Entre estatuas bautizadas por el populacho como La mujer desnucada, la destitución del director del Instituto de Capacitación y Vinculación Tecnológica del Estado de Chiapas (Icatech), Romeo Cancino, hermano del exalcalde Marco Antonio Cancino, y accidentes fatales en la carretera de cuota, entre otros temas, la semana pasada transcurrió dejando una sensación de ansiedad y tristeza.
En el caso de San Cristóbal de Las Casas la semana estuvo llena de emociones para muchos, sobre todo para quienes vieron las cosas desde fuera, sin ser protagonista, ni seguidor, simpatizante o fanático.
Primero fue la instalación de la estatua titulada Sueño en primavera, de la escultora Blanca Ricci Diestel, hermana de la alcaldesa morenista Fabiola Ricci Diestel, que ha generado todo tipo de comentarios, críticas y hasta burlas, al grado de que algunas personas la bautizaron como la Mujer desnucada, por la posición en que se encuentra.
Lo más delicado es que ha salido a relucir un posible caso de nepotismo que podría ser investigado por las autoridades correspondientes, ya que está de por medio casi medio millón de pesos del erario utilizado para colocar la estatua y demoler la fuente anterior que estaba en ese sitio y que en todo caso solo requería una arregladita para que quedara en perfectas condiciones.
Pareciera que justo después de los ecos de El Arcotete, se han suscitado durante un mes, algunos acontecimientos que le han pegado mediáticamente a la alcaldesa Ricci Diestel y de paso ha sido arrastrada la hermana que se ha adueñado del Museo de San Cristóbal, según han comentado varios artistas que han sido marginados.
La artista, que donó la estatua, es por tanto, funcionaria del Consejo Estatal para las Culturas y las Artes, y la hermana, de la presidenta municipal. ¿Es normal que una se haya adueñado del antiguo palacio municipal y la otra ocupe el nuevo edificio de la alcaldía? Las autoridades tendrían que aclararlo.
No bien se había medio diluido el tema de la estatua cuando apareció como anillo al dedo y casi milagroso, el escándalo de Romeo Cancino González, hasta el viernes pasado flamante director del plantel del Icatech, con sede en San Cristóbal de Las Casas.
Su destitución ocurrió de la forma menos esperada y más inocente: Fue sorprendido en presunto estado de ebriedad orinando en la vía pública a pleno día el jueves pasado.
Y no estaba haciendo sus necesidades en cualquier parte de la vía pública sino en pleno centro, a pocos metros del parque central. Tuvo la mala suerte de que algunas personas grabaran un video cuando tres agentes de Tránsito Municipal se le acercaron para ayudarlo y exhortarlo a que ingresara a su camioneta.
Luego lo condujeran presuntamente a su casa, aunque después se hizo circular la información de que había sido llevado a la base de la Policía Municipal, lo cual no fue confirmado, aunque posteriormente se difundió la copia de la infracción que se le impuso.
Se entiende que su cargo en el Icatech es una posición para su hermano Marco Antonio Cancino, el exalcalde de San Cristóbal, que hasta donde se sabe no se ha podido colocar en un puesto siquiera de medio nivel como esperaba.
Así que ya se verá si después del error de Romeo le mantienen la posición en el Icatech nombrando a uno de sus cercanos o si de plano lo dejan fuera y designan a alguien de otro grupo.
Quiérase o no, el caso de su hermano afectará en lo inmediato de algún modo el proyecto político de Marco y de su grupo cercano, entre quienes se encuentran la diputada Silvia Argüello, que se la ha pasado cobrando en el ayuntamiento como regidora y ahora en el Congreso local.
En este primer semestre de año ha estado con un activismo político importante, apareciéndose en actividades en escuelas u otros espacios públicos tratando de posicionarse, con el fin de colocarse cuando menos en la administración municipal del próximo trienio, aunque nunca haga algo por el municipio.
La nota trágica ocurrió en la carretera de cuota a media semana, con un terrible accidente que desgraciadamente dejó tres personas muertas. El exceso de velocidad con el que algunas personas conducen, echan a perder la vida propia o la de los demás.
Ahora que el tráfico se ha incrementado por la temporada vacacional, sería bueno que las patrullas de caminos de la Guardia Nacional incrementen la vigilancia y hagan recorridos más frecuentes para sancionar a quienes manejan como alma que lleva el diablo, sin importarles poner en peligro su seguridad y la de los demás usuarios de esa vía que ya cobró muchos muertos.
También una tragedia ocurrida en los Lagos de Colón, donde el fin de semana murió ahogado un joven, ha causado consternación entre la sociedad coleta que sigue esperando la recuperación del ambientalista Alejandro Ruiz Guzmán, quien el pasado 26 de julio cumplió un mes ingresado en el hospital de las Culturas, con pocas, pero alentadoras mejorías en su salud.
Hablando del hospital de las Culturas, por fin se pudo realizar la reubicación de los familiares de los pacientes que se encuentran recibiendo atención en ese sitio, que desde hace varios años se habían apropiado de un espacio destinado para estacionamiento u otros servicios.
Había intereses de personas que habían encontrado una forma de hacer negocio, que no permitían liberar el espacio de manera pacífica, pero las autoridades hicieron las gestiones necesarias para lograrlo el fin de semana pasado.
El reto ahora es cómo evitar que otras personas se vuelvan a apoderar de ese espacio que, según las autoridades, será destinado a un helipuerto para trasladar en helicóptero a otros hospitales a pacientes graves. Fin