Se calienta Oxchuc

Conforme se acerca la fecha para que sean renovadas las autoridades municipales de Oxchuc, arrecia la confrontación entre los dos grupos mayoritarios: el que gobierna actualmente bajo el sistema de usos y costumbres y los opositores que buscan que regrese la forma tradicional de elegir a sus gobernantes, a través de los partidos políticos. 

Más de dos meses llevan enfrascados en discusiones aparentemente menores que para los opositores no son más que un pretexto para entorpecer el avance del proceso para organizar las votaciones mediante mano alzada, con el fin de designar a las siguientes autoridades. 

El OEC, nombrado en marzo y responsable de organizar el proceso electoral, está conformado por 16 personas del grupo que está en favor de los usos y costumbres (en el poder) y los opositores exigen que se les den cuatro espacios a ellos que representan 34 de las 131 comunidades. 

Después de varias reuniones y votaciones en asamblea como se acostumbra en el municipio, se ha acordado que ocupen dos espacios, lo que significa que el OEC estaría formado por 18 personas. 

Sin embargo, el grupo insiste en que se le den cuatro espacios y utiliza la negativa de la asamblea, como un pretexto para calentar el ambiente e impedir el avance del proceso y para tratar de “reventar” cualquier reunión en la que la asamblea trata de llegar a acuerdos. 

Este grupo, opositor a las actuales autoridades municipales, es encabezado por dirigentes que posiblemente respondan a intereses de políticos que fueron desplazados y dejaron de tener el control debido a que la mayoría de habitantes -cerca del 60 por ciento- estuvo de acuerdo en que las autoridades del municipio sean electas por usos y costumbres. 

Oxchuc es hasta ahora el único municipio de Chiapas en el que por ley, las autoridades son nombrados mediante el sistema normativo. La actual es la primera administración designada bajo ese método. 

Desde el inicio los opositores se replegaron y agruparon para tratar de poner piedras en el camino a las autoridades electas a mano alzada en abril de 2019.  

Ahora han tomado como pretexto la negativa de la asamblea de autorizarles cuatro espacios en lugar de dos en el OEC. ¿Cambiaría en algo que tengan cuatro en vez de dos? Desde luego que no porque no tendría prácticamente ningún impacto ni incidencia en las decisiones.  

El asunto ahora es ya una lucha de poder; es decir, si los inconformes pidieran de buenas maneras dichos espacios a la mejor se los otorgan, pero si lo hacen violentando las reuniones como ha venido sucediendo, no tan fácil va a ceder el otro grupo. 

Lo más probable es que aunque les den esos espacios que pelean, seguirán asumiendo la misma actitud y comportamiento, porque, como ya se ha dicho, lo que en el fondo buscan es crear conflictos e impedir el avance del proceso. De hecho, ayer circularon versiones de que este grupo estaría programando para este martes, boquear la carretera y continuar con acciones de protesta. 

Las acciones desestabilizadoras más recientes, sucedieron el sábado, cuando ese grupo que tiene como cabezas visibles a Javier Gómez Méndez y Sergio López “reventó” la asamblea en la que participan como observadores, Sofía Margarita Sánchez Domínguez, consejera del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) y otros funcionarios de ese organismo. 

De acuerdo con testigos, los inconformes, que comenzaron rompiendo sillas para deshacer la asamblea, lanzaron disparos de armas de fuego al aire, lo cual es muy grave. 

Desde hace mucho tiempo en ese y otros municipios muchas personas tienen armas de fuego y acostumbran a utilizarlas para “resolver” problemas políticos, con resultados frecuentes de muertos o heridos. 

Es grave también que ese grupo haya agredido a la consejera Sofía o cuando menos las unidades en las que ella y sus acompañantes se transportaban. ¿Qué puede esperarse si ni siquiera su presencia los inhibió para disparar sus armas de fuego? 

Después de lo ocurrido el sábado no será fácil programar una nueva asamblea a la que sean invitados los miembros de ese bando, sin el riesgo de que otra vez termine en trifulca. Y lo peor es que pasa el tiempo y las partes no llegan a acuerdos para avanzar en el proceso de organización de las elecciones. 

Lo que debe de hacer el bando que está en contra del sistema normativo para la designación de los gobernantes es prepararse para competir y tratar de ganar la alcaldía en el plebiscito, en lugar de andar causando problemas. O a la mejor hace esto último porque de antemano se sabe perdidos y no quiere entrar a la contienda. 

Si la mayoría de la población optó en su momento porque los partidos políticos que tanta división causan ya no participen en las elecciones, hay que procurar que perdure ese acuerdo. Oxchuc forma parte de la historia por ser el primer municipio de Chiapas en realizar votaciones basadas en el sistema normativo. 

Como quiera que sea, en los dos años y medio que las autoridades llevan gobernando ha habido una relativa estabilidad política y social. Con sus altibajos, la situación ha estado menos conflictiva que antes cuando había alcaldes emanados de algún partido. Eso significa que la fórmula para que hay algo de tranquilidad está en que se sigan aplicando los usos y costumbres para nombrar a los gobernantes. 

Ojalá que las autoridades estatales sigan interviniendo para que los dos grupos dialoguen civilizadamente y lleguen a acuerdos en beneficio del municipio y que se eviten conflictos que desestabilizan y alteran la frágil paz social en ese municipio.  

Ya se sabe que cuando los pleitos escalan, hasta la gente que nada tiene que ver con los problemas resulta afectada, ya que lo primero que hace uno de los grupos es bloquear la carretera San Cristóbal-Ocosingo-Palenque. Fin