Contundente mensaje gubernamental

“Tengo buen padrino”: La Loba

El posicionamiento oficial es enérgico. No hubo vacilaciones. Significa, también, un mensaje para quienes no han entendido que en Chiapas la gobernanza va en serio, sin frivolidades, pero tampoco agravios. La sociedad quedó hastiada de la ignominia que se aderezó desde el poder.

Le explico: El 27 de septiembre, el Gobierno de Chiapas, a través de la Secretaría de Protección Civil, reprobó el uso que hicieran funcionarios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a imágenes captadas durante un traslado aéreo de fármacos que se utilizan para atender la emergencia sanitaria por covid-19.

“Emitimos un extrañamiento fuerte para el personal del IMSS que se aprovechó de ir a bordo de una aeronave oficial para realizar imágenes recreativas y difundirlas en sus redes sociales personales”, señaló el secretario de Protección Civil, Luis Manuel García Moreno. Diría el filósofo de la cuadra: Más claro, ni el agua.

Añadió que se mantiene un operativo de traslado de vacunas vía aérea a zonas lejanas o de difícil acceso terrestre, el cual no debe ser afectado por el actuar irresponsable de algunos servidores públicos.

A propósito de este hecho desafortunado, el gobierno de Chiapas ratificó que en esta administración las aeronaves oficiales están, exclusivamente, para tareas relacionadas a la protección civil, salud y seguridad, siempre buscando el beneficio directo de la población. Atrás quedaron aquellas datas cuando los aviones y helicópteros eran para viajes de placer de funcionarios.

La madrugada del 31 de agosto de 2021, un helicóptero gubernamental aterrizó en el corazón de la selva, Ocosingo, para recoger a una mujer que presentaba fuerte sangrado, en un cuadro sumamente delicado de salud. Luego de diez días de permanecer en terapia intensiva, donde luchó por su vida, ella se encuentra bien.

El pasado

Es inaplazable. Duele. Uno ya no quisiera ni recordar las épocas amargas del absolutismo y las orgías políticas que se dieron en el gobierno. Pero es necesario escudriñar el pasado para acercarnos a la realidad. Ahí está, precisamente, la transformación en el ejercicio gubernamental de hoy. A lo largo de la humanidad, sólo los locos usaron el poder para el crimen y el desenfreno. Hay muchos ejemplos, pero sólo mencionaré a Nerón y Calígula.

Lo conocimos como el bebecido porque fue una muerte colectiva de neonatos en el hospital K de Comitán. 36 bebitos fallecieron por la negligencia y apatía que, con todo su dramatismo, campeó en Chiapas de 2000 a 2006. Y esos bebitos, como muchos de nosotros, también resultaron víctimas.

Se ha dicho que Salazar negó el avión de gobierno para llevar a los bebés a la ciudad de México lo que, quizá, hubiera evitado su muerte. Pero sí prestó la aeronave para traer de Guatemala a Tuxtla al futbolista Guillermo El Panda Ramírez y verlo jugar en el equipo de sus sueños, Jaguares de Chiapas.

Fue un secreto a voces que los hijos del exgobernador viajaban a Guadalajara en El Chamula, el avión de gobierno, porque son fanáticos del fútbol soccer y chivas de corazón. Salazar es considerado el gobernador más troglodita que ha soportado Chiapas en su historia moderna. A la sazón, Chiapas sufrió un gravísimo retroceso en materia de derechos humanos.

Si usted leyó hasta aquí, ha entendido la diferencia.

“Tengo buen padrino…”

Sólo ver la foto es repugnante. Ofensivo. Y la presumía. Ella, se supone que en la sala de su casa, en un viejo sillón, está perezosa y recostada sobre el gobernador. Con la mano derecha, el gobernador (2012-2018) casi le toca un seno. Es Matilde Espinosa Toledo, alcaldesa de Suchiate en otro período tortuoso de la entidad. Suchiate se convirtió, entonces, en una zona manchada de sangre. Carteles de la droga mantuvieron el control.

La conocen como La Loba por la fiereza para defender sus intereses. Pocos osaban enfrentársele. En marzo de 2017 estuvo en la cárcel por primera vez. Junto a su esposo Saúl Álvarez López y otros funcionarios del ayuntamiento, fue acusada de distribuir, en forma ilegal, mil 535 actas de nacimiento a ciudadanos guatemaltecos quienes, así, pudieron tramitar credenciales de elector. Con el sufragio apócrifo ganó la alcaldía.

Pero Matilde sólo estuvo siete horas detenida, a pesar de ser un delito grave y de que la autoridad electoral federal exigía todo el peso de la ley. Salió de prisión aún más felina. Lo resumió en una frase: “Tengo buen padrino”.