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Hoy Escriben - Elio Henríquez

Rotonda Pública

Un nuevo hecho de violencia que cobró la vida del policía municipal, Alfredo Gómez Méndez, ha puesto otra vez el nombre de San Cristóbal de Las Casas en los medios de comunicación nacionales.

El suceso estuvo rodeado de confusión y falta de información clara y oportuna de las autoridades, sobre todo del municipio, ya que en un primer comunicado el ayuntamiento informó que eran dos policías lesionados y después solo se habló de uno.

Lo más grave fue que afirmó que Luis Alfredo, “de rango tercero, presentaba posible traumatismo craneoencefálico, evidenciado por sangrado en el oído”, debido a que “perdió el equilibrio y se golpeó la cabeza al caer desde su propia altura, desmintiendo así las consecuencias de una posible agresión con arma de fuego hacia elementos policiales”.

Poco antes del mediodía del domingo, la Fiscalía General del Estado (FGE) dio cuenta de los hechos en un comunicado de un párrafo en el que informó sobre el policía herido y la detención de 9 personas, el aseguramiento de armas y vehículos mediante un “despliegue operativo de todas las fuerzas federales, estatales y municipales”.

Pasado el mediodía, la Secretaría de Seguridad del Pueblo (SSP) amplió la información y aunque en la fotografía que difundió solo aparecían 7 personas, dio a conocer los nombres de 9 (ayer se supo que dos que estaban lesionados fueron llevados a un hospital). Tampoco ofreció detalles de cómo fue agredido el agente que finalmente perdió la vida la noche del domingo en el hospital Gómez Maza, ubicado en Tuxtla Gutiérrez.

Fueron muchas horas de falta de información detallada y precisa sobre cómo acontecieron las cosas, pues ni siquiera había certeza de si Alfredo Gómez había sido herido de bala o golpeado.

Fue hasta la mañana de ayer lunes que se comenzaron a clarificar los hechos cuando en la mesa de seguridad, el director de la Policía Municipal, Rigoberto Cárdenas Gamboa, informó que el agente fue golpeado en la cabeza con la cacha de un arma de fuego. Más tarde fueron surgiendo más datos: se trató de una trifulca entre sujetos que estaban o salían de un bar y agentes del municipio.

Todo comenzó, según algunas versiones, cuando el policía Gómez Méndez pidió a los sujetos que retiraran los vehículos, que después fueron asegurados, ya que habían sido estacionados obstruyendo la circulación en una de las calles del centro (Guadalupe Victoria), pero los ocupantes descendieron y lo agredieron a él y otros elementos.

Ahora se sabe también que uno de los agresores que se resistía a ser detenido cuando trataron de huir y fueron alcanzados, fue “neutralizado” (herido) en una pierna por uno de los uniformados del municipio, con lo que los agresores que se transportaban en el primer vehículo que fue asegurado fueron controlados.

Hasta donde se sabe por diferentes versiones, fueron los policías municipales los que se rifaron el físico en la persecución y detención de los 9 sujetos. Posteriormente se sumaron las fuerzas federales y estatales.

Mientras los municipales llevaban a cabo su trabajo como si de una película se tratara persiguiendo y capturando a hombres armados, socorristas de la Cruz Roja Mexicana, delegación San Cristóbal acudieron a atender al agente Alfredo Gómez Méndez, de 49 años, quien presentaba una herida en la cabeza, de aproximadamente 2 centímetros. Su estado era tan grave que ya no respondió a estímulos, por lo que fue trasladado al hospital de las Culturas, con probable diagnóstico de lesión cerebral traumática. Poco después fue llevado al Gómez Maza de Tuxtla Gutiérrez.

Hasta antes de que la FGE difundiera el único párrafo acerca de los hechos (a las 10.45 de la mañana), el ayuntamiento mantuvo en su página el primer comunicado en el que había afirmado que Alfredo se golpeó al caer “de su propia altura”, sin una explicación.

¿Qué pasó realmente? ¿Se buscaba ocultar los hechos, proteger a alguien o simplemente fue por falta de información que no se informó desde el inicio lo que verdaderamente ocurrió?

A ese vacío y jugueteo se sumaron en parte la FGE y la SSP que no proporcionaron toda la información el domingo (hasta ayer ampliaron un poco más), cuando se tenían todos los elementos necesarios para hacerlo. Ello propició que en redes sociales se comenzara a especular y cuando ello sucede ya se sabe lo que pasa.

Por donde se le vea, este caso es muy grave, no solo porque murió un elemento de la Policía Municipal que lo único que hizo fue cumplir con su trabajo, sino porque ha puesto al descubierto que cualquiera puede pasearse en el centro de San Cristóbal, y tal vez entrar a algún bar, con armas de grueso calibre sin que autoridad alguna se dé cuenta y menos que actúe.

El asunto detonó, en este caso, porque con la soberbia de muchos que andan armados y se sienten intocables, los sujetos pararon sus lujosos vehículos en medio de la calle, obstruyendo el tráfico.

Es importante que en este caso no haya impunidad y que las autoridades competentes apliquen la ley en contra de los responsables de ocasionar la muerte de Alfredo Gómez. Hasta donde se sabe, la Policía Municipal actuó conforme a la ley, luego de la agresión en contra de sus elementos. Por cierto, en menos de un año  ha perdido a dos de sus agentes por agresiones similares.

Ojalá que la cola que este tema vaya a arrastrar no salpique de una u otra forma el festejo de algún reciente enlace matrimonial.

Habrá que esperar que este nuevo suceso de violencia que ocurre en vísperas de las vacaciones de verano, no afecte la llegada de turistas a la ciudad coleta, que en los años recientes ha sufrido una baja de visitantes. Los prestadores de servicios turísticos todavía no se recuperan. Fin