¿Inicio del fin de la pesadilla?
Aunque son pocas dosis todavía, es un alivio que comenzaron a llegar y aplicarse las vacunas para combatir el coronavirus en Chiapas, pues con ello los trabajadores de la salud -los primeros en ser inmunizados- podrán desarrollar sus labores con mayor seguridad y menos temor de ser contagiados.
Además, con cada dosis que se aplique, irán bajando los riesgos de transmisión de la enfermedad porque serán menos personas susceptibles de tener el virus, por lo que puede decirse que el inicio de la inmunización representa la posibilidad del fin de la pesadilla que desde se vive desde marzo.
El tema de las vacunas está siendo tratado casi como asunto de Estado, pues cuando menos el responsable del traslado es el Ejército Mexicano, que por su naturaleza realiza muchas actividades con mucho hermetismo, aunque, efectivamente, es necesario cuidar que la aplicación no sea aprovechada por nadie con fines electorales.
El primer cargamento llegó la noche del martes en una aeronave de Ejército federal al aeropuerto internacional Angel Albino Corzo en medio de mucho hermetismo y desde ayer mismo comenzaron a aplicarse las primeras vacunas a los trabajadores de la salud que están atendiendo a los pacientes con Covid-19. “En la primera línea de combate”, se dice.
Las dosis llegan justo en el momento en que debido sobre todo a las fiestas del fin de año se han incrementado los casos en diversas partes del estado.
De acuerdo con las autoridades de salud, a más tardar a principios de febrero podría estar vacunado todo el personal de salud, que supera los 40 mil empleados.
Luego seguirán los grupos de mayores de 65 años, los que tienen alguna comorbilidad y así sucesivamente hasta inmunizar a toda la población chiapaneca. Se desconoce cuánto tiempo tardará este proceso, pues dependerá de la cantidad de dosis que desde el extranjero se surta al país.
Ojalá, pues, que el primer envío calme la ansiedad de muchas personas que se sienten agobiadas por la sola idea de estar expuestas a un posible contagio. Igual, habrá personas que no quieran vacunarse, pero eso lo decidirá cada uno. Mientras tanto, toda la población debe de mantener las medidas sanitarias para evitar contagios. No hay que bajar la guardia.
PICOTAZOS. Si Juan Salvador Camacho solicitó licencia a la diputación local, es porque tiene alguna certeza de que podría ser el candidato de Morena a la alcaldía de San Cristóbal de Las Casas para competir en las elecciones del 6 de junio. Claro, se avizora una pelea interna fuerte, ya que hay muchas personas que pretenden quedarse con la candidatura, pues saben que es casi seguro ganar porque el presidente Andrés Manuel López Obrador, sigue arrastrando votos para su partido, a pesar del desgaste natural en dos años de administración. Ya se vio cuántas personas se han inscrito como precandidatas a la diputación federal por ese partido. Hay de todo, desde los que pretenden reelegirse hasta otros que no sólo no han formado parte del proyecto de la cuarta transformación, sino que estuvieron en contra. Por lo pronto, con su solicitud de licencia, Juan Salvador se convierte en el primero en decir abiertamente que buscará la candidatura. Los demás están medio agazapados todavía en espera de los tiempos legales para “destaparse”, aunque ya se sabe más o menos quiénes aspiran y de algún modo tratan de hacerse visibles en las redes sociales, el mejor medio para tratar de posicionarse con algún pretexto. Falta ver todavía si la presidenta municipal, Jerónima Toledo Villalobos buscará la reelección. Y falta ver también si Morena irá en San Cristóbal con candidato o candidata. De eso dependen en gran medida las posibilidades de ella y del ahora legislador con licencia, que es cierto, un buen tiempo tuvo el corazón verde, como cuando fue regidor del ayuntamiento coleto que presidió el empresario Francisco Martínez Pedrero, a quien, por cierto, algunos grupos impulsan como posible abanderado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), al que no renunció a pesar de las presiones del palacio de gobierno cuando fue alcalde en el trienio de 2012 a 2015. En ese período fue regidor plurinominal, Juan Salvador Camacho, quien formaba parte de la planilla de Hugo Pérez Moreno, que compitió bajo las siglas del entonces gobernante (en el estado) Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Como era lógico, por intereses políticos se convirtió en la puya principal de Martínez Pedrero durante los casi tres años que estuvo como alcalde. Si Jerónima decidiera reelegirse, en caso de que Morena se incline por el sexo femenino, no la tendría nada fácil porque la población esperaba más, un cambio prometido por el partido gobernante que en nada o poco se nota, aunque desde luego, tendría la ventaja de que está en cargo. (El presidente consejero del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), Oswaldo Chacón Rojas, ha confirmado a esta Rotonda Pública que los alcaldes en funciones que pretendan reelegirse tienen hasta el 6 de marzo para solicitar licencia). Habrá que esperar entonces, para saber qué decisión toma o qué indicaciones recibe. Incluso podría buscar la candidatura a la diputación local. Se entiende que si Juan Salvador fuera el candidato la alcaldesa está moralmente obligada a respaldarlo como su correligionario para sumar a la cuarta transformación, aunque por intereses políticos él se ha convertido en su crítico. Como ya se ha dicho antes, Juan Salvador tiene la ventaja de las relaciones de alto nivel con el canciller, Marcelo Ebrard y el líder nacional morenista, Mario Delgado, forjadas por su difunto padre, Manuel Camacho Solís. Tiene en contra el hecho de que hizo su vida desde la cuna en la capital del país y que no concluyó una carrera, aunque esto no debe de ser motivo para descalificarlo y no tiene por qué ser un requisito para gobernar. Cuántas personas gobernaron antes y sólo podían firmar. De nada sirve tener un doctorado si no se tiene la inteligencia, la capacidad, el compromiso social, moral y ético, además del necesario sentido común, y si no se pone al servicio de la gente. Claro, se puede discutir si Camacho reúne estas cualidades. Fin