Menos pobres
Uno de los mayores logros que puede presumir un gobierno en cualquier parte es el combate a la pobreza porque significa que se ha conseguido disminuir la brecha entre ricos y pobres, algo que en México es muy marcado con unos pocos multimillonarios y millones de pobres.
Por eso tiene mayor relevancia la información dada a conocer ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el sentido de que 13.41 millones de mexicanos salieron de la pobreza entre 2018 y 2024, periodo que comprendió la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. La cifra pasó de 46.8 millones a 38.5 millones de personas, que sigue siendo muy alta para un país con tantos recursos.
Dio a conocer también que la población en situación de pobreza extrema disminuyó de 8.7 millones de personas en 2018 a siete millones de personas en 2024, aunque el número de carencias promedio de esta población se mantuvo en 3.8 carencias.
Algunos, sobre todo de la oposición, podrán decir que la pobreza se redujo por los programas sociales, y en parte tienen razón, pero, ¿por qué con los gobiernos priístas y panistas no se alcanzaban esas cifras si en todos hubo programas sociales como Oportunidades, Progresa o Prospera?
Es cierto, todos los programas tienen fines electorales, unos más unos menos, pero los gobiernos morenistas que comenzaron en 2018 destinan muchos más miles de millones de pesos para beneficiar a muchos millones de mexicanos con cantidades más altas.
Además, en la llamada cuarta transformación se ha incrementado notablemente el salario mínimo, lo que no hacían los gobiernos anteriores y eso tiene también su mérito. Eso, aunado a las remesas que llegan principalmente de Estados Unidos, aunque ahora andan a la baja, ha ayudado a que mucha gente suba un peldaño, por chico que sea, en la escala del bienestar.
Por más que alguien trate de descalificar los programas sociales actuales, el hecho es que ahora hay más dinero en los hogares más pobres y eso debe de ser motivo de alegría y de satisfacción para cualquier gobernante, en este caso para López Obrador, uno de cuyos postulados fue “por el bien de todos, primero los pobres”, que se mantiene en el actual gobierno.
La mala noticia para Chiapas es que se mantiene en el primer lugar de los porcentajes más altos de población en situación de pobreza extrema con 27.1 %.
También siguen estando en la misma situación, Guerrero, con 21.3 %; Oaxaca, con 16.3 por ciento; Veracruz, con 8.8 por ciento y Puebla, con 7.3 por ciento.
En contraste, las cinco entidades con los porcentajes más bajos según el estudio del Inegi son Baja California, con 0.4 por ciento; Nuevo León, con 0.5 por ciento; Aguascalientes, con 0.6 por ciento; Coahuila, con 0.8 por ciento y Colima, con uno por ciento.
El combate a la pobreza es incuestionable, pero la cuarta transformación no ha sido igual de eficiente para enfrentar la inseguridad que azota a muchas regiones del país. Por las razones que haya sido, en el sexenio pasado hubo mucha delincuencia.
Aunque falta mucho por hacer, con el actual gobierno han mejorado las cosas, ya que de octubre de 2024 a julio de 2025 hubo una reducción de 25.3 por ciento de homicidios dolosos, con lo que el mes pasado se alcanzó la cifra más baja en una década.
Si se mantiene y mejora la estrategia que encabeza el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, en este gobierno podría reducirse considerablemente el número de homicidios que se ha mantenido en promedio, por lo menos desde 2006 en que llegó al poder el panista Felipe Calderón, llamado el señor de la guerra.
Hablando de temas de seguridad, a algunos pakales les salió el diablo que llevan adentro, como puede observarse en un video difundido en redes sociales el martes tableando a un joven en el municipio de Chilón.
No están claros los motivos de los agentes para castigar de tal forma al muchacho, pues no se observa que haya habido alguna agresión o algo parecido, sino que se ve que está indefenso rodeado de pakales.
Lo que más llamó la atención de la opinión pública, aparte del hecho en sí de la tortura, es que los policías, de los mejor pagados en el país, es que se valieron del método de los integrantes de grupos del narcotráfico de usar una tabla para golpear salvajemente en los glúteos para castigar a alguien.
Lo más delicado es que se nota que los policías iban preparados, pues no usaron una tabla cualquiera, sino una hecha tal vez exprofeso para golpear en las nalgas. ¿Ya la llevaban ellos lista o alguien se las proporcionó? En las investigaciones se sabrá.
Acciones como esas son las que van desgastando y haciendo que pierda respeto y autoridad moral una corporación, en este caso la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP), que se ha distinguido por recuperar en buena medida la seguridad en el estado.
Lo importante es que la Secretaría de Seguridad del Pueblo que encabeza Oscar Aparicio Avendaño, quien por cierto ese mismo día justamente, había sido ametrallado mediáticamente por aparecer con una bicicleta supuestamente muy cara, y la Fiscalía General del Estado, tomaron cartas en el asunto, así haya sido por la presión ocasionada por numerosas críticas que generó la conducta de los uniformados.
Picotazos. Cada vez crece el clamor a nivel mundial para que Israel ponga fin al genocidio en Gaza. Desde gobiernos, organizaciones, grupos, personas, etcétera, se ha alzado la voz para que se frenen la hambruna y el derramamiento de sangre, sobre todo a partir del asesinato de cinco periodistas, entre ellos Anas al Sharif, de la cadena Al Jazeera, durante un ataque aéreo israelí ocurrido el domingo, lo que provocó la condena de la comunidad internacional. Es inconcebible el grado de deshumanización al que ha llegado el presidente de Israel, Benjamín Netanyahu, que cuenta con todo el apoyo de su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, ahora aspirante al premio nobel de la paz… por promover la guerra. Fin