Nueva Tacuba, Matzam, Cintul.

Delgado, en Chiapas.

Aparte de todos los estragos que han causado, las un tanto inusuales lluvias del mes de noviembre, han dejado en la zozobra y la incertidumbre a los pobladores de Matzam, Tenejapa y Tacuba Nueva, Chilón, debido a que como por arte de magia se ha abierto la tierra, ocasionando el colapso o afectación grave de viviendas, cultivos y caminos. 

No ha habido en ambos casos una explicación científica de las razones de tales desastres naturales, pero algunas personas las atribuyen a las intensas lluvias que han caído en las semanas recientes. ¡Y lo que falta! 

Primero fue en Matzam, donde 70 familias fueron evacuadas la semana pasada, según el alcalde de Tenejapa, Alfonso Intzín Girón, quien comentó que “es algo insólito lo que está pasando en el municipio”, con las cuarteaduras de la tierra. 

Casi durante los mismos días sucedió algo parecido en el barrio Gemel, de Tacuba Nueva, Chilón, información que apenas fue divulgada el domingo. 

En los dos casos, los habitantes no se explican qué es lo que está pasando, pero están muy asustados, ya que nunca antes había sucedido algo similar en esos lugares. 

Lo que procede es desalojar a las familias de manera preventiva para evitar una eventual tragedia porque, aunque dieron una tregua de algunos días, las lluvias reiniciaron este domingo y se espera que se intensifiquen a partir de este martes. 

El antecedente más cercano parecido a estos casos, puede encontrarse en la comunidad de Cintul, municipio de Teopisca, donde, en septiembre de 2010, la tierra comenzó a abrirse, lo que afectó muchas casas, algunas de las cuales cayeron y otras quedaron inhabitables. Nunca se supo con exactitud qué pasó, pero igualmente la tierra se abrió en las fechas en que llovía mucho en la zona. 

Como ahora en Matzam y Tacuba Nueva, algunas casas se derrumbaron, los terrenos se cuartearon y se destruyeron los cultivos, sobre todo de maíz, el que más abundaba. Los pobladores sentían que la tierra se movía y los postes del cableado eléctrico se pandeaban. 

El temor de los habitantes de que la tierra los tragara vivos era entonces el mismo de ahora, por lo que las 80 familias que habitaban en Cintul pasaron varias noches casi en vela, en zozobra. 

Algunos católicos lo atribuyeron a un castigo divino, porque -se preguntaban- cómo era posible que el terreno plano se volviera de la noche a la mañana una zona llena de zanjas y hundimientos inexplicables que destruyeron viviendas que llevaban 30 o más años de haber sido construidas. 

Ante tal situación, los habitantes de Cintul pidieron a las autoridades de entonces que los reubicaran, pues consideraron que ya no sería posible habitar ni trabajar en esa comunidad de 160 hectáreas, situada a 50 kilómetros de San Cristóbal, que no contaba con agua entubada, drenaje ni letrinas. 

Y efectivamente, las autoridades construyeron una colonia con todos los servicios en la cabecera de Teopisca, pero sucedió que con el tiempo la tierra dejó de temblar y de cuartearse, por lo que muchos de los pobladores, hombres, principalmente, regresaron a seguir trabajando sus tierras o incluso a establecerse, aunque no fuera de forma permanente. 

Es probable que las autoridades actuales tengan que hacer algo similar con las familias que ahora están sufriendo por los embates de la maltratada naturaleza que así se cobra todo el daño que los humanos le hemos causado con tanta destrucción. O a la mejor les proponen otra solución para protegerlos. 

A algunas personas inclusive les ronda en la cabeza la idea de que se acerca el fin del mundo cuando se enteran de la magnitud de lo daños en la tierra de estos lugares mencionados. Pero no, seguramente es el resultado de la destrucción del ambiente en todas partes y de todas formas. Ojalá este tipo de cosas nos hicieran tomar conciencia y detener el daño a la naturaleza. Desgraciadamente, ni así entendemos. 

Mario, en Chiapas.  

El dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, estuvo el pasado sábado en Chiapas, uno de los primeros estados que visita después de su polémica elección. Parece que las turbulentas aguas en el interior de ese partido ya se apaciguaron, pues Porfirio Muñoz Ledo ya casi nada dijo de sus amenazas de impugnar, después de que el Instituto Nacional Electoral (INE) dio el triunfo al ahora líder.  

Y efectivamente, como el mismo Delgado afirmó en su visita a San Cristóbal, una vez que ha concluido el proceso en el que él resulto electo presidente del Comité Ejecutivo Nacional, “todos tenemos un mismo objetivo: Garantizar la continuidad de la cuarta transformación y para ello es fundamental la unidad, sin simulaciones, sin patadas debajo de la mesa. La unidad en torno a un ideal, del cambio en México, de la transformación. Por eso vamos a consolidarnos como partido político, para ser un punto de apoyo para el presidente, quien gobierna con el proyecto alternativo de nación de Morena”.  

Si quiere enfrentar con éxito el bloque que algunos empresarios y las dirigencias del PRI, el PAN y el PRD están tratando de conformar para ir juntos en las elecciones federales de junio próximo, el partido gobernante tiene que unirse.  

El único acto público que tuvo en la ciudad coleta fue una rueda de prensa en la que fue arropado por el diputado local, Juan Salvador Camacho Velasco y un grupo de sus seguidores. Si la próxima candidatura para la alcaldía en San Cristóbal será para el género masculino, el más fuerte aspirante es precisamente Juan Salvador por sus relaciones con Delgado y con el canciller Marcelo Ebrard, posible candidato presidencial en 2024 por Morena. Eso quedó claro el sábado. Después de los resultados de la actual administración municipal, lo más seguro es que el partido se incline por un hombre para la siguiente, lo que tampoco es garantía de nada, claro. Muy activo estuvo también en esa visita, el chiapaneco Emilio Ulloa, quien ha hecho carrera política en el estado de México y se ha colocado como posible candidato a la gubernatura en 2023, pero antes podría repetir como alcalde en Neza.