Sigue la mata dando: Pantelhó, Teopisca, Oxchuc…

Cuando en dos ocasiones fue nombrado por el Congreso del estado presidente del concejo municipal de Pantelhó, Pedro Cortés López no imaginó tal vez que terminaría en la cárcel, antes de cumplir un año en el cargo. 

Su detención junto con Diego Mendoza Cruz, primer regidor concejal ocurrida el martes por la tarde en Tuxtla Gutiérrez, no dejó de ser sorpresiva, pues apenas unas horas antes seguía siendo presidente del concejo. 

Las autoridades aprovecharon que ese día acudió con los demás integrantes del concejo a ofrecer una conferencia de prensa frente a las instalaciones del Congreso local, en la que quedó claro su rompimiento con el grupo de Autodefensas del Pueblo El Machete, que había apoyado su nombramiento.  

De acuerdo con fuentes oficiales, mientras ofrecía la conferencia de prensa fue desaforado por los diputados, y poco después capturado en pleno centro de la capital chiapaneca. 

El rompimiento del presidente concejal con El Machete se visibilizó a mediados de mayo, cuando este grupo lo retuvo y obligó, junto con los demás concejales, a firmar su renuncia por diferencias, presuntamente relacionadas con el manejo de los recursos públicos del municipio. 

Sin embargo, se negaron a dejar el cargo e hicieron todo lo posible por permanecer en la presidencia municipal, lo que dio tiempo a las autoridades de buscar la forma de sacarlo del poder mediante la detención del presidente y del primer regidor. 

Se sabe que las autoridades le habían pedido que se hiciera a un lado para facilitar el nombramiento de su sustituto, pero se negó en todo momento. Bien pudo negociar su salida y aislarse un tiempo, pero al parecer ya se había engolosinado con el poder y se negó. 

Es posible que su detención no ayude mucho a saber dónde están los 19 pobladores -siempre han manejado 21- que fueron retenidos el 26 de junio, en medio de la revuelta en la que, respaldados por El Machete, más de dos mil pobladores tomaron la alcaldía, quemaron viviendas, carros y saquearon tiendas en la cabecera de Pantelhó. 

Lo más probable es que él no sepa qué pasó realmente con esas personas, aunque lo suponga. Los que sí saben dónde están son los dirigentes de El Machete, que ordenaron su retención. 

De todos modos, el encarcelamiento de Cortés López es algo que los familiares de los desaparecidos estaban esperando, pues tienen la esperanza de diga lo que sabe para saber qué pasó con ellos. Aunque no se sepa qué pasó, cuando menos esta acción será vista como parte de los esfuerzos de las autoridades por esclarecer los hechos. 

Lo que sigue ahora es que el Congreso local nombre a las nuevas autoridades municipales y se especula que el nuevo presidente concejal podría ser precisamente un integrante de El Machete, con lo que ese grupo afianzará su poder. 

No se sabe bien a bien qué tanta base social tiene todavía Pedro Cortés, lo que es público que ha sido apoyado sobre todo por la feligresía católica de las comunidades. 

La pregunta en este caso es si la detención del presidente y del regidor no contribuirá a descomponer más la situación en ese municipio indígena de los Altos de Chiapas.  

Aunque se desconoce si algún funcionario estatal de nivel medio mueve los hilos en Pantelhó, lo real es que El Machete ha logrado mantener el control a base de las armas de fuego, pero habrá que ver si estos reacomodos no terminan afectándole. 

Por lo demás, las autoridades deberán de tener mucho cuidado porque si a Pedro Cortés y Diego Mendoza los mandan al penal de El Amate, podría correr peligro su vida, pues en ese lugar están presos algunos de los pobladores que fueron desplazados de Pantelhó por El Machete.        

En los próximos días o semanas se verán las consecuencias, para bien o para mal, de la detención de Cortés López y de Mendoza Cruz. Ojalá que en lugar de empeorar, la situación en Pantelhó, que ha estado en relativa calma en varios meses, no se descomponga para que no vuelvan la zozobra y la incertidumbre. 

Desgraciadamente en la región de los Altos, y en otras también, los conflictos saltan de un lugar a otro. Ahora es Teopisca el que está en problemas, originados de algún modo, por el asesinato del alcalde José Rubén Valdez Díaz, ocurrido el 8 de junio.  

Por lo que puede verse, los integrantes del ayuntamiento fueron presionados para que renunciaran, pero la síndica Josefa María Sánchez Pérez se reveló y en lugar de dimitir buscó apoyo entre algunos grupos para que el Congreso local la designe presidenta municipal sustituta.  

En su apoyo el martes se movilizaron algunos grupos que cerraron la carretera San Cristóbal-Comitán (que atraviesa por Teopisca), con el fin de presionar a las autoridades para que la sindica asuma el poder. Se va a poner fuerte el pleito porque se rumora que el sustituto podría ser Luis Valdez Díaz, hermano del difunto, que encabezaría un concejo municipal. 

En medio de todo esto, el conflicto en Oxchuc sigue creciendo, pues el martes en la madrugada fue asesinado el indígena, Miguel Ángel Méndez Gómez, de 29 años de edad, identificado con el grupo de Luis Sántiz Gómez, presidente del concejo municipal, y por añadidura, con Hugo Gómez Sántiz, quien compitió en las elecciones del 15 de diciembre que tuvieron que ser anuladas y quien maneja los hilos del concejo. Por cierto, aseguró que él no es impulsor del regreso de los partidos políticos en ese municipio, único de la entidad que nombra a sus autoridades por medio del sistema de usos y costumbres. 

Y si de violencia se habla, qué se puede decir del triste asesinato de los sacerdotes jesuitas, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, ocurrido el lunes en la comunidad Cerocahui, Chihuahua, que han sacudido la conciencia de muchas personas, entre ellas el Papa Francisco, que precisamente pertenece a la orden de la Compañía de Jesús (Jesuitas) como las víctimas. Para colmo, los hechos sucedieron dentro de un templo, algo muy grave. Fin