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Hoy Escriben - Elio Henríquez

Rotonda Pública

Ya era tiempo: Oxchuc, por la vía correcta

Todo parece indicar que después de más de tres años de pleitos y de la disputa por el poder político, por fin se podrán realizar las elecciones por usos y costumbres en Oxchuc para elegir a las nuevas autoridades.

La Secretaría de Gobierno ha venido trabajando en las semanas recientes para tratar de apaciguar los ánimos, con el fin de crear las condiciones para que las votaciones se hagan realidad.

Como resultado de mesas de trabajo, los diferentes grupos han aceptado la realización de las elecciones para que ya no sea el Congreso del Estado el que nombre un concejo municipal como sucedió después de las fallidas votaciones de 2021.

Las elecciones de diciembre de ese año terminaron en balazos entre los dos grupos más fuertes, lo que ocasionó muchos problemas en los tres años recientes, no solo para los habitantes de Oxchuc, sino de municipios de la región, ya que durante varios períodos estuvo bloqueada la carretera, sobre todo a la altura de la cabecera municipal.

Por ello, es una buena noticia que, con la intervención de las autoridades estatales, concretamente de la Secretaría de Gobierno, por fin se estén poniendo de acuerdo los diferentes grupos para que las nuevas autoridades sean elegidas por los pobladores como marca la ley: por usos y costumbres.

Los habitantes de Oxchuc están divididos en por lo menos tres grupos: el que controla el actual presidente del concejo municipal, Luis Sántiz Gómez; el de la cabecera municipal con sus 25 barrios, representados por el presidente del Patronato de agua potable, y las comunidades agrupadas en el Frente Comunitario.

Los tres grupos han dicho que sí a las elecciones, por lo que ya fueron emitidas las convocatorias correspondientes para que el 23 de febrero se elija mediante urnas al presidente del concejo, y el 26 de ese mismo mes, a la síndica y los regidores, a mano alzada.

Es decir, en esta ocasión se hará de manera híbrida: mediante boletas que se introducirán en urnas como las votaciones ordinarias y a través de un plebiscito a mano alzada. Lo que se tiene que hacer es lo que los pueblos acuerden, siempre dentro de la ley que los rige.

Con lo anterior podrían evitarse conflictos, aunque si no se toman las medidas pertinentes a la hora del conteo en el caso del plebiscito, la elección podría nuevamente terminar en violencia, como ha sucedido antes porque en la disputa por el poder, los grupos recurren a la violencia para tratar de imponerse y quedarse con el presupuesto público, que es lo que finalmente les interesa.

Desde luego que en esta ocasión las autoridades están tratando de asegurar que las cosas pasen en tranquilidad, por lo que ya se acordó que para garantizar la seguridad acudirán agentes de la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP), que por ahora están bien posicionados mediáticamente.

De acuerdo con el calendario, el 29 de enero se hará la presentación de los candidatos o postulados que la asamblea general determinó; cada grupo presentará a dos hombres y dos mujeres, por lo que en total se presentarán 12 aspirantes: seis hombres y seis mujeres.

Esperemos pues, que las cosas no se vayan a descomponer, o mejor dicho, que nadie las descomponga para tratar de entorpecer el proceso, con el fin de obtener alguna ventaja.

Picotazos. Qué bueno que las autoridades estatales fueron sensibles al clamor ciudadano y dieron marcha atrás a su pretensión de cobrar el 50 por ciento por el refrendo vehicular a quienes ya habían pagado el 2025. Tuvieron razón en manifestar su inconformidad las personas que desde los primeros días de enero pagaron el refrendo, cumpliendo así con sus obligaciones. Eso sí: de la que ningún propietario de vehículo podrá librarse como sucede cada inicio de sexenio, gobierne quien gobierne, es del pago de las nuevas placas de circulación. Ni modos. De todos modos, como ya se dijo, qué bueno que las autoridades estatales actuaron rápido y echaron reversa y corrigieron lo que iba a ser una gran injusticia. En puerta está también otro posible problema que el Congreso local tendrá que resolver: el tema de colocar el número de las placas de motocicletas en los chalecos de los conductores o sus acompañantes. En otros lugares funciona así, pero la medida ha causado inconformidad en Chiapas, por lo que tendrán que hacerse algunas modificaciones para que todos queden (medio) contentos. Por ejemplo, una posible solución podría ser que las placas sean más grandes para que se puedan ver y que pudieran tener algún material fosforescente o algo parecido para que se distingan con facilidad y claridad. Claro está que el solo hecho de colocar en los chalecos el número de las láminas no va a acabar con el uso de esos vehículos para cometer crímenes, pero sí puede poner en riesgo la seguridad de los motociclistas. Se espera, pues, que los diputados, o quien toma las decisiones en el estado, tomen en cuenta las sugerencias que vayan surgiendo para buscar una salida aceptable para las partes, así como pasó con el asunto del pago del refrendo vehicular… Hablando de seguridad, qué feo está en Tabasco y en Sinaloa. La gente está reaccionando con marchas masivas para tratar de presionar a los gobernadores y de paso a la federación para que pongan orden y brinden seguridad. A cada rato ocurren crímenes que ocasionan un gran sufrimiento a las personas. En Chiapas, en cambio, hay un respiro (a ver cuánto dura) con las acciones que se han tomado en las semanas recientes y las que se siguen poniendo en marcha. Ojalá que a los gobernadores de esas ensangrentadas entidades no se les vaya a ocurrir llevarse a Jorge Luis Llaven Abarca y a Óscar Aparicio Avendaño. Fin