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Hoy Escriben - Elio Henríquez

Rotonda Pública

Después de muchos meses de calma regresaron por un día los bloqueos y la quema de vehículos en una zona en la que las autoridades todavía tienen que trabajar más para “limpiar” lo que años atrás se instaló y causó tanta violencia.

Ese corredor ubicado en Cintalapa, Jiquipilas, Ocozocoautla y Villaflores, entre otros municipios de la zona no ha sido lo suficientemente desarticulado y las consecuencias se vieron el pasado lunes, cuando integrantes de grupos criminales causaron como tiempo atrás zozobra, incertidumbre y temor entre miles de pobladores.

Por lo visto, en esa área se necesita un operativo de una envergadura mayor y con toda la caballería de las fuerzas federales y estatales de seguridad para doblar a los líderes e integrantes del o los grupos que se han atrincherado y operan de alguna forma. Pareciera que durante muchos meses estuvieron medio agazapados.

Ya se sabe que no es fácil, pero con voluntad política, inteligencia y una buena estrategia seguramente no tardará mucho tiempo para que ese punto se pacifique como en alguna medida ha ocurrido en Frontera Comalapa, Chicomuselo y La Concordia, entre otros municipios que años atrás sufrieron una violencia criminal.

Ciertamente, es complicado erradicar totalmente la criminalidad ligada con el tráfico de drogas por el poderío económico y el armamento que tienen esos grupos, pero el gobierno cuenta con los recursos suficientes para diezmarlos con el fin de que cesen la violencia y la inseguridad.

No ha quedado suficientemente claro ante la opinión pública si los bloqueos y la quema de vehículos fue desatada por alguna acción que iniciaron las autoridades o si fue en respuesta precisamente al operativo de las fuerzas de seguridad.

Lo que sí se informó oficialmente es que se ejecutaron diversos cateos y fueron detenidas tres personas vinculadas con bloqueos carreteros y 14 vehículos incendiados, además de que se aseguraron armas de fuego, dosis de droga, 12 vehículos, una cuatrimoto, siete motocicletas, ponchallantas, equipos telefónicos, ropa táctica y cuatro radios de comunicación.

En todo caso, algo falló en el operativo del lunes y las cosas se salieron de control durante muchas horas, al grado de que las carreteras tuvieron que ser cerradas para evitar el tráfico vehicular que pusiera en riesgo la seguridad de muchas personas.

Se estuvo especulando acerca de que el objetivo de las operaciones era detener a un importante líder del crimen organizado, pero nada se dijo de manera oficial.

Lo importante en este caso es que no hubo personas muertas, o cuando menos nada se supo de manera pública, aunque los daños materiales fueron importantes.

La que también resultó seriamente dañada fue la imagen del estado, ya que (casi) se daba por hecho que los bloqueos de este tipo eran cosa del pasado inmediato y resulta que no, que todavía quedan remanentes que atender para que se pueda establecer una mayor seguridad en esa zona.

Algunos de los más preocupados, aparte de las autoridades, claro, son los prestadores de servicios turísticos de San Cristóbal, pues apenas se estaba recuperando la confianza para reactivar el turismo y esas noticias, que se publican a nivel nacional, afectan de una u otra forma.

Es cierto que entre la población que lo que quiere es vivir en paz, queda la sensación de un fracaso en ese operativo en concreto, pero hay que entender que por una u otra razón no siempre se logran los objetivos buscados.

Claro que lo sucedido el lunes pasado ha causado mucha inquietud en diversos sectores de la sociedad, pues hizo recordar los hechos de violencia que todavía el año pasado ocurrían cotidianamente en esa zona del estado.

No obstante, existe confianza en que las autoridades y sus fuerzas de seguridad controlarán el problema para seguir manteniendo la paz que tanta falta hace.

Picotazos. Pareciera que el enemigo de Morena está en Morena. Por si no bastara con todos los escándalos de los últimos meses, el senador Gerardo Fernández Noroña se dio el lujo en días pasados de rentar un avión privado cuando sabe –o debería de saber- que la austeridad es precisamente uno de los principios de la llamada Cuarta Transformación. El suceso fue todo un alboroto la semana pasada y si el tema se ha dejado de tocar es porque la desgracia causada por las lluvias en varios estados del país atrajo la atención en buena medida. Al legislador que hasta febrero de este año militó en el Partido del Trabajo y quien no es santo de la devoción de muchos propios y extraños, parece no importarle el daño que le hace al partido color guinda. El panista Roberto Gil Zuarth, chiapaneco, informó que interpuso una denuncia porque en su opinión, se configuran algunos delitos. No tiene muchas posibilidades de éxito, pero mediáticamente pegará. Ah, otro asunto que está golpeando a Morena es la cancelación de visas de personajes políticos para viajar a Estados Unidos, aunque ahora el asunto ya se extendió a miembros de otros partidos, como el exgobernador de Guerrero, Héctor Astudillo. Los gringos con su Donald andan desatados. Si no, que le preguntan a China, con el que según Trump, tienen una “guerra comercial”. O si no, a Venezuela, país al que cada día el presidente de Estados Unidos busca acorralar para derrocar a su presidente Nicolás Maduro, usando en parte como ariete ahora a la ganadora del premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, por si hiciera falta comprobar una vez más la intencionalidad política de ese cada vez más desprestigiado galardón. La maquinaria de guerra de Estados Unidos se aceita cada día más para entrar en acción en el momento en que lo ordene quien dice ser promotor de la paz, o sea, el mandatario del país de las barras y las estrellas que se cree el dueño del mundo. No es que el sucesor de Hugo Chávez sea, como Daniel Ortega en Nicaragua, un tipo al que se pueda defender, pero el Tío Sam no tiene por qué arrogarse el derecho de poner y quitar presidentes como si los países fueran de su propiedad. Fin.