Hacía varios años que no aparecían en San Cristóbal de Las Casas las popularmente llamadas “culebras”, temibles porque sus fuertes vientos ocasionan generalmente afectaciones, sobre todo desprendimiento de techos de láminas y pánico (hace ya varios años dañaron incluso un área de la parte superior de la catedral).
Pues bien, ayer se aparecieron otra vez y con furia causaron daños en barrios y colonias de la ciudad coleta, que además de ese fenómeno resultó afectada por una fuerte lluvia que provocó inundaciones y encharcamientos en algunas partes.
No tenía mucho tiempo que había pasado el mediodía de ayer miércoles cuando se observó la aparición en el cielo del oriente de esas nubes negras, que a la distancia oscurecen el espacio.
En seguida llegaron las ráfagas de viento, que además de causar pánico provocaron que muchas personas corrieran despavoridas para tratar de protegerse.
“De repente se oscureció el cielo, vinieron fuertes ráfagas de viento, empezaron a volar láminas, tapas de tinacos de plástico y cayeron ramas y árboles cerca del templo de Santo Domingo. Al menos tres locales de venta de artesanías quedaron aplastados y el comal de un taquero quedó volteado”, comentó un testigo.
Las ráfagas de viento impactaron primero en la zona de San Domingo, donde se localizan los mercados de artesanías y público Castillo Tiélemans y así se siguieron por otras áreas del centro de la ciudad y de los barrios de El Cerrillo, Mexicanos, Santa Lucía y Tlaxcala, entre otros.
En varios casos volaron las láminas de los techos y plásticos de locales comerciales informales, además de que fueron derribados al menos siete árboles en distintas partes, lo que ocasionó que dos vehículos resultaran dañados.
Cuando aparecen, generalmente en el norte y el centro de San Cristóbal, estos fenómenos -algunos dicen que son tornados, otros que torbellinos o simplemente “culebras” como se les conoce popularmente en la antigua Ciudad Real- provocan muchos daños y dejan un panorama desolador como sucedió ayer.
Desde que comenzaron los daños, los diferentes grupos de auxilio, Protección Civil, el Cuerpo de Bomberos y Cruz Roja, entre otros- se movilizaron rápidamente para auxiliar a las personas que lo requirieran y para coordinar los trabajos de atención.
Protección Civil reportó una persona lesionada debido a que le cayó la rama de un árbol, por lo que fue trasladada al hospital de las Culturas para su atención.
Algunos expertos han explicado que estos fenómenos se forman a causa del choque del aire frío con el caliente y por eso ocurren muchas veces alrededor o después del mediodía.
Hasta donde se sabe, las culebras han ocurrido en San Cristóbal desde hace muchos años, pero posiblemente el cambio climático influye para que sean todavía más agresivos. La naturaleza ha sido seriamente afectada por el ser humano y tarde o temprano pasará la factura.
Inmediatamente, después de las “culebras”, llegan fuertes lluvias con vientos. En el caso de ayer incluso cayó granizo en algunas áreas y fueron tan fuertes que provocaron inundaciones o encharcamientos en varias partes.
En el caso de los torbellinos es posible que las autoridades no puedan hacer gran cosa para prevenirlos, dadas las causas que los provocan, más que tratar de reparar en lo posible los daños al ambiente, pero en cuanto a los efectos y estragos que ocasionan las lluvias sí pueden hacer más.
No basta con desazolvar los ríos, algo que es necesario, sino que se tienen que tomar otras acciones preventivas. Si ya tienen ubicadas las zonas de riesgo, podrían realizar acciones para evitar daños.
El lunes pasado, por ejemplo, llegó otro aviso que las autoridades deberían de tomar en cuenta. Ese día cayó un fuerte aguacero que desquició parte de la zona poniente de la ciudad por la gran cantidad de agua que se deslizó hacia el periférico y de ahí a las colonias más bajas.
Cuando menos una de las dos empresas de refrescos de cola que se ubican en la zona y una gasolinería que está enfrente resultaron afectadas, no sólo por los encharcamientos, sino por toda la cantidad de lodo, piedras y palos que dejaron las corrientes provocadas por el desbordamiento de un arroyo que baja del cerro del Huitepec.
Un día después de esas lluvias torrenciales tuvieron que llegar pipas del Cuerpo de Bomberos para lavar todo el lodo y la suciedad que había quedado en los establecimientos afectados. Ayer volvieron a sufrir los estragos de las lluvias.
En ese caso, por ejemplo, está ubicado perfectamente el problema, por lo que el ayuntamiento debería de poner manos a la obra y hacer algo para prevenir que suceda nuevamente, como cada año.
No hacer algo para corregir el problema es sentarse a esperar a que en la siguiente lluvia fuerte se repitan las cosas, que haya daños en empresas y viviendas y el tráfico vehicular se tenga que suspender en esa zona por intransitable.
Y así como está de descuadrado el clima, es posible que las lluvias de más adelante, de éste y los años próximos, sean más fuertes y los estragos mayores.
Cada vez bajan más y más fuertes las corrientes de agua de lluvia por todas partes, a causa de la deforestación, por la construcción de conjuntos habitaciones en humedales y en general por la destrucción del ambiente.
Por eso es importante que las autoridades tomen las medidas y acciones necesarias para prevenir problemas y afectaciones a la población que paga muchos impuestos para se los regresen en obras.
El problema de las inundaciones no es privativo de San Cristóbal de Las Casas, sino un fenómeno que afecta a muchas ciudades no sólo de Chiapas, pero no por ello hay que quedarse pasivos y dejar que sigan los estragos. Fin