Da la impresión de que el triunfo del candidato del ultraderechista partido La Libertad Avanza, Javier Milei, en Argentina, medio entusiasma a la oposición mexicana que sueña que en este país podría pasar algo parecido.
Cuando menos por ahora no hay muchos motivos para que se hagan ilusiones porque la candidata del derechista Frente Amplio por México (FAM), Xóchitl Gálvez no sólo no levanta, sino que los partidos que la postulan (PRI, PAN y PRD) están divididos.
En el PRI, por ejemplo, siguen las renuncias, que por más que el dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas pretenda minimizar son restas que les van a costar votos.
Entre las deserciones más recientes se encuentran la del alcalde de Cuajimalpa con licencia, Adrián Rubalcava Suárez, quien acusó de traidor a Moreno Cárdenas.
En su opinión, las cúpulas de los partido mencionados impuso a Santiago Taboada, ex alcalde de Benito Juárez, como precandidato único a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
Al anunciar su salida del tricolor, aseguró que le ofrecieron una senaduría, pero la rechazó porque no quiere respaldar una candidatura “manchada por la corrupción, a alguien vinculado con la delincuencia y con imputaciones”, en alusión a los nexos de Taboada en las investigaciones por el llamado cártel inmobiliario.
El dirigente nacional del PRI, dijo, lo insultó cuando le informó sobre su renuncia, mientras que Gálvez se deslindó de la supuesta imposición de Taboada.
Se suponía que el PRI podría tener mano para postular al candidato a la jefatura de la Ciudad de México, ya que Xóchitl es panista, aunque no milite formalmente en ese partido. Es decir, el blanquiazul se está quedando con la candidatura presidencial y con la jefatura de la capital.
Hasta el PRD, que en realidad poco representa ya en término de votos, había informado que registraría sus propias candidaturas federales en 2024 debido a la actitud de las dirigencias nacionales del PRI y PAN que pretendían excluirlo de los acuerdos para ir en coalición.
Antes de Rubalcaba Suárez había renunciado el ex gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, quien anunció la creación de la Alianza Progresista por México, que será “un espacio abierto de discusión, diálogo y reflexión, en el que todos los mexicanos sin distinción puedan participar, con el único objetivo de aportar a la creación del modelo de país que nos merecemos”.
El también ex legislador aseguró que con él se va del PRI un grupo de simpatizantes que tampoco está de acuerdo con la dirigencia nacional, sobre todo por la alianza con el PAN y el PRD.
Por estas y otras razones, la principal, el gran respaldo popular del que goza el presidente Andrés Manuel López Obrador, impulsor de Claudia Sheinbaum, virtual candidata presidencial de Morena, es que no se ve viable, cuando menos hasta ahora, que en México pase lo que en Argentina.
Además, la situación en Argentina es mucho peor que la de México, cuya economía se mantiene estable con un súper peso muy fuerte, aunque, en efecto, la crisis económica se resiente en todos los sectores.
El de la inseguridad es especialmente un problema grave, sobre todo en algunos estados o regiones muy bien ubicados, en los que las fuerzas de seguridad federales no han sido capaces de contener.
De hecho, ese será tal vez el principal tema de las campañas políticas, al que la oposición le apostará para ganar votos. No será Sheinbaum muy vulnerable porque el trabajo que como jefa de Gobierno hizo en la Ciudad de México es aceptable.
Otro punto a favor es que a pesar de las inconformidades naturales, Morena no se dividido durante la reciente elección de los candidatos en las nueve gubernaturas, incluida la de la capital del país, que estarán en juego en 2024.
Lo que es un hecho es que en varios países de América Latina se ha ido pasando de gobierno de derecha a los de izquierda y luego el retorno de los primeros (Brasil es un ejemplo; ahora Argentina), a causa del mal trabajo realizado por los respectivos gobernantes.
En México, valga recordar, el derechista PAN tuvo su turno dos sexenios (2000-2006 y 2006-2012), pero nada hizo que marcara una diferencia respecto al PRI que en 2012 retomó el poder, tal vez por última vez porque no se ve por donde puede resurgir después de 100 años de su fundación.
Morena tiene la posibilidad de quedarse cuando menos otro sexenio si se toma en cuenta el respaldo popular que por ahora tiene la candidata presidencial, pero si las cosas no mejoran como mucha gente espera, la oposición podría ganar en 2030, y en esa eventualidad se repetiría lo que pasó con el PAN.
De todos modos, faltan más de seis meses para las elecciones de junio cuando se sabrá cómo quedan las cosas en el país. Desde luego que ningún escenario puede descartarse, a que todo puede suceder, pues en política nada está escrito, pero en el horizonte no se vislumbra algo parecido a lo que sucedió el domingo en Argentina.
Picotazos. Algo grave está pasando en algunas partes del estado que varias mujeres han sido asesinadas en los días recientes. Las autoridades tienen que redoblar los esfuerzos para evitar que ocurran más hechos de este tipo que lastiman no sólo a los familiares, sino a la sociedad misma. No es posible que en algunos casos, sean los propios esposos o parejas los que les quitan la vida. De verdad que, por desgracia, la degradación social es cada vez mayor. Algo debe de hacerse para parar esta situación. Fin