Ángel Torres
Sicarios mediáticos
Hijos de Belcebú
Luna de miel
Quieren asustar con el petate del muerto…
1. “Critican, ofenden, difaman, discriminan y muestran un gran nivel de hostilidad en cada uno de sus comentarios”, refiere un blog especializado para definir a los haters que operan en la oscuridad de las redes sociales.
Por lo regular son sicarios mediáticos o almas errabundas, sin sentimientos. Sirven a intereses propios o se venden al mejor postor denostando a funcionarios, políticos y gobernantes.
Aunque con otro nombre (perros del mal que se alimentan de cadáveres), existen desde tiempos bíblicos, pero se hicieron evidentes al aparecer Facebook y Twitter, ya que la revolución tecnológica les permite nadar en aguas cloacales usando el anonimato.
Ángel Torres
2. De dos semanas para acá, el alcalde Ángel Torres Culebro es víctima de una feroz y lépera campaña que pretende apanicarlo y arrancarle chantajes porque ese modus-operandi funcionó en otra época.
La Comuna llegó a endeudarse en más de 2 mil millones de pesos al caer en manos de ladrones, no de autoridades. Todavía seguimos pagando las consecuencias de los enormes atracos al erario.
Esos ‘haters’ -y quienes les pagan- han creado un ecosistema de perversidad, o cadena de suministro, tratando de sembrar dudas, desconfianza y alboroto entre los tuxtlecos. Toparon con pared, ya que nunca un alcalde había gozado de tanto respaldo popular como Ángel Torres.
Miserables
3. A falta de argumentos y con un discurso rabioso, se han colgado de la seguridad para hacer un festín aborrecible buscando embarrar al gobierno del joven Ángel.
Ellos, los ‘haters’ que atacan a Ángel, no guardan luto ni les duelen las tragedias, sino que las celebran porque es más fuerte su miseria humana que una mínima pizca de empatía. Hijos de Belcebú, desacreditar es su propósito.
Con una visión puntual del antropocentrismo en cuyo centro estamos los tuxtlecos, Ángel Torres diseñó el Plan Tuxtla 4T que zanjará muchos problemas enquistados por corrupción, impunidad, colusión institucional y escándalos de alcobas durante gobiernos pasados.
El dolo
4. La mala leche hacia el alcalde se nota cuando lo culpan por la violencia circunstancial ocurrida en Tuxtla.
Hay casos que suceden por teofanías divinas, que no quisiéramos que pasaran y nos lastiman duramente. Endosarle eso al alcalde es tener poca madre. Ángel es nuestro alcalde, no un nagual para evitar o resolver cosas impredecibles.
Brenda Maza, la joven y talentosa directora de comunicación social, también es blanco de este golpeteo mediático asestado no por uno, sino por varios puños que intentan menoscabar al gobierno municipal.
En una abierta apología al odio, usan grupos de WhatsApp para ventilar asuntos personales de la licenciada Maza, atropellando en lato sensu su vida privada.
Saben, pues, que ella es una colaboradora leal y eficiente del alcalde, pieza clave del engranaje con una gran tarea proactiva en beneficio de los tuxtlecos.
Ay, haters…
5. La seguridad ciudadana no sólo se trata de una baja en los delitos, sino de estrategias multifacéticas para una coexistencia armónica.
Y si bien la Policía Municipal de Tuxtla tiene funciones preventivas, Ángel no se queda atrás en sus compromisos de implementar más alumbrado público, cámaras de vigilancia y que los ciudadanos tengamos una policía mejor capacitada, equipada y honesta.
Ángel va a tambor batiente construyendo una ciudad vanguardista, la ciudad ideal que merecemos, sin engancharse en debates estériles. Sus emociones y pensamientos están centrados en servir…
Ay, haters, quieren asustar con el petate del muerto…
Luna de miel
Javier Márquez.- El Universal. A casi dos meses de haber tomado posesión como presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo goza de un amplio respaldo popular.
La encuesta nacional en vivienda de Buendía & Márquez, en exclusiva para El Universal, revela un panorama de optimismo generalizado, pero también subraya las prioridades y desafíos más apremiantes de su gestión y las primeras impresiones sobre su estilo de liderazgo.
Sheinbaum Pardo cuenta con una aprobación de 74 %, acentuándose entre los partidarios de Morena, donde el respaldo hacia su gestión es casi unánime (89 %). Entre los independientes, el apoyo alcanza 61 %, lo que indica una aceptación que en este momento trasciende las fronteras partidistas.
De hecho, entre los encuestados que se identifican con algún partido de la oposición, la aprobación es de 56 % y la desaprobación, 29 %. El respaldo de opositores e independientes a la gestión presidencial es el rasgo más distintivo de lo que se conoce como “luna de miel” con la ciudadanía.
Ello también explica por qué es difícil mantener la luna de miel: conforme nos acerquemos a los próximos comicios federales los opositores serán más críticos de la gestión gubernamental.