Contrario a lo que muchas personas temían, las elecciones extraordinarias realizadas el domingo en los municipios de Chicomuselo y Capitán Luis Angel Vidal transcurrieron sin incidentes, según los reportes de las autoridades electorales.
Las miradas estaban puestas principalmente en Chicomuselo, situado en la sierra de Chiapas, debido a que por lo menos en las dos semanas recientes hubo enfrentamientos no solo en ese municipio sino en otros de la región entre miembros de organizaciones del crimen organizado, lo que provocó desplazamientos forzados.
Milagrosamente (consecuencia de los acuerdos, se entiende) no ocurrieron hechos de violencia que lamentar, aunque es fácil suponer que las votaciones se realizaron en un ambiente de tensión, incertidumbre y posiblemente sin libertad para sufragar por la candidata o el candidato de la preferencia del electorado.
Para empezar, el Instituto Nacional Electoral (INE) tuvo que “ajustar” por cuestiones de seguridad de 45 a 27 el número de casillas, aunque, de acuerdo con la explicación ofrecida, esa cifra representó el 100 por ciento.
Por la misma situación, no se instalaron casillas en la cabecera municipal, aunque no quedó claro si los ciudadanos a los que les tocaba votar ahí lo podían hacer o no en alguna de las 27 casillas que sí fueron instaladas en otras partes del municipio.
Como ya se dijo, lo destacable es que las elecciones pudieron llevarse a cabo en aparente tranquilidad y sea como sea, presionados o no, los pobladores eligieron a su próximo presidente municipal: Lizandro Borrallas Verdugo, postulado por el Partido del Trabajo que ya gobierna ese municipio.
Por cierto, fuentes del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) dijeron que él sería su candidato, pero luego decidió registrase bajo las siglas del PT y literalmente “barrió” en los comicios. Quién sabe qué arreglos (o desarreglos) hubo de última hora.
Si el próximo alcalde tiene o no representatividad política es otro tema, porque la legal sí la tendrá, ya que los organismos electorales validarán su triunfo como resultado del conteo de los votos en las urnas.
Cualquiera supondría que ganar una alcaldía como la de Chicomuselo, envuelto en la violencia y la descomposición social y política, equivaldría a sacarse la rifa del tigre, pero se entiende también que son muchos los intereses que se mueven por el manejo de cuantiosos recursos económicos incluidos los del erario.
No es difícil suponer que bajo esas condiciones de violencia nadie puede gobernar un municipio sin estar sometido a alguno de los grupos que son los que verdaderamente mandan, ya sea con el poder de las armas o con dinero.
En Capitán Luis Ángel Vidal no estaba tan complicada la situación como en Chicomuselo, por lo que en ese caso no hubo mayor sorpresa sobre la tranquilidad con que se realizaron los comicios, y como estaba previsto, las votaciones transcurrieron en calma.
Por lo pronto, el IEPC informó que los paquetes electorales de la elección en Chicomuselo arribaron ayer a sus instalaciones centrales ubicadas en Tuxtla Gutiérrez, donde quedarán resguardados para que hoy martes, el Consejo Municipal realice la sesión de cómputos. No deja de ser extraño, por decir lo menos, que hayan podido llegar sin contratiempos desde aquel municipio serrano, de donde salir es toda una odisea.
El organismo informó que la recepción de la paquetería estuvo bajo la supervisión de la consejera presidenta provisional, María Magdalena Vila Domínguez; las consejeras Teresa de Jesús Alfonso Medina, Helena Margarita Jiménez Martínez y Gloria Esther Mendoza Ledesma; el secretario ejecutivo, Manuel Jiménez Dorantes; el titular de la Dirección Ejecutiva de Organización Electoral, Luis Fernando Ruiz Coello; y las representaciones de los partidos políticos con acreditación y registro ante el IEPC.
En Pantelhó, en cambio, ya se sabía desde antes que difícilmente se podrían realizar las elecciones extraordinarias ordenadas por el Congreso local, debido a la violencia que no ha cesado por la disputa del poder político entre dos grupos armados.
Ante la imposibilidad de realizar las elecciones, el INE y el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) no tuvieron más que suspenderlas de nueva cuenta, a pesar de que algunos actores políticos no estuvieran de acuerdo.
Sería casi impensable que la legislatura intentara de nuevo que se realicen elecciones para elegir al ayuntamiento, mientras no cambien sustancialmente las condiciones sociopolíticas en ese municipio de los Altos de Chiapas.
Lo más viable será que el Congreso local nombre un concejo municipal por los siguientes tres años y que se preparen las condiciones para que el próximo ayuntamiento sea electo mediante el voto popular.
El problema es que mientras continúen los enfrentamientos y agresiones de los dos grupos que se disputan el poder a balazos no se podrá pacificar el municipio.
Valga recordar que una vez que han sido renovados los ayuntamientos de todos los municipios, salvo Pantelhó, las autoridades correspondientes tendrán que crear las condiciones para que en Oxchuc, único que se gobierna por usos y costumbres, también se realicen las elecciones mediante el sistema de usos y costumbres, pues hasta la fecha no se han podido llevar a cabo.
Mientras ello no sucede, permanecerá la disputa entre dos grupos principalmente y con ello la desestabilización del municipio, las protestas y los constantes bloqueos carreteros que tanto daño le causan a la sociedad en general. Urge pues, que se hagan las votaciones a mano alzada para que se acaben los problemas, o cuando menos que disminuyan. Fin








