Ante el aparente cambio y la relativa seguridad que se percibe en San Cristóbal de Las Casas, los hoteleros -los prestadores de servicios turísticos en general, se entiende-, están a la expectativa de lo que pueda suceder en las vacaciones de Semana Santa, si sube o no la presencia de visitantes, sobre todo nacionales.

“Esas dos semanas van a ser la prueba de fuego”, dijo una empresaria del ramo hotelero y restaurantero, al asegurar que a estas alturas no le han reservado ni siquiera el 50 por ciento de las habitaciones.

Los hoteleros más optimistas no esperan que sus establecimientos estén al tope, pero sí que cuando menos recuperen una ocupación como la que tenían antes de la pandemia.

Ellos saben que lejos quedaron aquellos tiempos -hace unos 15 años- cuando en ocasiones llegaron a tener algunos hoteles el 100 por ciento de ocupación.

En aquella época, sobre todo en el gobierno de Juan Sabines Guerrero, hay que reconocerlo, había mucha publicidad oficial en diversos medios de comunicación nacionales, comenzando con la filmación de telenovelas que promocionaban algunos destinos turísticos.

Si algo bueno se hizo en el gobierno de Sabines Guerrero fue precisamente la promoción turística, cuyo resultado fue la presencia de miles de turistas nacionales, principalmente en las épocas vacacionales como la Semana Santa. A diferencia de los actos y reuniones que presidía y que siempre llegaba horas y horas después sin importarle el tiempo de los demás, Sabines Guerrero llegó puntual a la cita de la promoción turística destinando muchos millones de pesos.

Claro que en ese rejuego mucho dinero se quedó en manos de funcionarios de aquel entonces, pero hubo un beneficio para los prestadores de servicios turísticos de la entidad que en los años recientes la han sufrido por la falta de visitantes.

Una de las ciudades que más lo ha resentido es precisamente San Cristóbal de Las Casas, uno de los destinos turísticos más visitados en años anteriores, pero que dejó de serlo a raíz de la violencia desatada por los llamados motonetos coludidos con funcionarios públicos, sobre todo municipales y estatales.

Esos grupos están, por ahora, aparentemente apaciguados, como resultado de la nueva estrategia de seguridad y la llegada de los policías conocidos popularmente como Pakales, lo que ha traído tranquilidad.

Eso está bien, pues es lo que todos quieren, pero como un daño colateral, por decirlo de alguna forma, han surgido otros inconvenientes como la disminución de efectivo en la ciudad coleta y la falta de movimiento en general.

Ha bajado el número de vehículos y motocicletas circulando en la ciudad, aunque pareciera que los dueños de estas últimas ya están tomando confianza, tal vez porque no se ve mucha presencia de Pakales. Dejaron que circular por falta de placas, de casco de protección o de licencia del conductor.

Varios negocios han cerrado y en el centro pueden observarse letreros de que se rentan locales o casas -incluso han bajado los estratosféricos precios que antes tenían-, lo que quiere decir que a sus dueños o arrendadores no les favoreció la estrategia de seguridad.

Cada persona podrá sacar sus conclusiones, aunque también hay que decir que la crisis económica está pegando fuerte y los que tienen comercios están batallando para pagar la renta.

Tienen razón los hoteleros, en el sentido de que no pueden estar sujetos a vivir de dos o tres temporadas altas (Semana Santa, vacaciones de verano y fiestas del fin de año), sino que debe de mantenerse un nivel de ocupación más o menos aceptable todo el año, ya que la competencia está muy reñida, no sólo por la construcción de nuevos hoteles, sino el surgimiento de otras opciones de hospedaje más económicas.

Aunque no se trata de una promoción turística propiamente, Chiapas será noticia este fin de semana, ya que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum estará el viernes en Comitán y el sábado en Las Margaritas.

De acuerdo con el programa oficial, a las 6 de la tarde del viernes inaugurará la Universidad Rosario Castellanos en Balún Canán. Esa ciudad es no sólo la cuna de la afamada escritora, sino del prócer Belisario Domínguez, el de “libres por la palabra libre”.

La mandataria se trasladará el día siguiente al vecino municipio de Las Margaritas para encabezar un acto relacionado con la pensión mujeres Bienestar.

Sheinbaum llegará en momentos muy complicados para México, debido a la imposición de aranceles de 25 por ciento a todas las importaciones estadunidenses de acero y aluminio, que incluyen las que llegan de México y Canadá, ambos sus socios en el tratado comercial, por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a partir de ayer.

Según el magnate, esos impuestos especiales a la importación ayudarían a crear empleos en las fábricas de su país, es decir, pretende hacer crecer la economía de Estados Unidos robándole a otras naciones.

Habrá que ver qué pasa porque sus amenazas arancelarias están poniendo nervioso el mercado bursátil y generando temores de una desaceleración económica, lo que ha ocasionado pérdidas económicas millonarias para muchas empresas, empezando por las de Elon Musk, uno de sus principales asesores.

La medida fue impuesta a pesar de que en el caso de México, uno de los países afectados, están en pláticas mientras llega el 2 de abril en que, en teoría, se decidirá qué pasa con los aranceles.

Como dijo un columnista nacional, Trump parece un pez de muchas colas, cambia de posición de un momento a otro y todo puede esperarse de él.

Por lo pronto, la presidenta informó ayer que se esperará hasta el 2 de abril para determinar si en este caso específico pudiera aplicar medidas recíprocas, al tiempo que siguen las negociaciones que podrían dar algún resultado en el caso concreto del aluminio y el acero en espera de la fecha “fatal”. Fin.