de su familia, “exenta de toda implicación política”. Agregó que cuatro elementos se conjugaron: Sus casi 75 años, una cardiopatía de más de una década que se estuvo complicando y resolviendo, la amenaza de la pandemia y una alta conflictividad social y ambiental que se debe de enfrentar desde la Semarnat.
En efecto, las presiones en contra de Toledo Manzur se incrementaron a partir de la polémica por el glifosato y tuvieron su máximo nivel a partir de que se divulgó la multicitada grabación, en la que evidenció a Romo. Queda la duda de si la grabación fue hecha a escondidas o si él mismo la promovió para tener un pretexto y renunciar.
Es una lástima porque Toledo Manzur era un contrapeso a los intereses de Romo, ambicioso empresario de derecha, quien tiene un peso y un poder político importantes en el gobierno federal.
El ahora exsecretario, a su vez, es un hombre progresista, impulsar de la agroecología y defensor del ambiente. Claro que no es lo mismo estar afuera que dentro del gobierno y enfrentar todos los intereses que se mueven en ese ámbito.
Una buena noticia es que preparó todo para que el presidente publique en los próximos días un decreto sobre la prohibición del maíz transgénico y de manera gradual de glifosato, “al que deben seguir otros 80 plaguicidas más altamente peligros, prohibidos en innumerables países”, lo que, según el propio exsecretario, marcarán un parteaguas en la historia ambiental del país.
En el caso particular de San Cristóbal de Las Casas tenía interés en algunos temas como los humedales, y colaboradores cercanos han estado interviniendo para que se realicen acciones que contribuyan a su protección. Ojalá que ese equipo continúe para que no se frenen los planes.
Otra buena noticia es que su lugar será ocupado por la chiapaneca María Luisa Albores -originaria de Ocosingo y cuya abuela era salvadoreña-, hasta el lunes, titular de la Secretaría del Bienestar.
Su llegada a la Semarnat es alentadora, pues se trata de una mujer cercana al presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque no siempre se sabe si eso es bueno o no, y en teoría podría dar continuidad a algunos proyectos de su antecesor.
Víctor Manuel no ahorró elogios para su sucesora y dijo que “todo el equipo de la Semarnat, que incluye además ocho instituciones, estamos muy contentos por la decisión tomada por el presidente López Obrador”.
Agregó: “El grupo de funcionarios que hoy encabeza los asuntos ambientales, un equipo de académicos de muy alta calidad científica y técnica, aguerridos, honestos y comprometidos con el gobierno de la 4 T celebra la designación de la maestra María Luisa Albores, reconocida por tantas décadas de luchar por los sectores marginados y con los sectores marginados y por la defensa de la naturaleza”.
En su opinión, la designación de la chiapaneca, los llena de orgullo, pues “su esfuerzo tan valioso por el programa Sembrando Vida es una garantía y de confianza a toda prueba. Y también una oportunidad, creo, para hacer confluir la política ambiental con la política por el bienestar de las y los mexicanos”.
De todos modos, se sabe que los intereses en la Semarnat son muy fuertes por todos los temas que debe de abordar y lo que implica su accionar en su conjunto, por lo que María Luisa no tendrá una tarea fácil.
No hay que olvidar que este es el tercer cambio en esa dependencia en menos de dos años del actual gobierno federal, algo poco común. La primera en salir fue Josefa González, luego de que hizo que se demorara un vuelo de avión porque llegó retrasada y ahora se va Toledo Manzur. Fin.