Entre amor y desamor

Pastor gandaya

Los once millones

Caen pandillero

El pastor Rubén Hernández, bajo sospecha

1. Poco a poco la cloaca se va destapando en torno al escándalo del pastor Rubén Hernández que, incluso, ya llegó a los medios de comunicación nacionales.

Hasta ahora, yo no encuentro una explicación lógica del fanatismo porque a los seguidores parece que les dieran brebajes de burundanga y rechazan la diversidad del mundo. Cualquier actitud acrítica es un peligro para la humanidad. 

La idolatría hacia ellos escapa del sentido común, es abyecta e incomprensible, irracional. Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja.

¿A qué se dedicaba Rubén Hernández antes de ser pastor? Regentaba antros y cantinas en la zona de bares de Tuxtla, sobre la 14 y 15 poniente, donde sólo falta que caiga una lluvia de fuego y azufre como sucedió en Sodoma y Gomorra por tanto pecado y perversión.

El pastor embrutecía a los jóvenes vendiéndoles alcohol. “Caminaba en el inframundo de la noche, representaba al clásico bravucón y buscapleitos, gandalla”, me ha dicho una fuente que lo trató a la sazón.

 Walkie-talkie

2. Tuvo un antro llamado Dolce, en bulevar Belisario Domínguez, cerca de la Unach, muy exclusivo, por cierto. En la entrada había una alfombra roja, cadenas y sujetos fortachones vestidos de negro controlaban el acceso. 

Ahí llegaban los jugadores de Jaguares de Chiapas a emborracharse, y una vez los hijos del expresidente Ernesto Zedillo provocaron un sangriento zafarrancho con sus guaruras armados.  

Él dice que una madrugada, a través del Walkie-talkie (radio de comunicación portátil) Dios le habló y, desde entonces, se volvió pastor. ¡Aleluya!

 La hipótesis

3. ¿Qué hay detrás de este aquelarre? La hipótesis es que se trata de un asunto pasional porque un hombre despechado es capaz de llegar a la paranoia. Y si goza de influencias, peor.

Dice un experto: “Cuando un hombre no logra gestionar de manera adecuada esta emoción (el despecho), puede desencadenar comportamientos crueles y dañinos hacia otras personas”. 

Es sabido que los pastores de las iglesias evangélicas tienen poder político y dinero. Naasón Merarí Joaquín García es el más aborrecible ejemplo.

Trasciende que, en el tema de Rubén Hernández, está implicado el excandidato a gobernador, José Antonio Aguilar Castillejos, quien, dicho sea de paso, tiene averiguaciones previas por corrupción. Aguilar es un alto funcionario federal de la 4t.

Toca a la justicia realizar las pesquisas, de manera imparcial, para determinar si Karen “N” y su nuevo novio son responsables de los delitos que se les imputa.

Pero hay una pregunta que flota en el ambiente: ¿Cómo obtuvo Rubén Hernández esos once millones de pesos que guardaba bajo el colchón? No es una cantidad menor y la Fiscalía debe investigar la ruta de ese dinero.

 Su delito

Guadalupe Neri Martínez, madre de Karen “N”, señaló que todo lo relacionado a la detención es parte de una falsa acusación, asegurando que le “pusieron un cuatro a su hija”.

“El único “delito” de mi hija fue haberse enamorado de otra persona, ya que había vivido en un ambiente de opresión, humillación y maltrato en su hogar con su entonces esposo, el pastor Rubén Hernández, de la iglesia “Casa de Adoración Mi Casa”. 

Karen y Rubén se separaron en octubre de 2024, y en diciembre iniciaron el trámite de divorcio.

Su corazón de madre le grita que es un delito fabricado, pues resulta difícil de creer que, si alguien robó 11 millones de pesos, “se vaya tranquilamente a su casa a dormir” y no haya huido.

“Esto es una trampa, ellos, entre su coraje, sus celos lo que ustedes quieran llamar es lo que están haciendo para acabar con la dignidad y prestigio de mi hija”, dijo Guadalupe Neri.

Al respecto, la Organización Feminista 50+1 hizo este miércoles 26 un pronunciamiento expresando su total rechazo a la campaña de desprestigio y violencia digital que se ha desatado en contra de Karen Guadalupe y que la han situado en el centro de un espectáculo público.

Pandillero

La Fiscalía General del Estado (FGE) detuvo a Darwin “N”, presunto responsable de los delitos de daños, motín, atentados contra la paz y la integridad corporal y patrimonial del Estado, así como pandillerismo. 

Su captura está relacionada con hechos ocurridos en junio de 2024, en agravio de la FGE, Alejandro “N” y la sociedad.

Tras la aprehensión, integrantes de la organización Pueblos Autónomos para la Protección de Indígenas Chiapanecos (Papich) reaccionaron con actos barbáricos en el municipio de Palenque. 

Los manifestantes incendiaron vehículos oficiales, bloquearon vialidades y causaron destrozos en oficinas gubernamentales, exigiendo la liberación de su compañero.

Las autoridades han informado que los detenidos durante estos disturbios fueron puestos a disposición del órgano jurisdiccional correspondiente, el cual definirá su situación legal en los próximos días.