A muchos tomó por sorpresa el nombramiento del obispo auxiliar de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, Luis Manuel López Alfaro, como nuevo obispo de Tapachula.

Monseñor López Alfaro lleva un poco más de cuatro años y medio como obispo auxiliar, realizando un intenso trabajo pastoral en las comunidades indígenas y las zonas urbanas de la diócesis coleta, junto con el titular, Rodrigo Aguilar Martínez.

Por la naturaleza de la zona, en su nueva responsabilidad habrá de enfocarse mucho al tema de los migrantes, cuya presencia es mucho más activa y constante en los municipios que comprende la diócesis de Tapachula.

De la histórica y siempre fuerte diócesis de San Cristóbal de Las Casas han cambiado en los últimos 25 años, al menos tres obispos hacia otras diócesis, uno de forma controvertida.

Por ejemplo, contra todo pronóstico y en contra del sentir de miles de católicos, a finales de diciembre de 1999, el entonces obispo coadjutor, Raúl Vera López, quien tenía derecho a sucesión, fue designado obispo de Saltillo, Coahuila.

Vera López, ahora obispo emérito de Saltillo, había sido enviado como coadjutor a San Cristóbal para que fungiera como una especie de “cuña” y un contrapeso al obispo Samuel Ruiz García, pero en poco tiempo se había vuelto igual o más radical que el llamado Jtatic.

Eran los años de apogeo del movimiento zapatista, por lo que la cúpula de la iglesia católica conservadora maniobró para impedir que Raúl Vera sucediera a Ruiz García, por lo que el 30 de diciembre de 1999, el papa Juan Pablo II decidió mandarlo a Saltillo, lejos de Chiapas.

De esa forma, al renunciar Ruiz García por motivos de edad, el mismo pontífice designó en su lugar al entonces obispo de Tapachula, Felipe Arizmendi Esquivel, ahora cardenal mexicano, quien asumió el cargo en mayo de 2000.

No era una encomienda fácil dado el peso histórico de la figura de don Samuel Ruiz, quien estuvo 40 años como obispo realizando un trabajo pastoral sobresaliente al lado de los indígenas que tienen una fuerte presencia en la diócesis, pero cumplió y desempeñó un papel destacado durante los casi 18 años que estuvo al frente la curia coleta.

En julio de 2003, el papa designó a Enrique Díaz Díaz obispo auxiliar de la diócesis de San Cristóbal para ayudar en las tareas pastorales a Arizmendi Esquivel.

Se esperaba que él lo sucediera cuando por motivos de edad tuviera que retirarse, ya que en mayo de 2014 había sido designado coadjutor, lo que le daba derecho a ocupar el puesto que dejaría vacante Felipe Arizmendi, pero sorpresivamente, en marzo de 2017, poco antes de que se decidiera quién quedará al frente de la diócesis que hace casi 500 años encabezó Fray Bartolomé de Las Casas, don Enrique renunció y fue nombrado obispo de Irapuato, Guanajuato.

Ello abrió el camino para que el papa Francisco designara al entonces obispo de Tehuacán, Puebla, Rodrigo Aguilar Martínez, como nuevo titular de la diócesis de San Cristóbal. Tomó posesión el 3 de enero de 2018.

Dos años después fue nombrado obispo auxiliar Luis Manuel López Alfaro, ahora designado obispo de Tapachula, en sustitución de monseñor Jaime Calderón Calderón, quien en julio del año pasado fue designado arzobispo de la arquidiócesis de León, Guanajuato.

Llegó a San Cristóbal procedente del Estado de México y antes de ser consagrado obispo auxiliar de la diócesis de San Cristóbal el 28 de agosto de 2020, se desempeñó como vicario parroquial en San Agustín, con sede en el municipio de Teopisca; párroco en San Sebastián, Comitán; vicario de pastoral; director espiritual del Seminario de San Cristóbal y vicario general de 2017 a 2020. Es decir, ha ido ascendiendo rápidamente en la estructura de la iglesia católica.

Desde noviembre de 2023 en que el papa nombró a monseñor Aguilar Martínez, administrador apostólico de la arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, luego del fallecimiento de su titular, Fabio Martínez Castilla, Luis Manuel ha tenido un papel más activo cumpliendo con numerosos compromisos, pues el titular de la diócesis de San Cristóbal tiene que dedicar una parte de su tiempo a la arquidiócesis.

Debido a que el territorio de la diócesis de San Cristóbal es muy extenso, es probable que no pase mucho tiempo para que el papa designe a un nuevo obispo auxiliar o coadjutor para que ayude en las labores pastorales a don Rodrigo Aguilar.      

Picotazos. ¡Terrible! ¡Qué triste! Una tragedia ocurrió en Santo Domingo, capital de República Dominicana la noche del martes pasado, a causa del derrumbe del techo de una discoteca de mucho prestigio. Hasta ayer se hablaba de al menos 124 muertos y más de 150 heridos, entre artistas, deportistas, políticos, banqueros y otras personas. La catástrofe sucedió mientras el popular cantante, Rubby Pérez, quien falleció, daba un concierto. Moraleja: Protección Civil debe de estar en todo… El terremoto llamado Donald Trump, que (des)gobierna Estados Unidos, sigue imparable en su carrera arancelaria. Su blanco principal es China, al que ya le impuso una tarifa de 125 por ciento, incrementado el desorden mundial que ha generado casi desde que asumió el poder el 20 de enero pasado. Sin el más mínimo respeto para sus homólogos, la noche del martes aseguró que dirigentes de varios países lo habían buscado “de manera servil, para besarme el trasero”, con el objetivo de negociar una baja en los impuestos al comercio. China, por lo pronto, no se ha dejado, sino que ha respondido de igual forma imponiendo aranceles, de tal forma que la guerra comercial escala cada día. El magnate está obsesionado con el país asiático que se ha convertido en la mayor potencia industrial del planeta y cuyas mercancías penetran por todas partes. En una de esas, en esta alocada guerra México hasta resulta beneficiado por su vecindad con Estados Unidos, pero lo mejor que puede hacer es tratar de establecer o incrementar sus relaciones comerciales con el mayor número de países para no depender todo el tiempo del Tío Sam. Fin.