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Hoy Escriben - Elio Henríquez

Rotonda Pública

Acuerdos en Oxchuc

Habitantes de los 26 barrios de la cabecera municipal de Oxchuc acordaron el sábado pasado no permitir que exalcaldes y políticos de ese lugar regresen a sus casas y hagan proselitismo político, porque son los responsables de generar la violencia en la que ese lugar estuvo sumido durante la última década, lo que ha ocasionado mucho sufrimiento y un retraso en su desarrollo.

El tema es muy delicado, pero de algún modo tiene razón la gente que a mano alzada votó por esa propuesta, pues está cansada de la violencia que durante al menos una década prevaleció en Oxchuc por la disputa del poder político y económico entre al menos dos grupos principales que se beneficiaron a costa del sufrimiento de miles de habitantes.

Habrá que recordar que en ese lapso se reportaron alrededor de diez asesinatos, varios heridos, quema de casas, frecuentes balaceras y bloqueos carreteros constantemente que mantenían en la zozobra permanente a los pobladores.

La violencia era tal que el Congreso local tuvo que nombrar dos concejos municipales durante dos trienios, ya que no era posible avanzar mediante la elección a través de las votaciones y luego por usos y costumbres. Algunos ya habían encontrado el modo para ganar poder y posiciones.

Después de las elecciones realizadas en febrero de este año que se llevaron a cabo en completa tranquilidad y de los acuerdos impulsados por las nuevas autoridades estatales, que incluyeron el envío de los temibles -sobre todo en esos días- agentes de la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP), los habitantes de Oxchuc (Tres Nudos, en tseltal) han vuelto a vivir en paz y todo indica que no están dispuestos a perderla de nuevo por la ambición de un grupo de políticos que se ha beneficiado del presupuesto y pretende seguir haciendo dinero al costo que sea.

De acuerdo con la información que proporcionaron pobladores de Oxchuc, las luces de alarma se encendieron luego de que Valdemar Morales negoció en días pasados con los habitantes del Barrio Nuevo, donde tiene su casa, que le permitieran regresar, a cambio de pagar más de 100 mil pesos, según se rumora en el pueblo.

Con un beneficio económico de por medio, los habitantes estuvieron de acuerdo en que regrese a su casa. No se ha aclarado si su interés en regresar para continuar haciendo política en el municipio o no. El caso es que ya había logrado el acuerdo sin que se agitaran mucho las aguas.

El problema comenzó cuando Rogelio Sántiz López, exjuez municipal y hermano del exalcalde Norberto, quiso hacer lo mismo en su barrio Mukulakil, el más grande de todos. No tuvo la suerte de Valdemar porque los habitantes no lo aceptaron.

Y no sólo eso, sino que se abrió la discusión entre los demás barrios hasta que se llegó al acuerdo de realizar una asamblea la tarde del sábado pasado en la plaza central, en la que fueron incluidos todos los exalcaldes y políticos del municipio de al menos la última década, a los que la población responsabiliza de la violencia.

Fue así como salieron a relucir también los nombres de los expresidentes municipales Norberto Sántiz López y su esposa María Gloria Sánchez Gómez, Juan Encinos, Óscar Gómez López, Cecilia López Sánchez, Luis Sántiz Gómez y Hugo Gómez Sántiz, entre otros.

Unos más otros menos, los mencionados y otros cuyos nombres no fueron proporcionados, contribuyeron en su momento y de algún modo a que se desatara o prevaleciera la violencia en Oxchuc.

Es posible que no todos los que fueron mencionados durante la asamblea del sábado, a la que llegaron alrededor de tres mil personas, estén pensando en regresar al municipio a seguir haciendo política, pero la gente agarró parejo con todos.

Tampoco se sabe si algún partido político esté tratando de mover las aguas para que regresen las votaciones convencionales y se vayan desechando los usos y costumbres como forma oficial para elegir a las autoridades municipales.

Hay que recalcar que desde febrero en que por fin se realizaron las elecciones municipales, Oxchuc ha estado en paz y a diferencia de años anteriores, muchas personas que se habían enemistado por motivos políticos ahora conviven sin problemas.

A diferencia de sus antecesores inmediatos, el presidente municipal, César Gómez López, ha sabido tejer acuerdos con los diferentes grupos políticos y sociales para mantener la paz y la tranquilidad, resguardada también por los Pakales.

Habrá que ver qué repercusiones acarrea el acuerdo tomado en la asamblea del sábado y cómo responden los políticos afectados, ya que de alguna manera se vulneran sus derechos.

Hablando de las votaciones que se realizaron en Oxchuc en febrero pasado, vale la pena recordar que ese fue uno de los grandes retos que la entonces presidenta provisional del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), María Magdalena Vila Domínguez, resolvió satisfactoriamente. Claro, fue fundamental el apoyo del gobierno estatal que apaciguó los ánimos de los grupos rijosos y creó las condiciones de seguridad.

Vila Domínguez, quien junto con los demás consejeros y el Instituto Nacional Electoral (INE), claro está, también sacó adelante el proceso electoral de Oxchuc, ya no es la presidenta del IEPC, y justamente por eso la mención en estas líneas.

La nueva consejera presidenta desde el primero de noviembre es Marina Martha López Santiago y estará en el cargo durante un período de siete años. Es hija del magistrado Pedro Raúl López Hernández, quien antes fue presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

Ojalá que tenga éxito en la nueva encomienda y como Vila Domínguez diga dentro de siete años ¡misión cumplida! Fin.