¿Carranza, en ebullición?

Venustiano Carranza puede convertirse en un polvorín si las autoridades no actúan a tiempo para frenar la violencia que desde hace casi un mes azota a esa región, con resultado de seis muertos y cinco lesionados de bala. 

El asesinato de los campesinos, Abenamar Hernández de la Cruz, de 24 años; Jordán López de la Cruz, de 18, hijo de Jordán López Aguilar, muerto por la policía ministerial en un operativo para detener a Chema el 29 de septiembre de 2009 y de Jorge Armando Hernández Pérez, de 35 años, hijo del dirigente histórico, José Manuel Hernández Martínez, conocido como Chema, pueden complicar todavía más la delicada situación en ese municipio. 

Las víctimas pertenecen a la Organización Campesina Emiliano Zapata-Región Carranza (OCEZ-RC), formada hace años a partir de una escisión de los Bienes Comunales Casa del Pueblo, con la cual ha tenido acercamientos últimamente. 

En el caso de estos tres muertos no se ha aclarado todavía si su muerte tiene relación directa con la añeja disputa de tierras en Venustiano Carranza, o si detrás existen otros factores, porque como siempre, en estos casos surgen diferentes versiones. Lo que sí queda claro es que iban directo sobre ellos. 

Por el lado de los campesinos aparecen en el entramado, tres organizaciones principales que desde hace años se disputan las tierras: los Bienes Comunales Casa del Pueblo, la Alianza San Bartolomé de Los Llanos que se asienta principalmente en Paraíso del Grijalva y la OCEZ-RC. De alguna forma, las tres se vieron involucradas en los sucesos sangrientos que a principios de este mes dejaron tres muertos y cinco heridos. 

De las víctimas mortales de hace tres semanas, dos pertenecían a la Casa del Pueblo y una a Paraíso del Grijalva. Ahora le ha tocado a tres miembros de la OCEZ-RC. 

El ambiente está enrarecido en Venustiano Carranza y según testimonios de pobladores se siente una situación de tensión, temor e incertidumbre por lo que pudiera pasar como consecuencia de este nuevo hecho sangriento, que sea real o no, los compañeros de los muertos tratarán de vincularlo con las disputas agrarias. 

La situación es compleja. De repente da la impresión de que ese lugar es un volcán en ebullición. Por un lado, la Casa del Pueblo mantiene cerrados los accesos a la cabecera municipal, además de otras restricciones, y la Alianza San Bartolomé de Los Llanos mantiene en su poder 31 vehículos propiedad de la primera, desde el enfrentamiento de principios de mayo. 

Apenas se están dando los pasos para la devolución de las unidades, pero el asesinato de los tres campesinos ocurrido ayer en el ejido Nuevo Soyatitán, podrían complicar las cosas. 

El triple homicidio provocará que las cosas se enreden todavía más y si las autoridades no atienden el conflicto, Venustiano Carranza podría convertirse en un polvorín que nadie quiere y a nadie conviene. Por otro lado, todos los actores, empezando por las organizaciones y los comuneros tienen que poner todo lo que esté de su parte para evitar más derramamiento de sangre. si las cosas siguen como hasta ahora podría incluso ponerse en riesgo la elección del 6 de junio en ese municipio. 

Es fácil acusar al gobierno, a los caciques, etcétera, pero casi nadie dice que en ese municipio existen armas de fuego de alto poder en manos de muchas personas, lo que representa un riesgo constante de enfrentamientos o agresiones. 

Ojalá, pues, que todos piensen en la paz y la tranquilidad del municipio, de las familias, y se olviden ya de venganzas y revanchas que sólo traerán muerte y dolor. 

Pero en víspera de las elecciones, no sólo en Carranza están complicadas y peligrosas las cosas, pues un grupo de hombres armados robó ayer en Siltepec, situado en la sierra del estado, todas las boletas para la elección municipal. 

El hecho es grave y tendrá que ser investigado por las autoridades correspondientes para que se castigue a los responsables y se ponga el ejemplo, con el fin de que no suceda en otras partes del estado. 

De acuerdo con la información oficial, los aproximadamente 15 hombres armados se robaron 19 mil 133 boletas y actas electorales correspondientes a 31 casillas. 

Quién sabe cuál sea el interés de robar las boletas, si sembrar el miedo, tratar de beneficiar a algún candidato o evitar la elección. En estos dos últimos casos no sería muy acertada la operación, pues el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), podría sustituir el material. Ojalá que las autoridades aclaren el asunto. 

Lo bueno en este caso es que más allá de los insultos y de la natural crisis nerviosa, los trabajadores del Consejo Municipal Electoral no fueron agredidos físicamente.  

Y si volteamos a los Altos de la entidad, ahí está el caso Aldama-Santa Martha que es un riesgo permanente; día tras día hay balazos. Todavía el domingo se reportó un nuevo herido de bala de Aldama, pareciera que no hay autoridad de ningún nivel capaz de controlar a esos dos pueblos que insisten en agredirse. El problema, otra vez, es que medio mundo tiene armas de fuego, y no cualquier arma, sino de alto calibre. 

Una pregunta recurrente es: ¿de dónde sacan tantas armas y municiones para estar disparando todo el tiempo? Si quisiera, el gobierno podría investigar y poner un alto y así controlar un poco la violencia que brota en varios lados. 

Por si fuera poco, el de los normalistas sigue siendo un problema serio que necesita solución pronta. Hoy habrá de saberse qué resuelve el juez sobre la situación jurídica de las 19 personas que todavía quedan presas en El Amate. Ya el domingo vinculó a proceso a 74 alumnas, aunque decretó su libertad condicionada. Fin