Morena corrige

Finalmente, la dirigencia nacional del partido Morena tuvo que reconocer que en varios estados del país hubo serias irregularidades en las votaciones realizadas a finales del mes pasado para elegir consejeros distritales. 

Después del análisis correspondiente, la dirigencia nacional documentó lo que la prensa ya había dado a conocer: que hubo trampas y desaseo en las llamadas asambleas distritales, por lo que repetirá elecciones en distritos de siete estados, incluido Chiapas, durante los tres próximos fines de semana.  

De paso, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, dijo que la participación en las elecciones de finales de julio fue de 2 millones y medio de personas, es decir, medio millón menos de las que había informado un día después del ejercicio. 

Si bien es cierto que la dirigencia sólo anuló las elecciones en los casos en los que el cochinero era descarado, es importante que los dirigentes reconozcan que hubo irregularidades. Sin embargo, lo urgente es evitar que se repitan, si es que quieren convertirse en ejemplo de democracia para que vayan a tono con el discurso. 

Como se dijo en su oportunidad, en muchos distritos fue visible el acarreo de personas, el rellenado de urnas y el pago de votos, por ejemplo, al mejor estilo de las prácticas del Partido Revolucionario Institucional (PRI). 

Tratar de pasar por alto estas anomalías y hacer como si nada pasó, hubiera sido un despropósito para un partido que cuando menos en el discurso busca marcar una diferencia para dejar en el pasado todos los vicios que han llevado al país a una situación de corrupción que tanto daño le ha hecho. 

Luego de la anulación, Morena acordó reponer las elecciones el 3 y 4 de septiembre en las siguientes entidades y distritos: Baja California, en el distrito 4; en Guerrero, en el 8 y el 9; en Guanajuato, en el 2, 5, 9 y 12; en Durango, en el 2 y 3; en Chiapas, en el 4, 5 y 13; en Jalisco, en el 7 y 9, y en Tamaulipas, en el 7 y 9. 

Además, el 20 y 21 de agosto se celebrarán los congresos estatales en Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Colima, Nayarit, Puebla, Querétaro, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Querétaro, Yucatán y Quintana Roo. Y el 26 y 27 de agosto corresponderá a Aguascalientes, Ciudad de México, estado de México, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, San Luis Potosí, Tlaxcala, Veracruz, Zacatecas y Campeche. 

Para concluir, el 3 y 4 de septiembre se llevarán a cabo estos congresos estatales en Baja California, Chiapas Durango, Guanajuato, Guerrero, Jalisco y Tamaulipas. En esos estados vamos a repetir asambleas distritales. 

Qué bueno, pues, que el partido gobernante rectificó y optó por repetir las elecciones distritales en los lugares en los que hubo un desaseo que quedó a la vista de todos. Ojalá que en el próximo proceso cuiden todos los detalles para evitar cuestionamientos y denuncias de los mismos contendientes y militantes. 

Hablando de morenistas, pareciera que de repente al güero embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar le gana la simpatía por la 4T, con lo que destantea a propios y extraños. 

Asiduo visitante de Palacio Nacional, el simpático diplomático declaró el martes que el gobierno de su país tiene un “respeto absoluto a la soberanía de México y a la estrategia de seguridad impulsada por la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador”. 

Es de suponerse que a la derecha opositora de este país no le cayó nada bien esta declaración y ya habrá ido a quejarse con los altos mandos del vecino país del Tío Sam. 

Y para colmo, Salazar dijo lo anterior en conferencia de prensa después de reunirse con el panista Martín Orozco Sandoval, gobernador de Aguascalientes, nada más y nada menos que del partido Acción Nacional (PAN). 

El diplomático fue consultado sobre los sucesos violentos ocurridos la semana pasada en Chihuahua, Jalisco, Baja California y Guanajuato, donde grupos del crimen organizado pusieron de cabeza varias regiones, con enfrentamientos, quema de vehículos y tiendas y, lo más grave, el asesinato de civiles. 

Como era lógico, la oposición reaccionó de inmediato en contra de la estrategia de “abrazos, no balazos”, del presidente Andrés Manuel López Obrador, descalificada casi desde el inicio, y que dicho sea de paso, el mandatario ratificó después de los sucesos mencionados. 

Aunque reconoció que hay preocupación en Estados Unidos, Salazar dijo que existe un compromiso de colaboración con el gobierno mexicano con el que aseguró, hay entendimiento. 

A diferencia de la oposición, el embajador reconoció que “en algunos estados de México están progresando en materia de seguridad con todos los actores interesados, mientras que en otros enfrentan retos complicados; sin embargo, Aguascalientes es una entidad que se distingue por ser un buen ejemplo a seguir, algo que pude constatar en mi primera visita a la tierra de la gente buena”. 

Manifestó que la violencia ocurrida en días pasados, “nos afecta a nosotros también, a nuestros empleados, llámese Michoacán, Juárez, Tijuana o cualquier parte, porque nuestra prioridad es asegurar que nuestros empleados y los conciudadanos que visitan esos lugares tengan una experiencia segura”. 

Así las cosas con el representante del gobierno del presidente Joe Biden en México, que de repente aparece con algunas declaraciones polémicas, pero sobre todo, de molestia para la oposición mexicana e incluso de su país, y claro, de beneplácito para la llamada Cuarta Transformación. 

Por si algo faltara, ahora resulta que el exgobernador morenista de Baja California y ahora senador, Jaime Bonilla, responsabilizó de los hechos violentos en esa entidad, a su sucesora Marina del Pilar Ávila, por “haber pactado con el Cártel Jalisco Nueva Generación y ante el incumplimiento”, ese grupo reaccionó de esa forma. “Lo que pasó el fin de semana en el estado, es distinto a lo ocurrido en Guadalajara, Chihuahua y Guanajuato. Nos tratan de confundir. Lo que ocurrió fue una falla de oficio político, una falla gubernamental. En Baja California se optó por un esquema idéntico al del ex secretario de Seguridad, Genaro García Luna. La gobernadora pactó con el crimen organizado, con el CJNG”. ¡Sopas! Fin