El candidato

Torres Culebro

Cerquita del infierno

Mala copa

Durante el registro formal de Eduardo Ramírez Aguilar ante el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) al gobierno de Chiapas, el consejero estatal de Morena Ángel Torres Culebro matizó que este evento es una celebración de la democracia.

Los cuatro principios que plantea son valores que debemos promover y trabajar conjuntamente, afirmó Torres Culebro embebido de alegría. La alegría es el lenguaje del alma.

Con un engagement que lo ha cultivado en el servicio público y hacia los tuxtlecos, Torres resaltó la visión de lograr el Plan Chiapas Transformador para seguir combatiendo rezagos seculares, impulsar servicios básicos y el ingreso familiar.

¿Cuál es el decálogo del que habla Lalo Ramírez? Se trata de virtud, alegría, trabajo y estoicismo, fundamentados en los legados de Belisario Domínguez. Si hay una figura clave en la historia de México es la de Don Belisario por su ejemplo de conducta moral y desafiar al tirano Huerta.

¿Cómo olvidar cuando el nefasto Huerta le dijo “ahora sí, hable” después de que el execrable médico Urrutia le había seccionado la lengua? Aquel discurso de septiembre (1913) le costó la vida a Don Belisario.

Nacido en la colonia el ISSSTE de Tuxtla en cuyas canchitas jugó basquetbol, respiró el perfume de los atardeceres y ahí, en esa colonia emblemática pasó su adolescencia esta sin duda la etapa más privilegiada del ser humano, Torres posee un panorama nítido de los objetivos trazados por Lalo Ramírez porque hay en ellos un liderazgo puro, genuino.

En una potente unidad lingüística de cuatro palabras, Ángel define el proyecto de Lalo Ramírez: Preparación, capacidad, talento y determinación. Ecce homo: “He aquí el hombre”.

El candidato

Hace 24 años, un muchacho con ropas sencillas llega de espectador al IEPC, se queda afuera. Le impiden entrar. Es el primer momento que marcó a Eduardo Ramírez Aguilar. El mensaje profético de entonces se cumplió este domingo 17 de marzo acuñando la filosofía de que “los tiempos de Dios son perfectos”.

Lalo no sufre atiquifobia frente al enorme desafío de gobernar Chiapas, porque como las chispas vuelan hacia arriba, los hombres nacen para ser grandes. De la siguiente manera explica su fortaleza:

“Este compromiso no lo voy a cargar solo, ustedes me van a ayudar. Si algún día cambio, háganmelo saber; a mí el pueblo me levanta y el pueblo me ubica”.

Lalo tiene una sensibilidad innata ya que, siendo alcalde de su natal Comitán dio apoyos a los adultos mayores. Fue el único que lo hizo mientras otros se dedicaban a las borracheras. No suena estereotipado decir que él, Lalo, viene de la cultura del esfuerzo.

Y sí, necesitaremos mucho la doctrina estoica que potenciará el futuro gobernador. El pasado ya no podrá, jamás, tocar a las puertas de los chiapanecos.

Elecciones

Siendo corresponsal de un diario extranjero, mi editor en jefe me ordenó cubrir las votaciones municipales en Copainalá, lugar donde se combinan cultura zoque y arquitectura vernácula, corazón de Mezcalapa, famoso también por sus danzas tradicionales. Yo tenía veintitantos.

Renté un vocho azul, nuevo, y llegué muy temprano acompañado de dos fotógrafos, uno italiano. El ambiente ya se sentía caliente, muy cerquita del infierno. La noche anterior había rumores de que gente armada se preparaba para materializar un tiroteo, sea lo que fuere.

Libreta y bolígrafos en mano empecé a anotar detalles. Un reportero debe tener olfato de lobo y mirada de águila. El trabajo periodístico sí costaba, ahora las tecnologías lo facilitan todo.

Cerca del mediodía se escucharon los primeros balazos en la plazuela principal y, minutos después, vino el pandemónium. Gritos, llantos, mujeres y niños corriendo sin rumbo, presas del pánico. La población sufrió un golpe de crisis. Mucho plomo se incrustó en el templo de San Miguel Arcángel.

Nueve muertos, decenas de heridos y manchas hemáticas en las calles empedradas daban cuenta de la violencia alentada por un cacique que, a través de su candidato, quería el control político regional. Fue el Chiapas gótico.

En 2024 tendremos elecciones en santa paz. Claro, la gobernanza no se da por prestidigitación, sino negociando acuerdos y prioridades, ejerciendo el poder con raciocinio y aplicando la ley.

San José Terán

“El cantarito alegre” o “La tía chichuda”, usted puede elegir. A mí me gusta la música de marimba, por eso prefiero La tía chichuda. De vez en vez he ido por unas chelas con algunos amigos.

Eso sí, su dueña es de pocas pulgas: ni los mala copa ni quienes escupen son bienvenidos. Y cuidadito si alguien le pide una de El Komander o algo parecido.

Ambas se ubican en San José Terán, uno de los asentamientos populares más icónicos de Tuxtla Gutiérrez y ayer empezaron las fiestas patronales. Pueblo que pierde su identidad está destinado a morir.