A juzgar por el poco interés que existe sobre el tema, da la impresión de que a las autoridades municipales actuales, al igual que a las recién pasadas, poco les interesa construir un nuevo y funcional rastro municipal en San Cristóbal de Las Casas, a pesar de que el tema tiene que ver de alguna forma con la salud de los pobladores.
Es una demanda añeja no solo porque San Cristóbal es uno de principales destinos turísticos visitado por miles de personas de México y del extranjero en todas las épocas del año, sino para garantizar una carne de calidad a los propios, pero increíblemente la ciudad no cuenta con un rastro municipal confiable que reúna las condiciones de higiene necesarias para el sacrificio de reses.
Debido a presiones de vecinos, el anterior rastro municipal que enfrentaba muchas denuncias de falta de condiciones de higiene exigidas por las autoridades de Salubridad fue cerrado hace más de dos años con la condición de que sería edificado uno nuevo en terrenos comprados (carísimos, pues costaron 18 o 20 millones de pesos) en Rancho Nuevo por la administración de la morenista Jerónima Toledo Villalobos (2018-2021).
Sin embargo, a la pasada administración municipal presidida por Mariano Díaz Ochoa no le importó en lo absoluto gestionar recursos para construir los nuevos espacios para sacrificar el ganado para el consumo de carne.
Tan no le importó que propuso edificar en esos terrenos comprados explícitamente para el rastro, un conjunto habitacional destinado a empleados del municipio, lo que afortunadamente le fue negado por autoridades competentes.
Así pasaron los tres años de esa administración, sin que nada se hiciera para reponer el rastro municipal cerrado y demolido, en cuyos espacios fueron construidas instalaciones culturales.
A unos meses de iniciada la actual administración municipal, comenzaron a surgir reclamos de la urgente necesidad de edificar un nuevo panteón municipal, ya que el actual es insuficiente y no cuenta con espacios disponibles para satisfacer la demanda de la población.
Es cierto, la ciudad cuenta con pocos espacios adecuados y que reúnan las condiciones para hacer un nuevo cementerio, por lo que a las autoridades municipales no se les ocurrió si no proponer que se construya en los terrenos adquiridos para el rastro municipal.
Es decir, al actual ayuntamiento tampoco le importa construir un nuevo rastro, cuando es una necesidad urgente y cuando ya se cuenta con los terrenos disponibles, algo que costó mucho conseguir, no solo por el dinero, sino porque no los hay.
Claro, se necesita un presupuesto alto para dejarlo listo y el argumento es que no hay dinero suficiente. El cabildo que lo haga habrá edificado la obra del trienio, pero eso quién sabe cuándo será.
Podría decirse, entonces, que los habitantes de San Cristóbal de Las Casas están ante la disyuntiva de decidir si lo prioritario en este momento es la construcción de un nuevo panteón municipal o de un rastro para sacrificar las reses para surtir la carne a la población local. Un sector se inclina por una obra y otro por la otra.
Ante las presiones, el ayuntamiento coleto organizó en días pasados un sondeo -no fue una consulta, pues no reunió los requisitos para ello- para preguntar a la población si está de acuerdo en que se usen para el nuevo camposanto los terrenos comprados por la administración de la morenista Jerónima Toledo Villalobos.
Lo que las autoridades municipales llaman “consulta” ha sido criticada porque se hizo en parte con empleados municipales a los que se les “sugirió” acudir a depositar una boleta en alguna de las urnas colocadas para tal fin.
Desde luego que los resultados no pueden tomarse como una opinión concluyente de la población de San Cristóbal, que si bien está consciente de que es urgente la construcción de un nuevo cementerio municipal no está de acuerdo en que sea en Rancho Nuevo, donde se localizan los terrenos mencionados, ya que está a unos diez kilómetros de la ciudad, y sobre todo, porque fueron comprados exprofesamente para el rastro.
En esas está en parte la discusión local entre la población en la ciudad coleta. Ojalá que no suceda como muchas otras veces que por no haber un consenso, no se haga ni una ni otra obra.
Picotazos
A algunos católicos no les agradó mucho que el nuevo papa León XIV haya hecho su primera aparición como lo hacían sus antecesores, excepto Francisco, con la vestimenta tradicional cargada de lujos. El recién fallecido Jorge Mario Bergoglio utilizó cuando apareció por primera vez como pontífice, zapatos negros, en lugar de los rojos tradicionales. A muchos ha agradado la designación del nuevo papa porque lo consideran humilde y sencillo, cercano a los pobres por el hecho, en parte, de haber sido obispo en Chiclayo, Perú, donde trabajó con integrantes de pueblos originarios. Otros tienen sus recelos, sobre todo porque nació en Estados Unidos. Otros dicen que Francisco lo impulsó para que lo sucediera al nombrarlo prefecto del dicasterio de los obispos, lo que significa que él tuvo bastante que ver con la designación de muchos de los actuales obispos en el mundo. Un hecho que no se puede pasar por alto es que el Cónclave duró muy poco tiempo (poco más de un día), lo que quiere decir que los 133 cardenales no tuvieron tantos problemas para ponerse de acuerdo. Con Robert Francis Prevost (estadounidense nacionalizado peruano) como número uno del Vaticano, América, donde se concentra una buena parte de los católicos del mundo, repite de manera consecutiva, pues Francisco era de Argentina. Las opiniones entre los católicos están divididas, pero muchos coinciden en que hay que darle el beneficio de la duda, aunque por lo visto en su primera aparición, no está tan dispuesto a seguir los pasos de sencillez que mostró Francisco en sus 12 años de papado. Fin